Vietnam. Otra forma de ser Erasmus (Mundus)



Pedro Hernández Rubio
es uno de los 5 estudiantes de Informática de la UAH que ha disfrutado de una beca Erasmus Mundus en Vietnam, el pasado curso.

El pasado curso 5 estudiantes de la UAH, Pedro Hernández, Delia Asensi, Víctor Cobo, Alberto Prieto y José Casado, vivieron una experiencia única en Vietnam, como estudiantes de Erasmus Mundus. En esta entrevista Pedro pone voz a todos los demás para explicar cómo han sido sus vivencias y qué sensaciones y sentimientos les ha generado.

Alumnos de la UAH en Vietnam con sus coordinadores.

Pedro Hernández es estudiante de último año de Informática y ha regresado a la UAH después de pasar un curso completo en la Universidad Tecnológica en Ho Chi Minh City, en Vietnam, uno de los destinos a los que se puede optar mediante una beca Erasmus Mundus, otra forma de plantearse una estancia como estudiante en el extranjero.

-Cuéntanos cómo decides inscribirte para optar a una beca Erasmus Mundus
-Vi la convocatoria y las opciones que había para los estudiantes de informática de la UAH era el sureste asiático y, más concretamente, Vietnam. Así que, como hago casi siempre, solicité la beca. Varios meses después me dijeron que la beca era mía y no me lo pensé. No tenía ni idea del país, pero me aventuré y desde luego no me arrepiento.

Pedro Hernández Rubio.
-Explícanos cómo fueron los comienzos
-La verdad es que todo se desarrolló muy deprisa, pero la beca está bastante bien y, a pesar de las dificultades de los primeros tiempos, no me arrepiento en absoluto de haberme ido. Creo que nuestra experiencia ha debido de ser muy similar a la de los primeros Erasmus, cuando todo estaba por hacer y llegabas tú al país, con unos pocos más, muy pocos, y tenías que buscarte la vida por ti mismo. Yo estuve de Erasmus en Inglaterra y creo que ahora este tipo de programas están muy organizados y muy establecidos. El Erasmus Mundus aún tiene esa pizca de aventura que, a mí, desde luego, me atrae mucho. Ha sido, como digo, toda una experiencia y una aventura que repetiría mil veces. Nos fuimos 5 estudiantes de la UAH y al ser los primeros estaba todo por hacer. Ni sabíamos cómo comportarnos allí, ni sabían cómo tenían que comportarse con nosotros al principio. Creo que hemos sido de los primeros estudiantes extranjeros... Ibas por el campus, veían un occidental y les parecía rarísimo.
La gente allí no suele salir mucho al extranjero, pero ven mucha tele occidental, y vernos allí la verdad es que les ha sorprendido muchísimo...

-Hablas con mucho entusiasmo, así que no sé si preguntarte cómo ha sido la experiencia...
-Ha sido una experiencia maravillosa, porque todo era nuevo. Nosotros éramos los primeros estudiantes de la UAH en participar en Erasmus Mundus en Vietnam y también éramos los primeros estudiantes de otro lado que íbamos a esta universidad. Me siento muy afortunado.

-¿Qué te ha aportado?
-Bueno, por un lado, si piensas en el ámbito de la formación, hemos mejorado nuestro inglés, porque allí tienes que hablar y estudiar en inglés. Intentamos aprender el idioma local, pero es muy difícil.
Por otro lado, ha sido muy enriquecedor. Hemos aprendido un poco la cultura de los estudiantes, la cultura oriental. Son más disciplinados, son muy trabajadores. Su economía está emergiendo y la educación la ven como una oportunidad. Muchos de ellos eran los primeros de su familia en ir a la universidad... Vi estudiantes con hambre de conocimiento. Me contagiaron un poco esa disciplina y ese afán de aprender.
Además, cuando vas a un país nuevo, que desconoces por completo, tienes que amoldarte por completo a sus costumbres. No puedes vivir en la burbuja occidental. Tienes que vaciarte y volver a construir.
Desde luego, lo más interesante es cómo intentas crear vínculos, como tratas de romper barreras culturales. Sabes que no es banal, que estás haciendo algo nuevo en tu vida y estás aportando a otros algo que tampoco antes habían experimentado.

-¿Cómo ha sido regresar a este otro mundo?
-Me está costando un poco adaptarme. A pesar de la crisis, te das cuenta de que las cosas son muy diferentes en estas sociedades ricas. Allí ves que la gente es muy humilde, con unos valores impresionantes. En realidad pienso que son más felices, tal vez porque esperan menos y tienen menos frustraciones. Creo que en el fondo viven mucho mejor que nosotros...
Me ha costado personalmente y la verdad es que espero volver allí pronto. Allí está todo por hacer y es ilusionante. Todos tenemos esa impresión.
No me he quedado porque tenía que terminar la carrera, pero desde luego hay mucho trabajo y hay mucho que aportar, así que no me lo voy a pensar. Y también por la cultura, porque me ha enganchado la sencillez de la gente, la falta de estrés. Ho Chi Minh es la ciudad más grande de Vietnam, pero es como un gran pueblo. La gente vive en colectivo, vive con solidaridad, compartiendo.