Piojos...esos bichitos molestos
El Area de Parasitología de la facultad de Farmacia ofrecerá los días 10 y 11, dentro de la XI Semana de la Ciencia, un taller de prevención y control de la pediculosis para que los niños vean a los piojos como un problema a tratar, pero sin complejos.

Son minúsculos –bueno, algunos no tanto-, caprichosos –eligen sus cabezas no se sabe bien por qué criterios- y persistentes –cada vez son menos estacionales- y causan más de un quebradero de cabeza, y nunca mejor dicho, a millones de padres que año tras año ven cómo los piojos, lejos de erradicarse, se multiplican y contagian a sus hijos. Las profesoras de la UAH, Consuelo Giménez y Nieves Casado han diseñado un taller para ayudar a los niños a asumir la existencia de estos ‘locos bajitos’ que tanto les importuna y a hacerles entender que los contagios no deben generar, en ningún caso, marginaciones dentro del aula. Consuelo Giménez explica los contenidos del taller y habla sobre la pediculosis. Consuelo Giménez habla en la entrevista del taller de prevención de la pediculosis y de cómo afrontar el contagio
-Profesora , ¿en qué consiste este taller y cómo surge la iniciativa?
-El taller está dirigido a niños de entre 4 y 6 años y trata de dar respuesta a las incertidumbres que se generan en los niños cuando se produce un contagio de piojos. Los niños son los primeros que identifican este problema y pensamos que tienen que conocerlo para no asustarse y también para tratar de evitar discriminaciones absurdas dentro de las aulas. Ellos tienen que ver la pediculosis como algo normal, que no está para nada identificado con asuntos como la inmigración o la pobreza, como muchos piensan. Dentro de este taller realizamos tres actividades: por un lado, se presenta el tema y se interactúa con los niños mediante dos marionetas, Piruja y Nicolasillo, que les introducen en el tema; después, realizamos un cuenta-cuentos, es decir, contamos cuentos de piojos, como un medio también de fomentar la lectura entre los niños y, por último, les enseñamos los piojos en el microscopio y realizamos un taller para explicarles con su lenguaje algunas pautas para prevenir el contagio, como no compartir gomas del pelo, gorros o auriculares. Además, con el fin de ayudar a padres y profesores hemos realizado en colaboración con el Servicio de Audiovisuales del ICE, y editado desde el Servicio de Publicaciones de la UAH un DVD en el que recogemos toda la actividad y cuestiones de interés referente a este tema.
-Una pregunta que se hacen todos los padres y que tiene mucha leyenda negra es ¿por qué los piojos, que antes aparecían de forma puntual, en otoño o en primavera, ahora se han convertido en un problema durante prácticamente todo el año?
-Para empezar hay que aclarar que los piojos no son un producto de ayer, ni lo ha creado ninguna empresa farmacéutica, como dice alguna leyenda urbana. El piojo ha convivido con el hombre desde siempre y tiene toda la pinta de querer seguir con nosotros. ¿Por qué está dejando de ser un problema estacional, de otoño y primavera? Pues porque está muy adaptado al hombre y las temperaturas son más altas en los últimos años, los inviernos son más cálidos, ya no hay tanta diferencia entre estaciones y están desapareciendo los brotes periódicos.
-Es evidente que en la casa donde aparecen los piojos se produce una pequeña convulsión y también lo es que parece que los parásitos son duros de roer y no están dispuestos a marcharse así como así, ¿por qué son cada vez más persistentes?
-No se trata de que sean más persistentes, que también lo son, se trata de hacer las cosas bien. Nuestra experiencia nos ha servido para darnos cuenta de que los papás y las mamás no hacen los tratamientos completos. Es cierto que enseguida todos acudimos a la farmacia y nos dejamos orientar sobre el tratamiento más adecuado y lo aplicamos sin demora, pero en el momento en que desaparecen los piojos nos olvidamos y no pensamos que en todo tratamiento lo fundamental es el seguimiento y esto se realiza con el uso de la lendrera, que elimina las liendres. Si las liendres no se eliminan, tendremos nuevos piojos y será muy complicado erradicarlos. Vivimos en una sociedad marcada por las prisas pero en este caso, las prisas no son buenas. Hay que tener paciencia y pasar la lendrera cada día para matar las liendres.
-Hay también un mito muy extendido sobre la resistencia de los piojos a los fármacos...
-Es cierto, los piojos como todos los insectos se adaptan a los insecticidas que hay en el mercado, por eso constantemente salen productos nuevos. Lo más importante en este asunto, repito, es ser muy minucioso y muy metódico, revisar bien el pelo y tener mucha paciencia hasta lograr que desaparezcan. Además, otra de nuestras recomendaciones es que en cuanto un niño tenga piojos, los padres lo comuniquen al tutor en el aula porque tiene que ser un problema tratado globalmente. No estoy diciendo que todos los niños de la clase tengan que hacer el tratamiento si no tienen piojos, quiero decir que todos los padres tienen que estar atentos, revisar las cabezas, por detrás de las orejas y la nuca, y si ven parásitos comunicarlo y realizar el tratamiento.
-En algunos colegios piden a los padres que los niños con piojos no vayan a clase ¿cree que es lo más adecuado?
-En absoluto. Entre otras cosas porque eso ya es una medida excluyente que es precisamente lo que no queremos transmitir con la actividad. El niño tiene que someterse al tratamiento correspondiente y tiene que haber una comunicación fluida entre padres y profesores para tratar el problema de manera global. No es nada malo .
-¿Recomienda tratamientos preventivos?
-Para nada . Utilizar productos químicos, a menudo, como preventivos en una cabeza sana puede generar otro tipo de problemas en la piel, y el efecto es nulo. Los medicamentos no se pueden utilizar como preventivos, un analgésico se toma cuando te duele la cabeza, pero no se toma para evitar que te duela. Pues con esto lo mismo. También hay algunas cosas que a los piojos no les gusta: la gomina, por ejemplo, no les gusta, porque les cuesta agarrarse al pelo y poner sus huevos. Y luego está el mito del uso del vinagre como antipediculicida cuyo uso frente a los piojos no tiene base científica. Las concentraciones de ácido acético que tiene el vinagre común no son efectivas, aunque quizás deja el pelo más sedoso, y eso puede provocar que les cueste más agarrarse.
-¿Cómo hay que actuar en una casa cuando aparecen los piojos?
-Lo primero tranquilidad y paciencia. Mucha paciencia. Si se ha observado una gran cantidad de parásitos, la recomendación es que todo tipo de cosas que haya estado en contacto con ellos se meta en bolsas de plástico y se cierre herméticamente, para no facilitarles el aporte de oxigeno. Después, se pueden lavar normalmente. Y a nivel personal ya lo hemos dicho: higiene personal, aplicación del tratamiento, cuando aparezcan los parásitos y uso paciente de la lendrera –la manual mejor que la eléctrica.
-Una última pregunta , ¿por qué hay personas muy propensas al contagio y otras que no se contagian nunca?
-¡Ah!, ¿Quién conoce las preferencias de los insectos? ¿Por qué los mosquitos no se acercan a algunas personas y a otras las acribillan? Como todos los parásitos, los piojos buscan protección, calor y alimento y lo demás puede estar relacionado con las característica físicas de las diferentes personas (sudor, diferencias entre eliminación de electrolitos) o con la facilidad o dificultad de acceso (tipo de pelo..). Pero la verdad es que aún no se sabe bien por qué estos parásitos tienen preferencias.
Publicado en: Archivo actualidad