La Planta de Química Fina, un ejemplo de transferencia tecnológica




La Planta Piloto de Química Fina (PPQF) funciona desde hace más de 10 años como un centro de transferencia de tecnología hacia las empresas del sector químico y farmacéutico. En los últimos 3 años ha colaborado con más de 30 empresas privadas.

La Planta Piloto de Química Fina empezó su actividad en la UAH en el año 1998 y se ha convertido, después de más de una década, en un lugar de referencia en la investigación y en un foco de generación de patentes relacionadas con la industria química, siempre centradas en proyectos que tienen que ver con la síntesis química, la química analítica y la biotecnología.

La PPGF es una referencia en investigación para las empresas del sector químico.


Y, todo ello, con una filosofía clara detrás: que la investigación y la elaboración de productos se lleve a cabo con una mentalidad sostenible. Es lo que se ha dado en llamar ‘química verde’ y que, como el propio director de la planta, Juan José Vaquero, indica, significa que “cuando trabajamos en proyectos de síntesis química tratamos de que los procesos sean lo más limpios posibles, eliminando cualquier tipo de toxicidad y minimizando el impacto lo más posible”.

Esta planta es pionera en España porque con la colaboración de varios equipos investigadores de la UAH ofrece la posibilidad de desarrollar un compuesto en todas sus etapas, desde el diseño de la síntesis en el laboratorio hasta su etapa pre-industrial.

Además, cubre un hueco que hasta ahora no llenaba ni la industria ni los laboratorios convencionales de síntesis y es que está habilitada para elaborar lo que se denomina ‘kilobab’ o, lo que es lo mismo, el preparado de un producto que está en los inicios de su desarrollo a escala de kilo, lo que posibilita ensayos mucho más avanzados.

Toda una entidad de desarrollo e investigación que se ubica en uno de los corazones de la UAH, el Campus Externo de Alcalá de Henares, y que está especializado en la síntesis química para colaborar con las empresas farmacéuticas. Pero aunque ésta es su especialidad, también puede abarcar otros ámbitos y, de hecho, en los últimos tiempos también trabaja de forma muy estrecha con empresas del ámbito agroquímico.

Y... hay más. Vaquero no ha podido contar más porque, entre otras cosas, los contratos que se firman con las empresas exigen cierta confidencialidad, pero sí ha adelantado que en estos momentos también están trabajando en el sector del asfalto, buscando materiales que mejoren la calidad del mismo.

Lo más importante de todo es que esta PPQF está generando innovación y promoviendo la transferencia de conocimientos tecnológicos hacia la industria, y también sostiene empleo, porque en el centro trabajan una media de 20 personas, entre investigadores, becarios y el resto de personal.

El futuro parece asegurado para una planta que, de momento, oferta a la industria la posibilidad de resolver sus problemas y de mejorar sus productos.