Entomología forense: cuando los insectos hablan
El curso de verano Ciencia y Policía es uno de los más exitosos de la UAH. Una de las ponentes más destacadas de este curso ha sido la entomóloga forense y profesora titular de Zoología, Luisa M. Díaz Aranda, que habla en esta entrevista sobre la información que aportan los insectos en los cadáveres.
La entomología forense es una disciplina vieja, pero a la vez muy novedosa porque no ha sido hasta hace unos 20 años cuando ha resurgido a nivel científico. Este resurgimiento también ha coincidido con una gran popularidad de esta ciencia, gracias al éxito de series de televisión como ‘CSI-Las Vegas’. Ahora, el que más y el que menos tiene una noción básica de en qué consiste, aunque sólo de forma superficial. Como contrapartida, también ha surgido un problema de intrusismo enorme por el que batallan cada día los entomólogos profesionales.
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Luisa M. Díaz Aranda es una experta entomóloga forense y profesora titular de Zoología en la UAH. |
Luisa M Díaz Aranda explica a grandes rasgos en qué consiste su trabajo: “nos dedicamos a estudiar los insectos que aparecen en los cadáveres para ayudar en las investigaciones a los investigadores judiciales y policiales a resolver dudas relacionadas con el intervalo de tiempo que ha transcurrido desde el fallecimiento de la persona”.
¿Cómo lo hacen? Hay dos formas diferentes, según cómo se localice el cadáver: si el cadáver está en un estado de descomposición muy avanzado, se analiza la sucesión de los insectos necrófagos sobre el cadáver, porque esa sucesión no es aleatoria, se repite siempre que se repiten las mismas condiciones meteorológicas en un área geográfica determinada. Así que dependiendo del grupo de insectos que estén en el cadáver se puede saber cuánto tiempo ha podido pasar desde el fallecimiento. Moscas, algún escarabajo y, de vez en cuando, alguna polilla, son los insectos que ‘informan’ sobre el tiempo de la muerte.
En el otro caso, cuando los cadáveres que aparecen en un estado de descomposición muy inicial, se estudia el ciclo vital de las moscas, ya que éstas son las primeras en acudir, aparecen en pocos minutos y pueden detectar un cadáver a kilómetros de distancia. El estudio se basa en estimar el tiempo que las larvas de mosca -lo que todos conocemos por gusanos- llevan sobre el cadáver alimentándose de los tejidos en descomposición.
La entomología forense puede servir, además, para aportar otro tipo de información complementaria estudiando el comportamiento de los insectos;así, podemos averiguar si el cadáver ha sido trasladado de un lugar geográfico a otro, y también si se ha movido desde un espacio interior al exterior o viceversa.
Los insectos, asimismo, pueden aportar información sobre indicios de toxicidad, envenenamiento o drogadicción en el cuerpo. “Esto se consigue analizando las larvas que se han alimentado del cadáver, porque al hacerlo incorporar las sustancias tóxicas a sus propios tejidos” .
Y, avanzando en las investigaciones, “la entomología forense también puede detectar casos de negligencia o abandono de personas que no pueden valerse por sí mismas, como niños o ancianos. Se trabaja con insectos de diversos hábitos alimenticios y podemos estimar el tiempo trascurrido desde que una persona ha sido abandonada hasta que fallece”, explica Díaz Aranda.
Trabajar en este ámbito no es fácil. Los entomólogos, para llevar a cabo sus investigaciones, utilizan un modelo animal, usan cerdos domésticos de unos 30 kg para simular un cadáver humano. “Con los análisis que realizamos en los cerdos, procedentes de distintas zonas geográficas y en las distintas estaciones del año, elaboramos una base de datos que se pone en manos de los investigadores policiales. Estos datos ayudan a cerrar el margen de sospecha, y eso es muy importante en cualquier tipo de investigación”.
En el fondo de todo esto están los cadáveres y los escrúpulos del investigador científico. Luisa M. Díaz Aranda reconoce que, al principio, le costó mucho y lo pasó muy mal, “pero al final no ves un cadáver, ves un cuerpo de investigación, y eres consciente de que tu trabajo es muy útil para la sección de criminalística de la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía Científica, y eso te motiva”.
Y motiva también saber que la UAH está entre las mejores universidades españolas en este ámbito de investigación.
Publicado en: Archivo entrevistas-reportajes