'Un techo para mi país', una iniciativa única que implica a universitarios



La organización chilena ‘Un techo para mi país’ ha recibido hoy el Premio Derechos Humanos Rey de España. El director social de esta organización, Maximiliano Pérez, recogió el galardón de manos de S.M. el Rey, en una audiencia en el Palacio de la Zarzuela.

Audiencia con los Reyes. Imagen de Borja Fotógrafos
Previamente, la Defensora del Pueblo (e.f.) y el rector de la Universidad de Alcalá, han presentado a los ganadores en una rueda deprensa celebrada en la sede del Defensor del Pueblo en Madrid.

La organización ‘Un techo para mi país’ (UTPMP) ha sido galardonada con el Premio Derechos Humanos Rey de España por el trabajo que se realiza en América Latina y El Caribe para la erradicación de la pobreza.

Este premio está dotado con 30.000 euros y se otorga a esta organización que, entre otras acciones, está trabajando en Haití, donde se han construido más de 800 viviendas de emergencia después del terrible terremoto que asoló este país.

El director social de ‘Un techo para mi país’, Maximiliano Pérez, explica en la entrevista las labores de esta entidad.

-¿Cómo ha recibido la organización el anuncio de este galardón?
-Como organización nos sentimos profundamente honrados en recibir el “Premio de Derechos Humanos Rey de España”. Tenemos plena conciencia del trabajo que supuso seleccionarnos y de las responsabilidades que este galardón implica.
Recibir una distinción como ésta es en sí un motivo de agradecimiento y reconocimiento al trabajo que estamos realizando en Haití. Es un reconocimiento a los más de 400.000 jóvenes universitarios que mediante la construcción de viviendas de emergencia y planes de desarrollo comunitario trabajan en 19 países del continente.

-Háblenos de la función que realiza Un Techo para mi País en América Latina y El Caribe
-La misión de UTPMP es terminar con los asentamientos informales de toda Latinoamérica, entendiéndolos como uno de los síntomas más visibles de la extrema pobreza en nuestra región.

UTPMP trabaja en Haití desde el día después del terremoto.

'Un Techo para mi País' busca integrar el mundo de la pobreza con el mundo de los universitarios y pretende colocar los asentamiento, villas miserias, favelas, precarios y comunidades dentro de las vidas de los jóvenes, para que puedan mirar a los pobres a la cara y reconocer en ellos individuos capaces de generar riqueza y de entregarle mucho a los países. Latinoamérica no es un continente pobre, es un continente injusto y hoy más que nunca necesitamos conocernos los unos a los otros.
Los jóvenes universitarios y las familias que viven en extrema pobreza están dispuestos a cambiar la realidad, reclamando los derechos que le corresponden e involucrando a toda la sociedad en este trabajo. Necesitamos jóvenes que no le teman a la pobreza, que se involucren y que estén dispuestos a trabajar junto con las familias más excluídas.
Creo firmemente que si logramos que los jóvenes y las universidades se conecten con nuestro verdadero continente, el continente de la exclusión en el que viven más de 180 millones de personas, podemos generar un cambio estructural y así erradicar la extrema pobreza.

-El jurado del premio destacó "la encomiable labor que realiza la ONG en Haití" donde hasta la fecha se han construido más de 800 viviendas de emergencia, ¿cómo se trabaja sobre la destrucción total, con qué ánimos y con qué perspectivas?
-48 horas después del terremoto ocurrido el 12 de enero de 2010, Un Techo para mi País llegó a Puerto Príncipe para realizar la primera avanzada que, desde el lugar de los hechos, nos permitiría orientar la mejor forma de comenzar a trabajar en Haití, siempre bajo nuestra consigna de trabajar junto a los sectores más vulnerables de América Latina.
Una vez considerados los diversos aspectos del contexto crítico del país y superada la crisis sanitaria y de seguridad que atravesaba Haití en enero, se decidió poner en marcha un programa de intervención permanente, que incluía la apertura de una oficina de Un Techo para mí País en territorio haitiano.
El objetivo era apoyar a la reconstrucción del país mediante el levantamiento de viviendas transitorias, entregando una solución concreta y rápida a miles de familias damnificadas, para luego comenzar a trabajar junto a ellas en la solución de sus problemas y el desarrollo de programas de Habilitación Social, con el fin de lograr la consolidación de comunidades sustentables y autónomas.
Junto con ello se buscaba involucrar a la juventud haitiana con el proyecto de Un Techo para mi País, la reconstrucción de su país y los asuntos públicos que van determinando el futuro de Haití. De manera que sean ellos los que en un mediano plazo se hagan cargo de continuar desarrollando el proyecto a nivel local.
De esta forma, el 27 de febrero, a cuarenta y seis días del terremoto, comenzó la construcción de las primeras 20 viviendas transitorias de UTPMP Haití en el 2010.
Hoy Un Techo para mi País – Haití es una realidad. Fruto del trabajo en conjunto de todos los equipos de los países donde UTPMP está presente, de las familias que nos recibieron, del esfuerzo de los voluntarios que reconocieron en Haití un país que aún no está destruido, de las organizaciones y empresas que se sumaron a esta utopía. Gracias a todos ellos el sueño de comenzar a trabajar junto a las familias de los asentamientos de Haití se hizo realidad.
Nuestro compromiso es que en 2011 seguiremos trabajando junto a las familias más vulnerables de Haití, siendo capaces de ver en cada comunidad los “terremotos” que no se miden en Escala Richter, sino en una escala mucho más dura y triste que es la “escala del olvido”, haciendo que estas familias sean protagonistas de su proceso de reconstrucción .
Trabaja en la lucha por la superación de la pobreza.

