El profesor Alberto García Lledó publica una novela de intriga ambientada en la UAH del siglo XVI


Alberto García Lledó
, profesor asociado de Cardiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Alcalá, estrena su faceta de escritor con una novela de intriga situada en la UAH del siglo XVI, que recrea el ambiente histórico y estudiantil de la ciudad en esa época.

Lo que empezó como un encargo para una charla de la Institución de Estudios Complutenses de la que es miembro, pronto se convirtió en una novela que hace mucho más entretenido el recorrido por el mundo universitario de la Alcalá del siglo XVI, en general, y de la revolución que vivió la Facultad de Medicina en esa época, en particular.

Alberto García Lledó, cardiólogo en el Hospital de Guadalajara y profesor asociado de Cardiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Alcalá, estrena estos días, envuelto en una rara sensación de alta exposición a los lectores, su papel de escritor de ficción con su libro La lección de Anatomía, una historia inspirada en un hecho real aunque, aclara, “ni el caso ni el momento histórico coinciden”.

El hecho del que parte el autor es el de un juicio a un profesor por un asesinato cometido en la UAH muy bien documentado en los Anales Complutenses. “La trama comienza en Valencia, desde donde llega el docente que reemplazará al fallecido, pero transcurre luego y en su mayor parte en Alcalá, durante agosto y septiembre de 1555”, cuenta Lledó.

Vicent Peris
, un brillante anatomista valenciano recién doctorado en Padua, y personaje inspirado en el primer profesor de Anatomía de la UAH formado en esa universidad italiana, es el protagonista del volumen que ya se puede conseguir en las librerías complutenses. “Mi idea era contar los primeros tiempos de la Facultad de Medicina y de los estudiantes, quienes llevaban una vida muy dura, pues para poder convertirse en doctores, podían transcurrir de 12 a 14 años de vida monacal, recluidos en sus colegios, sin poder salir ni tener compañía sentimental, levantándose antes de las 6 de la mañana para oír misa, con largas horas de estudio y duros exámenes, gastos en propinas, sobornos e invitaciones…”, detalla el escritor, para quien remontarse a ese periodo histórico y reconstruirlo no fue una tarea demasiado difícil.

“Transcurre en el casco histórico, que no ha cambiado mucho, salvo algunos edificios que se han destruido y otros que fueron remodelados. Y es una etapa muy bien estudiada, sobre todo por un antiguo canónigo de la Magistral, Alonso Muñoyerro y por la doctora Martín Ferreira. Fue un trabajo de leer y estudiar más que de buscar”, explica.

Peris trae a la ciudad de Cervantes las nuevas corrientes de anatomía italiana, una ciencia nueva y pragmática, que realza la importancia de ver con los ojos y demostrar con la experiencia, algo que choca con la tradición de la enseñanza de la medicina clásica, a partir de tratados traducidos de tiempos griegos y romanos.

Este y otros conflictos a los que el valenciano se tendrá que enfrentar en la ficción, como los médicos de la época lo hicieron en la realidad, para renovar el conocimiento, la forma de aprender y permitir que la experiencia hiciera avanzar a la Medicina, es el principal mérito que García-Lledó ve en sus colegas de aquella época “apasionante”. “Un señor me preguntó qué enfermedades curaban, qué mérito podían tener si llegaba alguien con una infección y nada podía hacer porque no había antibióticos. A mí me gusta siempre empezar las clases con la frase ‘Vemos de lejos porque somos enanos subidos a espaldas de gigantes’. Para que nosotros sepamos fue necesario que estos hombres se enfrentaran a la inercia de su tiempo”, reflexiona.

El cardiólogo y escritor rescata muchas cosas que aún quedan de ese momento histórico, como “la Anatomía, que no es poco, el afán de aprender por la propia experiencia, la farmacopea que llega de América, la renovación de la Botánica…”. Pero no es lo único que todavía persiste según su mirada. “Los conflictos de poder entre la universidad y la villa siguen presentes y sino que le pregunten al rector. Siempre han existido en todas las ciudades donde hay universidades tan importantes. Es real y permanente, parte de la historia de Alcalá, aunque ahora sin sangre”.

Esto también queda retratado en su libro, del que ya ha recibido muchos, diversos y sorprendentes comentarios. “Cada uno le da importancia a cosas muy diferentes, hay tantos libros como lectores”, dice. Aunque él tiene claras sus intenciones: “Coger al lector de la mano y llevarle a dar un paseo en un periodo al que le he dedicado muchas horas en imaginarlo y reconstruirlo”.

La novela comienza además con una dedicatoria para el profesor emérito de Anatomía de la UAH, Luis Gómez Pellico, quien fuera catedrático del autor en sus años de facultad y que representa "a todos los buenos maestros que he tenido la suerte de disfrutar", concluye el autor.

 

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