Benito Navarrete actualiza la obra ‘Pintura Barroca en España 1600-1750'
El profesor titular de Historia del Arte, Benito Navarrete, ha publicado una edición actualizada del libro ‘Pintura Barroca en España 1600-1750’, obra de su maestro y director honorífico del Museo del Prado, Alfonso Pérez Sánchez, fallecido hace pocos meses.
Navarrete habla en esta entrevista del Barroco español y explica qué novedades aporta esta reedición, la séptima, de una obra que se ha convertido ya en todo un clásico para los expertos.
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Benito Navarrete. |
-La reedición de 'Pintura barroca en España 1600-1750' ha coincidido casi en el tiempo con el fallecimiento de su maestro y autor de la primera edición, Alfonso Pérez Sánchez. Imaginamos que ese hecho hace aún más especial este trabajo...
-Desde luego ha sido una triste coincidencia pero a la vez ha servido de homenaje. Además, tengo la tranquilidad de que él pudo ver el libro terminado ya que Cátedra nos envió el primer ejemplar en julio y pudo ver y repasar todo el trabajo. Un trabajo de revisión y actualización de contenidos que he desarrollado durante un año y medio. Para todos los que nos dedicamos a pintura barroca este trabajo es un clásico desde la 1ª edición, en 1992.
-¿Qué aporta la nueva edición a lo que ya sabíamos del Barroco español?
-Fundamentalmente se ha hecho una puesta al día bibliográfica y actualización de contenidos y, sobre todo, se ha hecho a todo color, con una calidad bastante aceptable de las ilustraciones, algunas de muy difícil localización. Gana también el formato al ser en pasta dura y algo mayor. Lo que aporta es la aparición de nuevas personalidades artísticas como, por ejemplo, la del pintor zaragozano Bernardo Polo, pintor de bodegones y flores que no se había identificado hasta ahora y cuya personalidad estaba camuflada en la del conocido como Pseudo-Hiepes o también llamado maestro del Frutero Lombardo. La aparición de un bodegón representando una Salvilla con melones, uvas, albaricoques y ciruelas, firmado por él en letras grabadas en el plinto ha revolucionado el estudio del bodegón español de la segunda mitad del siglo XVII gracias al estudio de William Jordan que recogemos en el libro.
-¿Qué provoca que en un período tan corto brillen tantos grandes artistas como ocurrió en el Barroco español?
-Se unen muchos elementos. Sobre todo la fuerza de tres focos de producción fundamentales como son: Sevilla, La Corte y Valencia. Pero fundamentalmente coincide con un momento de esplendor de la monarquía hispánica y con un flujo importante de intercambios artísticos tanto con Italia como con Flandes que hacen que las personalidades se enriquezcan mucho más.
-¿Qué queda por descubrir del Barroco?
-Muchas cosas. Quedan afortunadamente muchos puntos por estudiar y abordar que nuestros alumnos podrán desarrollar. Ese es el espíritu universitario. El análisis transversal es fundamental, y una vez conocidas las personalidades y sus componentes creativos creo que el enfoque culturalista y con un estudio del uso y función de la imagen religiosa y de la comitencia es básico. En este sentido, Pérez Sánchez ya puso su enfoque en los primeros capítulos en intentar arrojar luz sobre esta materia.
-Usted ha hablado de los mitos y los tópicos del Barroco español y cómo eso ha perjudicado a los movimientos artísticos posteriores, ¿a qué se refiere? cuéntenos algunos ejemplos...
-Me refiero a que la pintura española ha estado estudiada en muchas ocasiones con tópicos, producto de la historiografía francesa decimonónica. Sólo unos cuantos nombres son conocidos fuera: Velázquez, Ribera, Zurbarán, Murillo.... Esto hace que se tenga una imagen equivocada y que se vincule el alma ibérica o nuestro temperamento con sus producciones. Théophile Gautier, por ejemplo, decía que Ribera mojaba sus pinceles en la sangre de sus mártires y mencionaba como características de su pintura los "torrentes de sangre" y el "amor por lo feo". Intentar explicar en clave territorial la producción artística de todo un país es un puro error. Afortunadamente ahora los hispanistas tienen otro enfoque y se dan cuenta que hay muchos otros artistas que explican incluso mejor lo que significa la pintura española. El libro de Pérez Sánchez es una excelente oportunidad para acercarse al estudio de estos otros maestros.
Publicado en: Archivo entrevistas-reportajes