-La filosofía de habitabilidad básica está prosperando en el mundo y en muchos países se está apostando por este tipo de viviendas ¿qué beneficios aporta este tipo de construcciones?
-La vivienda es el icono y la herramienta principal de denuncia que utilizamos como organización en la lucha por la superación de la pobreza en el continente. Para nosotros la vivienda de emergencia cumple con cuatro objetivos fundamentales:
1. Dar una solución inmediata a una necesidad urgente de precariedad habitacional. Es una vivienda sólida, que aísla del frío y de la lluvia, da mayor espacio, privacidad y reconoce la dignidad de las familias.
2. Vincular por medio de una relación de trabajo horizontal a dos sectores de la sociedad que, en países con tanta desigualdad como los latinoamericanos, difícilmente se encuentran: los jóvenes universitarios que han tenido más oportunidades y las familias en condición de pobreza. El esfuerzo físico de la construcción enseña el valor del trabajo y pone en el mismo plano a los voluntarios y las familias, ayudando a romper las divisiones de clase, propias de nuestras sociedades.
3. Denunciar con una acción concreta la realidad de los asentamientos precarios en que viven millones de personas en Latinoamérica. UTPMP trabaja con familias para las que una vivienda de madera de 18m2 representa una mejora en sus niveles de calidad de vida. Esto es una señal de alerta de que hay un problema de fondo que necesita una solución definitiva y la participación de otros actores.
4. Ser un primer paso para las familias y para los voluntarios.
a. Para las familias es el primer paso para romper el círculo de desesperanza. Da el punto de partida para reconocer la dignidad y los derechos que les corresponde como ciudadanos. Es una invitación a creer que la realidad se puede transformar y que ellos pueden ser protagonistas en la lucha para mejorar su calidad de vida.
b. Para los voluntarios es el primer paso para conocer su país y sus responsabilidades de una manera distinta, para dejarse cuestionar por una realidad inaceptable y por la responsabilidad que implica tener la capacidad de transformarla.

-Su proyecto va más allá de la mera construcción e incluye iniciativas de carácter social relacionadas con la educación, la formación profesional y también la puesta en marcha de comunidades sostenibles. Es fundamental que los pilares de cada casa se construyan también con este tipo de materiales ¿no?
-Uno de los principales objetivos del modelo de intervención de Un Techo para mi País es generar espacios de trabajo en conjunto entre voluntarios universitarios y familias de asentamientos, con el fin de que se promuevan diferentes liderazgos desde ambos grupos. Mediante estos liderazgos la denuncia de la injusticia de la realidad latinoamericana se hace más fuerte, de forma propositiva y con compromiso a trabajar por uno de los problemas más graves del continente que son la pobreza y la exclusión.
Este modelo consta de tres etapas: la construcción de viviendas de emergencia, la ejecución de planes de habilitación social y el desarrollo de comunidades sustentables. En estas tres etapas se busca que las comunidades tomen como propio el desafío de transformar sus asentamientos en comunidades sustentables, en un proceso acompañado todo el tiempo por voluntarios.
Es por esto que es fundamental que no sólo los pilares de cada vivienda se levanten con estos principios, sino también los de la sociedad, incorporando distintos actores en el proceso. El alcance de estos “pilares” debe ser sustentado y atacar los problemas estructurales comunes a los distintos asentamientos de cada país.

