Jean Arsène Yao: “Mi paso por la UAH fue determinante”



Jean Arsène Yao
llegó a la UAH de la mano de una beca y aquí hizo su Doctorado en Historia y leyó su tesis: ‘Polémica y valoración del ancestro negro en la identidad argentina’. Ahora, es coordinador de la sección cultural de la revista ‘Mundo Negro’, labor que compagina con su función de conferenciante en seminarios y congresos y como miembro destacado de la ONG ‘Pozos con Fondo’. Para él, el paso por la UAH fue crucial. Su vida cambió al mismo tiempo que esta Universidad se convertía en Patrimonio Mundial.

La historia de Jean Arsène Yao es el resultado de sumar una mente brillante, bastante buena suerte y, sobre todo, las ganas de aprender y superarse. Jean nació en Costa de Marfil y allí, en Abiyán, inició sus estudios hasta que por el camino se le cruzó una beca de la Agencia Española de Cooperación Internacional que le trajo directamente a la UAH, donde realizó el doctorado. Corría el año 1998, la Universidad de Alcalá estaba a punto de ser nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y este joven estudiante supo aprovechar su destino al máximo y convertirse en un periodista especializado que compagina su labor informativa con la participación en conferencias y seminarios para hablar sobre la presencia africana en América Latina y ayudar a salir adelante, mediante la ONG ‘Pozos con Fondo’, a los miembros de la aldea de Tagnakro, en Costa de Marfil, donde nació su padre.
-¿Cómo llegaste a la UAH?

Jean Arsène Yao entrevistando al ex presidente de Ghana, John Kufour para 'Mundo Negro'.

-Es una historia curiosa. Empecé mis estudios en la Université Cocody Abiyán, en mi país, en Costa de Marfil, y en aquella época, mi Universidad tenía un convenio con la UAH y entonces, cuando quise hacer el doctorado, solicité una beca mediante la Agencia Española de Cooperación y me la dieron. Llegué a Alcalá en 1998 y, aunque había estado en otras partes de Europa, cuando llegué a España me sentí muy bien. El clima y el entorno son algo más parecidos a Africa que en otras partes de Europa y desde el principio estuve muy a gusto.
-¿Qué recuerdas de tu paso por la UAH?
-Tengo unos recuerdos muy buenos. Primero, porque en esta Universidad conocí a mi mujer. De hecho, nos casamos en la capilla de San Ildefonso, y después porque todo fueron facilidades dentro del ámbito académico. El ambiente estudiantil fue muy bueno; gran parte de los amigos que tengo en España son de mi época de estudiante. Pero es cierto que a nivel académico todo fue sobre ruedas. La acogida, primero, en el vicerrectorado de Relaciones Internacionales, y después el doctorado, todo fue fantástico. Algunos compañeros míos eligieron Universidades más grandes, como la Complutense, y su experiencia nada tuvo que ver con la mía, porque allí todo fue mucho más impersonal.
-¿Cómo calificaría su experiencia en la UAH?
Tengo que decir que mi paso por la UAH fue determinante. Sobre todo destacaría que la UAH se convirtiera al año de mi llegada en Ciudad Patrimonio de la Humanidad, porque fue un elemento clave en el sentido de que mi tesis se incluía en un programa de la UNESCO denominado ‘La ruta del esclavo’. El hecho de poder cursar mis estudios en una Ciudad Patrimonio, dentro de un programa de la UNESCO, me dio la posibilidad de estar en Cuba, en Argentina, y también de afianzar una relación con la UNESCO que dura hasta hoy. En este momento acabo de llegar de Argentina de ofrecer unas conferencias organizadas por la UNESCO. Creo que España para mí fue el puente que necesitaba entre Africa y América y también creo que llegué al lugar perfecto en el momento perfecto.
-Cuéntanos un poco el contenido de la tesis, porque parece un asunto muy curioso
-Sí, resumiendo: Argentina, como todos los países de América, fue receptor de esclavos negros que se dedicaron a la ganadería, la venta ambulante y también fueron utilizados como empleados domésticos. Muchos de estos esclavos, a medida que iban consiguiendo su libertad, se convirtieron en artistas y en militares. De hecho, algunos fueron muy destacados dentro del ejército: Lorenzo Barcala, Domingo de Sosa... Pero, al mismo tiempo, la historiografía oficial los ha ido borrando. Es muy curioso escuchar que en Argentina no hay negros y, ahora hay un movimiento que reivindica esa presencia. En octubre estuve en Buenos Aires hablando sobre este tema. En la actualidad puede haber en torno a medio millón de afrodescendientes viviendo en Argentina, aunque hasta el año próximo no lo vamos a saber en concreto, porque se ha conseguido que en el censo que se llevará a cabo en 2010 aparezca la calificación de ‘afroargentino’, así que lo vamos a averiguar. Se están consiguiendo cosas, como ves, pero lo cierto es que los afrodescendientes se han sentido marginados y negados, como si no existieran, durante muchos siglos.
-Bueno, ¿y cómo llegas a Mundo Negro?
-Cuando termino la tesis, decido publicarla. Mi profesor me aconseja y entonces me acerco a ofrecer la posibilidad de publicarla en Mundo Negro. Era demasiado académica para publicarla, pero me ofrecen la posibilidad de hacer una reseña que sale en la revista de julio-agosto de 2002. Así empieza la colaboración. Después me fui de vacaciones a Costa de Marfil y hubo el golpe de Estado...y cuando llegué, Mundo Negro me pidió que le contara la experiencia que viví. Así seguimos colaborando hasta que en 2005 empecé a formar parte de la redacción. Y la verdad es que este trabajo lo valoro mucho porque no tuve que entregar mi curriculum vitae, valoraron mis colaboraciones. Digamos que en este caso mi currículo ha sido mi trabajo, aunque después he hecho un master de periodismo en la Universidad Rey Juan Carlos y aquí estamos, compaginando mi labor de periodista con otros ‘amores’, como yo los llamo: soy miembro del Grupo de Estudio e Investigación sobre los Negros en America Latina ‘Grenal’ de la Universidad de Perpiñán, y también participo en ciclos de conferencias sobre Africa. Además, asesoro a los misioneros que tienen intención de marchar a Africa...
-La verdad es que tienes una vida profesional muy rica y muy imprevista, ¿no?. ¿Qué aconsejas a los estudiantes que todavía no saben cómo orientar su profesión?
-Mi consejo es que no pierdan el ánimo porque vean el futuro incierto. Uno está en la Universidad y a veces puede pensar que lo que hace no va a merecer la pena. Pero no pueden perder la esperanza, lo que deben hacer es estudiar todo lo que puedan, no sólo hay que ir a por el aprobado, porque luego la vida misma te pide muchas cosas y hay que estar preparado. Es mi ejemplo: Yo estudié Historia en la UAH, pero antes había hecho Humanidades en Costa de Marfil, hice una tesis sobre Hispanoamérica y ahora trabajo como periodista. Y todo me ha servido. De hecho, el primer trabajo que tuve, además de dar clases de Doctorado en la UAH, fue el de traductor en una pequeña empresa en la que requerían a alguien que supiera inglés, francés y español... Todo forma parte de la formación y se puede aprovechar, sobre todo porque uno nunca sabe en la vida dónde puede acabar, y más en el mundo en que vivimos, un mundo muy pluridisciplinar, en el que tenemos que afrontar realidades diferentes, pero que coexisten.

Publicado en: Archivo antiguos alumnos