Vihda, una mano abierta para el sida en Africa



Santiago Moreno Guillén
es profesor titular de la facultad de Medicina de la UAH y Jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del hospital Ramón y Cajal de Madrid. Pero, además, Moreno, especialista en sida, es presidente de la asociación Vihda, dedicada a ofrecer en Africa y más concretamente en Kenia ayuda y asistencia a las personas afectadas por la enfermedad.

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Le conocimos con motivo de su participación en las I Jornadas sobre Enfermedades Tropicales y Salud que se celebraron en la UAH la primavera pasada y allí supimos que este gran profesional también presidía una ONG dedicada a la atención integral de sida en la zona de Kenia.

Santiago Moreno es el Jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas en el hospital Ramón y Cajal.


-¿Qué es Vihda, desde cuándo funciona y cómo surgió la idea de esta Fundación?
-Vihda es una Asociación que se creó con el ánimo de ofrecer cuidados integrales a personas infectadas por VIH en el área de Maragua, una zona rural de la Provincia Central de Kenia. La idea se gestó en 2003 y el programa se inició a finales de 2004. La idea surgió por las grandes diferencias entre los recursos disponibles en los paises occidentales, donde hay menos afectados, y los paises del área subsahariana, donde el número de afectados es muy superior. La posibilidad de hacer llegar allí los avances de los que nosotros nos beneficiamos hizo concebir este proyecto.

-¿Qué proyectos estáis llevando a cabo en estos momentos?
-Ha concluido un primer programa de administración de tratamiento antirretroviral a niños y adultos VIH-positivo del área. Para ello se creó y dotó una consulta (con el contrato de profesionales locales), se adecuó la farmacia y se montó el laboratorio. Posteriormente se está llevando un programa de prevención de la transmisión materno-infantil mediante la administración de leche artificial a los niños nacidos de madres seropositivas.

-¿Será posible algún día que el Sida en Africa se convierta en una enfermedad crónica grave, como ocurre en Occidente?
-Como posibilidad, existe. Falta la voluntad y los medios para hacer llegar los remedios a todos. Pero si tomamos como ejemplo el modo en como han ido otras enfermedades endémicas allí (malaria, tuberculosis) no soy completamente optimista. La situación mejorará pero es improbable que se llegue al nivel de control de los paises occidentales.
Como digo, falta voluntad. Si hay voluntad, ganas de lograrlo, los recursos se consiguen y están disponibles. Pero está claro que no constituye una prioridad para los países ricos o medio ricos.

-El hecho de que el Sida haya dejado de ser una enfermedad mortal, ¿nos ha hecho bajar la guardia?
-Sin duda, todos los estudios así lo indican. Todas las infecciones de transmisión sexual han visto incrementada su incidencia, al haberse bajado la guardia en el uso de protección durante las relaciones sexuales por desaparición del miedo al SIDA. Este hecho constituye en la actualidad una fuerte amenaza para el potencial control de la epidemia en los paises occidentales.

-Las investigaciones sobre Sida van dando sus frutos y se han producido grandes avances pero, ¿lograremos que la enfermedad se cure algún día, lo ve lejano?
-Es altamente probable que la infección por VIH se pueda curar. Hasta ahora no se ha dedicado excesivo esfuerzo a esta parte porque era urgente evitar que la gente se muriera y que los medicamentos que se utilizasen fuesen poco tóxicos. Hoy, cuando se ha conseguido esto, se están realizando esfuerzos de investigación hacia las estrategias que permitan la erradicación del VIH y, por consiguiente, la curación de la enfermedad. Esto va a ocurrir en los años venideros, pero es improbable que ocurra a muy corto plazo.

-A nivel social, ¿cree que todavía siguen existiendo prejuicios contra esta enfermedad?
-Esta es la principal lacra de la enfermedad en el momento actual. No se han producido los mismos progresos en los aspectos sociales de la enfermedad que en los médicos.

-¿Qué le lleva al Jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del hospital Ramón y Cajal a embarcarse en una aventura como la creación de una ONG?
-Como a tanta gente, la situación angustiosa en que se encuentra los afectados que viven en estos países y para los que la salvación de sus vidas se encuentra fácilmente accesible a solo unas pocas horas de avión. Un buen día se presenta la oportunidad, tienes energía y emprendes la acción.

-Su actividad profesional, su actividad docente, su actividad en la ONG, ¿de dónde saca el tiempo?
-Estoy convencido de aquello de que se hace más cuando quieres que cuando puedes. Y que existen prioridades a las que dedicar el tiempo. En un momento, la prioridad fue ésta y hubo que sacar el tiempo de donde no lo había con el apoyo y comprensión de la familia y los compañeros de trabajo. Posteriormente el tiempo necesario es menor y también otras exigencias.

-El compromiso social siempre es un plus que, normalmente, no está en los contratos laborales, pero me imagino que debe aportar también muchas satisfacciones, ¿no?
-Sin duda. La satisfacción no es distinta de la que sientes al tratar a un paciente en nuestro entorno, independientemente de la posición social o económica. La sensación gratificante procede sobre todo del hecho de que aquí somos muchos los médicos que podemos hacerlo bien con los pacientes, eres perfectamente sustituibles. En el entorno que trabajamos nosotros en Kenia u otras ONGs en otras partes, lo que se hace allí no es sustituible por nadie más, lo haces tú o se queda sin hacer.