-¿En qué están trabajando en estos momentos?
-Para este 2011UTPMP tiene planificado construir 13.000 viviendas de emergencia y mediante estas construcciones movilizar más de 140.000 jóvenes universitarios en los 19 países que está presente la institución.
En nuestra etapa de Habilitación Social, nuestra meta es llegar a 210 mesas de trabajo funcionando y 400 FonTechos (fondos concursables destinados a beneficios de proyectos comunitarios) en asentamientos. Completar 3.000 microcréditos entregados a emprendedores y llegar a 4.500 pobladores capacitados en oficios y 4.000 niños participando en los programas de educación.
Todo gracias al trabajo diario que realizan los jóvenes universitarios y familias de asentamiento y al aporte de nuestros colaboradores, que se concreta gracias al respaldo económico de distintas fuentes de financiamiento provenientes tanto del sector privado y la cooperación internacional como del apoyo de particulares que se han comprometido con el desarrollo de la región.
Gracias a este apoyo, nuestras metas en construcción de viviendas de emergencia, implementación de planes de habilitación social y desarrollo de comunidades sustentables pueden llegar a más familias de asentamientos, con el fin de cumplir el sueño de terminar con la pobreza en Latinoamérica.

-¿La crisis económica de la vieja Europa está afectando sus planes?
-En Un Techo para mi País somos conscientes de la crisis que está atravesando la Eurozona en estos momentos, específicamente en los países PIIGS y es por ello que en estos momentos estamos evaluando en terreno la forma mas factible y viable de comenzar con oficinas en Europa para captación de recursos, partiendo en España por ser uno de los países que más Inversión Extranjera Directa y cooperación internacional sostiene con Latinoamérica, además de los lazos culturales que nos unen. Ya hemos comenzado las avanzadas en Europa y aunque el panorama es difícil nuestra filosofía y forma de trabajo nos dicen que aún en situaciones adversas se pueden lograr grandes cosas y es por ello que los planes de UTPMP en Europa siguen adelante tomando las consideraciones que sean pertinentes.

-¿Cómo ven el futuro de América Latina?
-Hablar del futuro de América Latina siempre nos direcciona a la siguiente pregunta:
¿Cómo es posible que un continente con tanta riqueza tenga tanta pobreza?. Y acá tenemos que darnos cuenta que el tema que más nos tiene que aturdir, incluso más que la pobreza, es la desigualdad en la distribución del ingreso, ya que la distancia entre los de arriba y los de abajo genera ansiedad, frustración social y pobreza.
Hoy estamos en un mundo cada día más global, donde las decisiones se toman de forma multilateral y en el que la forma de adoptar medidas esta siendo más colectiva. Este es el primer punto a solucionar en el futuro de América Latina, ya que el desafío es ser un continente con una misma voz, situación que hoy no está sucediendo.
Por otra parte, América Latina vive uno de los mejores periodos económicos. La región está saliendo fortificada de la crisis del Norte y crecerá a un ritmo medio del 5,7%. Segundo punto a solucionar: distribuir este crecimiento medio equitativamente en la población del continente. ¿Por qué estamos saliendo de la crisis? Debido al trabajo que se ha realizado en los últimos 10 ó 15 años. Los deberes se han hecho, ha habido una serie de reformas que ayudaron a crear estabilidad macroeconómica: bancos centrales independientes, baja inflación, bajo endeudamiento, balances fiscales..., sumado a que la región tiene una gran oportunidad con la producción de recursos naturales y con el fortalecimiento de la clase media, lo que ha provocado que los mercados latinoamericanos crezcan en tamaño.
Obviamente, debemos seguir haciendo los deberes por otras décadas. Una buena noticia es la cantidad de latinoamericanos que salieron de la extrema pobreza en los últimos ocho años, que son cerca de 60 millones. Pero aún quedan más de 70 millones viviendo en esta situación, con condiciones habitacionales inaceptables. Éste y otros temas se vuelven centrales: un alarmante incremento de la violencia y la criminalidad, el narcotráfico, el crimen organizado, los secuestros, el tráfico de personas, son parte integral del panorama de la región. Y es el tercer y ultimo punto a solucionar: comenzar a pensar las soluciones integralmente y no focalizarnos en lo que esta “a la mano”.
Ya que el futuro de nuestra región está en nuestras manos y cada vez dependemos menos de otras regiones, debemos seguir trabajando para dejar de lado nuestras diferencias y trabajar en conjunto.