El amor en la literatura hispánica: Un recorrido por el siglo XX con el profesor Pedro Carrero

Pedro Carrero Eras, profesor del Departamento de Filología, continúa con su empeño de llevar la literatura a todos los rincones del alma humana. Si ya el año pasado llevaba 15 años dirigiendo cursos de verano, este estío no podía dejar de hacerlo. No hay temas que la literatura no haya fondeado y el amor es uno de ellos. Un sentimiento universal que no pasa de moda, aún en tiempos de crisis cuando de todo escasea, y que Carrero analiza en su curso de verano, El tema del amor en la Literatura hispánica contemporánea. Y es que, el querer, está presente siempre: “donde hay personajes de ficción, tarde o temprano termina por aparecer el amor”.

Pedro Carrero, en la Escuela Universitaria de Magisterio de Guadalajara
Pedro Carrero Eras, profesor del Departamento de Filología, continúa con su empeño de llevar la literatura a todos los rincones del alma humana. Si ya el año pasado llevaba 15 años dirigiendo cursos de verano, este estío no podía dejar de hacerlo. No hay temas que la literatura no haya fondeado y el amor es uno de ellos. Un sentimiento universal que no pasa de moda, aún en tiempos de crisis cuando de todo escasea, y que Carrero ha analizado en su curso de verano número 16, “El tema del amor en la Literatura hispánica contemporánea”. Y es que el querer está presente siempre: “donde hay personajes de ficción, tarde o temprano termina por aparecer el amor”.

- ¿Cual es el objetivo del curso, “El tema del amor en la literatura hispánica contemporánea”?
Queremos ofrecer al alumno una panorámica del tema del amor en la creación literaria hispánica del siglo XX. Tratamos el amor en sus variadas facetas e interpretaciones, siempre a través de esa transformación que se produce en la obra literaria: vida y literatura. Así, en una parte de las conferencias surgen nombres como Rubén Darío, Enrique Jardiel Poncela, Juan Eduardo Cirlot, Javier Marías, mientras que en otra los aspectos que se tratan tienen un carácter más general, como la generación del 27, los novísimos, y la narrativa y la poesía más recientes. En esta parte surgirán, sin duda, otros muchos nombres de escritores, algunos de ellos clásicos contemporáneos.

- ¿Cómo se les ocurrió la idea de tratar el amor en la literatura?
En primer lugar, porque es un tema muy atractivo, y porque, al tratarlo, se puede conjugar el rigor académico con la amenidad y la capacidad de comunicación y divulgación (lo que solemos hacer siempre en nuestros cursos). En segundo lugar, porque toda la creación literaria, como la artística en general, está impregnada del tema del amor en cualquier época y lugar, y de cualquiera de las múltiples manifestaciones que el amor presenta. Podría haber una tercera explicación, coyuntural: el tema del amor en tiempos de crisis y pandemias posee una especial capacidad de seducción.


"Creo que la obra literaria de amor mejor hecha es 'La vita nuova'
, de Dante Alighieri. Y estamos hablando de amor platónico"



- El amor es un sentimiento universal que todo el mundo experimenta pero cada persona lo hace de una manera diferente y además, en la literatura, se traduce en palabras ¿Es fácil escribir sobre amor?
En cuanto a si es fácil o no, sobre cualquier tema cardinal (el amor, la muerte, la injusticia, el problema de la existencia, Dios…) se puede escribir con mayor o menor facilidad y con mayor o menor elaboración, y de forma más o menos original. El resultado dependerá de la habilidad, el estilo y el sentido artístico del escritor, es decir, en el mayor o menor acierto a la hora de seleccionar y combinar palabras y otras estructuras de la comunicación literaria. Le voy a poner un ejemplo. A Paul Valéry le parecía detestable que en su época todavía se pudieran escribir frases tan vulgares como “La marquesa salió a las cinco”. Bueno, hay muchas obras escritas así, con ese estilo tan socorrido, pero el resultado artístico dependerá de todo el conjunto de la obra, se trate del género literario que sea, poesía, novela, teatro. Traslademos esto al tema amoroso y piense en una novela en que aparezca lo siguiente: “La amaba con locura y jamás había querido a nadie como a ella”. ¿Habrá que hacer caso a Valéry…?

