Gema Castillo, premio Jóvenes Investigadores: "la investigación: una pasión, un reto, una ambición"
Gema Castillo es la flamante ganadora del Premio de Jóvenes Investigadores de la UAH en 2009 en la categoría de Ciencias Humanas y Sociales. Profesora Titular Interina del Departamento de Filología Moderna y Subdirectora de la Escuela Universitaria de Magisterio en Guadalajara, se confiesa como una apasionada de la docencia que busca en la investigación ampliar sus conocimientos y mejorar su formación para aportar más a la de los alumnos.
Era la primera vez que Gema Castillo concurría a este Premio, uno de los más ambicionados por los jóvenes investigadores de la UAH, por lo que significa de reconocimiento y recompensa.
-¿Qué ha significado para ti el premio?
Gema Castillo con su diploma en la mano, el día de la entrega del Premio.
-Es un reconocimiento de la Universidad, de la comunidad universitaria, al trabajo que realizamos y un empujón para seguir avanzando en nuevas líneas de investigación. Ha sido una noticia muy agradable y también me ha servido como estímulo: este primer cuatrimestre del año está siendo bastante duro, porque tengo mucho trabajo, y este tipo de cosas son un buen empujón para poder con todo y tratar de hacerlo todo lo mejor posible.
-¿Cuál ha sido tu trayectoria como investigadora?
-Bueno, yo empecé a investigar en la UAH gracias a una beca FPI (Formación de Personal Investigador) de la Comunidad de Madrid. La beca era para cuatro años, pero en el tercero conseguí una plaza de profesora asociada y empecé a dar clases. En el año 2004 leí mi tesis, con la que obtuve el Premio Extraordinario de Doctorado, y desde entonces he seguido investigando. He realizado estancias de investigación en centros extranjeros, principalmente en la Universidad de California, y he participado en diversos congresos en nuestro país y en otros lugares, como Londres, Nueva York, o San Juan de Puerto Rico, donde me invitaron a participar en un ciclo de conferencias y además tuve la suerte de conocer y poder entrevistar a la novelista sobre la que escribí mi tesis.
-Háblenos un poco de su tesis, que parece muy interesante
-Mi tesis se tituló ‘Rosario Ferré, mediadora entre culturas: Sus autotraducciones de Maldito amor y The House on the Lagoon’. Mi estudio gira en torno a Ferré, quien traduce sus propias obras en dos direcciones (del español al inglés y viceversa), y muestra cómo esta autora, bilingüe y bicultural, se acerca al proceso de reescritura, ‘domesticando’ los textos originales mediante la omisión, sustitución o ampliación de información lingüística y cultural para acomodarlos a los lectores que van a recibir las nuevas traducciones. Además de ampliar los horizontes de su producción, creo que Ferré parece intentar reconciliar posturas enfrentadas, puesto que el fluctuante espacio fronterizo entre culturas y lenguas que habitan los autotraductores, precisamente por ser el más conflictivo y dialéctico, resulta a la postre el más enriquecedor.
-¿Hay muchos escritores que se autotraducen?
-Pues hay más de los que uno pueda pensar a priori. Ya en el siglo XVI Tomás Moro, Calvino o Fray Luis de León autotraducían sus obras y en el siglo XX hay muchos otros ejemplos: Guillermo Cabrera Infante, Vladimir Nabokov, Samuel Beckett... y en España hay autores actuales que autotraducen sus obras, como el vasco Bernardo Atxaga, la catalana Carme Riera o el gallego Suso del Toro.
-Las investigaciones que realiza son muy diversas...
-Sí, he participado como miembro de más de una decena de proyectos de investigación que han versado sobre diversas materias, tales como: lengua, género e identidad; literatura postcolonial en lengua inglesa; traducción y mediación intercultural… Además, formo parte de dos grupos de investigación reconocidos por la UAH: COBLA (Corpus-Based Language Analysis) y ALILEX (Análisis Lingüístico del Léxico). Dentro de estos grupos hemos desarrollado diferentes estudios.
-¿En qué ha estado trabajando últimamente?
- Uno de los últimos estudios que hemos llevado a cabo ha sido un análisis sociolingüístico de los anglicismos en las lenguas de especialidad, en concreto, en el lenguaje específico del Turismo, fruto de un proyecto financiado por la Comunidad de Madrid que obtuve como investigadora el curso pasado.
-¿Y cuáles son las conclusiones?
-Mis compañeras y yo, después de analizar las encuestas que elaboramos para saber cómo se reconocen y se utilizan los anglicismos en el campo del turismo, hemos podido atestiguar que muchos de los términos están tan asimilados por los hablantes que ya ni siquiera son conscientes de su procedencia. Esto ocurre, por ejemplo, con el propio término turismo, cuyo origen inglés es reconocido sólo por la cuarta parte de la población encuestada.
-¿Qué te aporta la investigación?
-Yo creo que es algo extraordinario saber más. El conocimiento es necesario para uno mismo y también beneficia a los demás. A mí me apasiona la docencia y, dentro de esa pasión, la investigación es un modo de ampliar mis conocimientos para después poder verterlos sobre mis alumnos.
-Creo que ellos también lo saben reconocer, ¿no?
-Sí, de hecho, si orgullosa y contenta me siento de haber obtenido el Premio de Jóvenes Investigadores, también me siento muy satisfecha y agradecida de que el Consejo de Estudiantes me haya reconocido como una de las mejores PDI de la UAH.
-Entonces, me imagino que recomiendas este tipo de trabajo.
-Por supuesto, la investigación es provechosa siempre. Yo me quito el sombrero ante los compañeros que investigan en ciencias experimentales, porque sus descubrimientos sirven para salvar vidas y para mejorar nuestra calidad de vida en muchos ámbitos. Y creo que la investigación en ciencias humanas y sociales también es muy enriquecedora, porque se trata de esclarecer aspectos de nuestro lenguaje y de nuestros pensamientos, descubrir elementos de nuestra cultura, afianzar conocimientos sobre nuestra forma de ser… Así que animo a todos los estudiantes a que se aventuren en este mundo.
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