De España a Francia pasando por Fisioterapia en la UAH

La Escuela de Enfermería y Fisioterapia de la UAH es una de las que salen mejor paradas en los ranking nacionales de calidad y como causa o consecuencia de ello es también una de las más valoradas a nivel internacional. Esta circunstancia está generando una verdadera emigración de titulados, que buscan en el país vecino, Francia, una alternativa al desarrollo profesional y una mejora en su salario.

Alicia Sánchez acabó sus estudios de Fisioterapia en la UAH en el año 2007 y no se lo pensó dos veces: se apuntó a un curso de francés intensivo y se marchó a Francia a trabajar. Allí lleva dos años y medio y no tiene, de momento, intención alguna de regresar: “fue como una aventura entre cuatro amigas. Sabíamos que en Francia buscaban a muchos fisios y que aquí te dan la oportunidad de trabajar en los hospitales y no nos lo pensamos más. Gracias al foro de la escuela nos enteramos que necesitaban profesionales en este hospital de Cahors y aquí que nos vinimos”.

En la imagen Alicia Sánchez con otra compañera de promoción en el hospital de Cahors.

La idea inicial era adquirir experiencia, “coger puntos para después poder encontrar un trabajo mejor en España”, pero ahora, con la perspectiva que ofrece el tiempo transcurrido, Alicia Sánchez no tiene ninguna prisa por volver.
“Una vez que conoces el sistema de trabajo de aquí y cómo es aquí la vida, lo cierto es que se te quitan las ganas de volver: hay mejores horarios, a las 5 de la tarde estás en tu casa, tienes 10 semanas de vacaciones al año y el salario es bastante mejor. De hecho, cobro el doble de lo que cobraba en España”.
Alicia también piensa que está creciendo como profesional, mucho más de lo que podría imaginar en cualquier puesto en España. “Aquí, en el hospital, te sientes fisioterapeuta, porque trabajas en todas las disciplinas médicas, lo haces todo: pediatría, ortopedia, cuidados en UCI, fisioterapia respiratoria... no estás metido en tu rinconcito con tus prótesis. Y la forma de trabajar es estupenda porque la reeducación que reciben los pacientes es mucho más completa que en cualquier centro hospitalario público español. Es mucho más personalizada, mucho más especializada también”.
Alicia Sánchez es la sexta estudiante de la Escuela de la UAH que ha pasado por el hospital de Cahors en los últimos años. “El jefe del servicio, Philippe Labarthe, puso una oferta en Internet y cogió al primer chico y gracias a ese chico vinieron al hospital otros tres y después hemos venido mi compañera y yo. El dice que tenemos más nivel que la gente de aquí. Además, usamos técnicas que en Francia no se han visto”, dice Alicia.
El trabajo en España no es tan satiisfactorio, pero ella es muy consciente de que se ha formado en una de las mejores escuelas de todo el país: “estamos siempre entre los primeros y, en ese sentido, me siento muy orgullosa de haber estudiado en la UAH. No sales sabiéndolo todo, claro, pero te defiendes bastante bien”.
Alicia no tiene intención de volver a medio plazo. De hecho, su deseo ahora es marcharse a algunas de las islas coloniales francesas “para cambiar de clima, conocer a más personas y abrir la mente un poco más”. Y anima a todos los estudiantes a plantearse un reto como el suyo, “porque hay que moverse, no hay que conformarse con las condiciones que existen en España y, sobre todo, porque es una forma magnífica de mejorar los conocimientos y de que tu trabajo se reconozca como algo más que el de masajista”.
En estos momentos más de una decena de fisioterapeutas de la promoción de 2007, compañeros de Alicia, están trabajando en distintos puntos de Francia. El total de los fisioterapeutas titulados en la UAH que han marchado al país vecino está sin cuantificar, pero lo cierto es que basta recorrer los pasillos de la escuela para darse cuenta de que proliferan cada vez más los anuncios que invitan a los estudiantes a probar suerte en el país galo. Por algo será.