Las setas: se abre la veda
Otoño es sinónimo también de setas. Crecen arropadas por la sombra de los árboles y en entornos escasos de luz y hay muchas especies venenosas que, incluso, pueden llegar a matar, de ahí ese halo de misterio que las envuelve y las mistifica. Este año el profesor de Botánica de la UAH, Gabriel Moreno, preconiza una mala temporada de setas en el entorno centro del país debido a la sequía.
Ir a buscar setas es todo un ritual que empieza con una buena disposición para salir al campo, aunque haga frío, y aventurarse a volver con un cesto lleno de setas comestibles o con un cesto lleno, sólo, de buenas intenciones, pero es un ritual con cierto encanto que repiten cada otoño miles de personas aficionadas a esta actividad que, este año, se presenta un poco más difícil si cabe, según el profesor de Botánica de la UAH, Gabriel Moreno.
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Gabriel Moreno es especialista en micología y un gran aficionado a la recolección de setas. |
-¿Por qué habla de una campaña mala de setas, profesor?
-Bueno, las lluvias del verano son importantes para que en septiembre y octubre empiecen a fructificar las setas en los entornos de los árboles. Los níscalos, los boletus, los tricolomos, y este año no ha llovido y las temperaturas del otoño también están siendo altas, así que no va a ser un buen año micológico, desde luego, en esta parte de España. No así en otras. En Toledo, por ejemplo, está siendo una buena temporada.
-Recoger las setas, como yo he indicado antes, es todo un ritual que tiene que hacerse bien si se quiere preservar la producción de las setas.
-Sí, hay que intentar no romper las setas cuando se recolectan y también hay que tratar de no cortar las que nos parezcan venenosas o no nos parezcan comestibles; hay que respetarlas porque tienen una función importante a la hora de preservar las masas forestales en los bosques.
-En este entorno de Alcalá de Henares y Guadalajara ¿es fácil recolectar setas?
-Estamos en una zona con una norme presión demográfica y eso dificulta, normalmente, el acceso a las setas; pero también es cierto que estamos en un sitio estupendo, porque el campo está a tres minutos y es una cuestión de salir al campo, buscar los rodales y de que cada uno encuentre su tesoro particular.
-Un buen recolector de setas nunca cuenta sus secretos, ¿no?
-Por supuesto que no. Eso forma parte del ritual. Tenemos que buscarlas y si las encontramos, hemos tenido suerte. Es como todo en la vida. El que es de campo suele tener más facilidad, eso sí, pero los que no lo son también pueden probar suerte, porque a veces la suerte sonríe a los no iniciados.
-Las setas venenosas siguen matando, a pesar de las continuas recomendaciones...
-Sí, precisamente hace pocos días hemos tenido en la facultad de Farmacia de la Universidad Complutense un encuentro en el que se han expuesto las intoxicaciones producidas por las setas en los últimos 10 años y se en ese encuentro se ha puesto de manifiesto que, incluso, algunas setas que se consideraban que eran comestibles han sido la causa de alguna intoxicación. Por desgracia, todos los años tenemos intoxicaciones mortales y esto tiene que evitarse a toda costa.
-¿Cómo puede detectar una persona que haya ingerido setas que está intoxicada?
-Cualquier persona que haya comido setas y tenga después un malestar general, aunque sea leve, tiene que acudir al médico. Puede haber también vómitos, fuerte diarrea... Si se acude al médico rápidamente se pueden salvar, pero si lo dejan para el día siguiente pueden morir. Yo lo que recomiendo siempre es que nadie se coma nada que le genere la mínima duda y si existen dudas pueden acercarse a la facultad, a Biología Vegetal, que nosotros les asesoraremos sin ningún problema. Es mejor hacer esto que fiarse de libros o de internet, porque en fotos muchas setas se parecen y pueden correrse riesgos innecesarios.
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