Es vicepresidente ejecutivo y presidente de la Comisión Delegada del Consejo de Administración de Indra y un antiguo alumno de los que la UAH se siente más orgullosa como institución dedicada a la formación y la investigación. Regino Moranchel volvió a la UAH hace pocas semanas para recibir la Medalla de Plata Honorífica por su colaboración con esta Universidad en distintas actividades académicas, entre las que se encuentra la fundación de la Cátedra Indra-UAH, y para ofrecer una conferencia como antiguo alumno. En esta entrevista nos habla de sus recuerdos como estudiante.

Regino Moranchel con la medalla de plata de la UAH.

-¿Qué estudió en la UAH y qué recuerdos tiene de su paso por esta Universidad?
-En total fueron ocho años de universitario en Alcalá. Entre 1969 y 1972 cursé estudios de Ingeniería Técnica de Telecomunicación en la Universidad Laboral y entre 1976 y 1981 la licenciatura en Ciencias Económicas y Empresariales.
Con vivencias distintas, considero el resultado de ambas etapas esencial para mi desarrollo posterior, tanto en el aspecto profesional como personal. Aunque muy próximas en el tiempo, la situación política y social que se vivía en España era muy diferente en ambas épocas y también las disciplinas cursadas.

-Imaginamos que le ha debido de hacer ilusión participar en el acto de Santo Tomás y recibir la Medalla de Plata de la UAH.
-Volver a la Universidad de Alcalá por cualquier motivo siempre es una satisfacción para mí. Por supuesto, en este caso y con la dosis de humildad necesaria, lo es aún más.

-Usted ha desarrollado casi toda su actividad profesional en Indra, una de las empresas con mayor prestigio en estos momentos. Eso debe aportar mucha satisfacción...
-Mi actividad profesional en Indra dura ya 40 años. Siempre ha sido muy gratificante participar desde distintas responsabilidades, a lo largo de tantos años, en la construcción de una empresa como Indra que, en la actualidad, cuenta con más de 35.000 empleados y está presente en 110 países. Indra me ha permitido desarrollar al máximo mi carrera y conocimientos. Hoy en día es una compañía que da oportunidades de desarrollo profesional a largo plazo, inclusive en los mercados internacionales, a la práctica totalidad de disciplinas técnicas.

Moranchel y el rector, Fernando Galván.

-Háblenos de su actual actividad en la empresa
-En la actualidad soy vicepresidente ejecutivo y presidente de la Comisión Delegada del Consejo de Administración. Como vicepresidente ejecutivo mi objetivo de cara a los próximos años se centra en la supervisión de los negocios y actividades más críticas para la compañía en cada momento, así como en la implantación de las actuaciones estratégicas necesarias para la plena globalización de Indra y el mejor aprovechamiento de sus oportunidades de crecimiento futuro.

-Las crisis, dicen, son buenos momentos para las oportunidades... ¿cómo las ve usted?
-Vaya por delante que las crisis son la expresión de un fracaso generalizado. Sobre todo, porque no hemos sido capaces de anticiparlas y buscar soluciones para que no lleguen a ocurrir. Es verdad que las crisis son fuente de oportunidad, por supuesto, pero también suponen costes que en muchos de los casos son difíciles de cuantificar. Desde el punto de vista humano son muy dolorosas. No tiene más que asomarse a la cifra de parados de este país. Lo mejor que puede haber en una crisis es que pase pronto y ésta, por desgracia, está durando demasiado y es de una intensidad mucho mayor de la que en un principio pudo parecer. Pero las crisis permiten cuestionar lo que no se hace en épocas de bonanza, corregir desviaciones y apostar por nuevos enfoques o escenarios que en otros momentos nadie se anima a poner en marcha.

-Una recomendación para los estudiantes.
-La formación universitaria es una de las inversiones más importantes que realiza la sociedad para el futuro. Deberíamos ser capaces de trasladar a nuestros universitarios la obligación que todo universitario contrae con la sociedad -que le financia en gran parte- así como el destacado papel que juegan en el futuro de progreso y desarrollo al que todo país aspira.

 

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