- Analizar este tema cardinal en la literatura ¿Se torna complicado?
Le confesaré que no me parece de los más difíciles. Hay otros más complicados, como, por ejemplo, la pertenencia o no de un escritor a una determinada ideología, pues hay ejemplos sinuosos y contradictorios. De todas formas, los críticos literarios estamos acostumbrados, como el psicólogo, a tropezarnos con muchos laberintos.

- Dice que hay muchos alumnos matriculados: ¿El tema del amor no pasa de moda?
Ni pasa de moda ni pasará: el amor adoptará, con los nuevos tiempos, nuevas facetas, nuevas máscaras, nuevos disfraces, pero la esencia del amor y de eso que está tan unido al amor, que es el sexo, permanecerá inalterable y, por consiguiente, será un tema que siempre despierte interés. Voy a fantasear, si se produce, con los avances técnicos, una deshumanización total e irreversible, serán las máquinas –esos androides tan bien construidos– quienes tomen el relevo. En una pared de casa tengo colgado una portada de un “Especial Robot”, del cómic Metal Hurlant de los 80: dos robots muy humanoides y bellos, uno masculino y el otro femenino, se funden en un voluptuoso abrazo de amor. Y acuérdese de los replicantes de Blade Runner: algunos de ellos aman mejor que nosotros. Claro que todo es producto del ser humano…


"La esencia del amor y de eso que está tan unido al amor, que es el sexo, permanecerá inalterable y será un tema que siempre despierte interés"


- Bajo su punto de vista ¿Cuál es la obra literaria de amor mejor hecha?
Pues mire, La vita nuova, de Dante Alighieri. Como dijo Dámaso Alonso en su día al comentar uno de los sonetos de esta obra, si todavía tengo ilusión, si todavía queda en mí algo del niño que fui, si todavía creo en la humanidad, a los sonetos de Dante se lo debo. Y estamos hablando, precisamente, de amor platónico, de neoplatonismo.

- ¿Se puede escribir sobre amor, sin que sea autobiográfico?
Por supuesto que sí. Desde el poeta de cancionero que hacía poemas de amor por encargo hasta el más moderno poeta o novelista. En el escritor novel hay una tendencia a echar mano de lo autobiográfico, es el recurso cómodo, y todos empezamos así al escribir poesía o narración, mientras que el escritor avezado y con más horas de vuelo sabe construir personajes e historias amorosas que no tienen por qué coincidir necesariamente con situaciones de su vida. Y crea personajes vivos, independientes, exentos. Aunque hay que decir que lo autobiográfico, incluido lo amoroso, siempre suele estar presente de una forma sutil, al menos en lo que a la experiencia vital se refiere.

- Díganos el título de una obra contemporánea que encaje en el tema de:
Amor-odio: La carta al padre, de Franz Kafka. Dentro de las relaciones afectivas paterno-filiales.
Amor platónico: El obispo leproso, de Gabriel Miró. El obispo está enamorado platónicamente –¡qué remedio!– de una mujer.
Amor feliz: La voz a ti debida, de Pedro Salinas. El triunfo de la amada de carne y hueso en poesía: “La vida es lo que tú tocas”.
Amor desgraciado: La muerte en Venecia, de Thomas Mann. Nada más triste que la desolación del protagonista.
Amor sexual: Paradiso, de Lezama Lima. Y cualquier obra de la magnífica colección La sonrisa vertical.

- ¿Hay buenas historias que no tocan el tema del amor? Por aquello de que en una buena novela no puede faltar un romance...
Es muy difícil encontrar historias que no traten el tema del amor, aunque sólo sea de pasada o secundariamente. Pensemos, por ejemplo, en El Jarama, de Rafael Sánchez Ferlosio, una de las mejores novelas de la posguerra, y nada más lejana de lo que entendemos por “novela con romance”. Pues en esa obra con tantos personajes y tantas conversaciones aparentemente vulgares, surge el amor (algo de amor) en la vida de una tímida y desamparada muchacha justo en unos momentos anteriores a su muerte. Donde hay personajes de ficción, tarde o temprano termina por aparecer el amor.