Filosofía para niños, un método para despertar el espíritu crítico


¿Qué es la filosofía para niños o el empoderamiento a través de la filosofía? El área de Filosofía del departamento de Historia de la UAH celebra junto al Centro de Filosofía para Niños de España, un seminario internacional, que además de acercanos a este programa, reflexionará sobre los modelos educativos vigentes. Entre los invitados, el filósofo José Antonio Marina, hoy a las 19.30 horas, en el Rectorado.

El Rectorado de la UAH es la sede hasta el sábado, día 13, de un seminario titulado ‘Empoderamiento a través de filosofía para niños: la contribución al diálogo filosófico a la lucha contra la exclusión social y por la democracia en contextos de educación formal, no formal e informal', que trata de buscar alternativas para que los niños se conviertan en verdaderos protagonistas de su proceso educativo. Uno de los responsables del congreso, Félix García, habla en esta entrevista sobre el evento y sus significados.

El seminario está organizado por el Centro de Filosofía para Niños de España, en colaboración con el Area de Filosofía del departamento de Historia I y Filosofía de la UAH, y es también una reflexión sobre los modelos educativos vigentes.

-¿Qué es el empoderamiento a través de la filosofía para niños?

Félix García es uno de los coordinadores del congreso de Filosofía para Niños que se celebra en la UAH.

-El empoderamiento es una palabra que se acuñó en referencia a las mujeres en el Congreso de Pekín, hace ya unos cuantos años, y hace referencia a la búsqueda de estrategias que ayuden a las personas en situación de vulnerabilidad a ser dueños de sus propias vidas, a convertirse en personas autónomas, libres y capaces de gobernar sus propias vidas. Este término empezó a utilizarse para las mujeres, pero después se ha ido extendiendo a otros sectores, incluida la infancia y la adolescencia. La filosofía para niños es una idea promovida por Mathew Lipman, en colaboración con Ann Shart, y se trata de una propuesta educativa que brinda a los niños instrumentos adecuados para su inserción en la sociedad en la que vivimos gracias al uso de relatos filosóficos y material alusivo a la filosofía. Es un programa que, con distintos materiales pedagógicos para niños de entre 3 y 18 años, ayuda a los niños a despertar la curiosidad y a estimular y desarrollar el razonamiento. Es decir, que les ayuda a pensar, a tener un espíritu crítico.
El programa surgió en los años 70 cuando se detectó que los jóvenes llegaban a la Universidad con dificultades para el razonamiento académico y se desarrolló mediante materiales didácticos para el alumnado y para el profesorado, y en nuestros días está muy extendido en el mundo, desde Irán a Canadá o Chile, hasta España o Australia.

-El seminario que se celebra en la UAH es internacional, asistirán especialistas de todo el mundo
-Sí, asistirán especialistas de España e Iberoamérica, y también europeos, integrados en la asociación Sophia, a la que yo pertenezco. En este seminario trataremos de profundizar en la teoría y en la práctica del programa de Filosofía para Niños, desde distintas perspectivas, con distintas visiones. Trataremos de debatir sobre el papel del profesorado, el papel del alumnado y sobre el propio sistema educativo.

-Ha hablado del origen de este programa educativo y la ha vinculado con los problemas de los estudiantes universitarios para razonar, en los años 70. Parece que las cosas no han cambiado mucho. Ahora se dice que los estudiantes llegan con muy pocas habilidades a la Universidad...
-A mí no me gusta decir que los estudiantes son cada vez peores. Yo llevo 40 años en la enseñanza y según algunos cada año los alumnos son peores, pero si eso fuera así yo ya estaría dando clases a amebas. Hay alumnos mucho mejores que hace 40 años y hay alumnos complicados, siguen existiendo carencias importantes porque el sistema educativo a veces no se enfoca adecuadamente, pero hay cosas mucho mejores que hace 40 años, eso está claro, y hay mucha gente en Primaria, en Secundaria, en la Educación no Formal, que se preocupa y está trabajando en el aula con estos programas que, estamos convencidos, facilitan el aprendizaje a los niños y adolescentes.

-Hay corrientes que defienden y optan por metodologías educativas no formales, alejadas de las aulas y, digamos, más individuales. ¿Usted qué opina de estos métodos?
-Son movimientos minoritarios, más extendidos en Estados Unidos y en Europa que en España, donde sólo se reconocen de forma parcial. Se trata de gente insatisfecha con los sistemas educativos establecidos. En Estados Unidos, la gente que pertenece a este tipo de movimientos están ligadas a ideologías muy conservadoras y en Europa es más variopinto, tienen que ver con el rechazo a sistemas que consideran adoctrinadores, impositivos... incluso hay gente que piensa que el sistema educativo es una variante del sistema penitenciario frente a otros que defienden que la educación reglada es un modo de ilustrar para convertir a los niños en ciudadanos libres...Hay para todos los gustos, claro, pero es cierto que en España uno de los grandes problemas es el sistema universitario. Yo soy profesor asociado en la Universidad Autónoma de Madrid, y tengo la sensación de que la Universidad es cada vez más una empresa para vender títulos. A los alumnos les importa el título y a los profesores la investigación, pero no hay educación.

-En este seminario también se va a hablar de cómo ha evolucionado la educación es valores, ¿tiene más peso o menos que hace 20 años?
-Yo estoy convencido de que las relaciones en la escuela son mucho más cordiales y menos enfrentadas que hace 20 años, aunque muchos se empeñen en demostrar lo contrario. Yo fui educado en las escuelas franquistas y el nivel de violencia, de imposición, de castigo era enorme. Pero es cierto que sigo pensando que en la escuela los profesores seguimos siendo los reyes del aula y los alumnos tienen una escasa capacidad de participación... Otro debate es el nivel de capacidad que tiene hoy en día la escuela para incidir en la educación en valores cuando hay otros muchos elementos, como la televisión, la música, la casa, la calle, que inciden en esa educación. Desde ese punto de vista creo que debates como el de la polémica asignatura de educación para la ciudadanía son estériles. Creo que es otro de los debates tramposos en los que nos han metido, porque se educa en muchos más ámbitos que en la escuela.

-¿La filosofía es necesaria para superar la crisis global en la que nos encontramos?
-Es una condición necesaria, pero no suficiente. O la gente aprende a razonar, a escuchar al otro, a discutir sobre los fines y no sólo sobre los procedimientos, o va a ser imposible hacer nada. Tiene que imperar la sensatez, la serenidad y la lucidez.... pero hacen falta más cosas que filosofía para salir de ésta. No obstante, yo siempre pongo el mismo ejemplo con los señores diputados del Congreso: si un alumno mío tiene un comportamiento inadecuado, falta al respeto o insulta a otro compañero, inmediatamente le pido que se disculpe o tomo otro tipo de medidas disciplinarias. Estos señores no, estos señores insultan y faltan al respeto y no pasa nada. Hace falta, por tanto, debate, sí, pero sosiego también.