La profesora de Lingüística de la UAH, Ana Mª Cestero, reflexiona sobre la acción de saludar
Un apretón de manos, un abrazo, levantar la mano y agitarla, dar un beso, o dos, o tres. Todos los días saludamos a los que nos rodean: familiares, amigos, compañeros, conocidos o desconocidos. El catálogo de saludos humanos en todo el globo, es amplísimo y nos ha acompañado por las distintas épocas de nuestra existencia. Ana Mª Cestero, profesora de Lingüística de la UAH, es experta en formas de saludo en comunicación no verbal y como tal, desvela los entresijos de este ritual, claro signo de nuestra complejidad como seres sociales.
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Ana María Cestero, profesora de la UAH y experta en formas de saludo en comunicación no verbal |
Hoy en día todas las formas de saludo son culturales y como las palabras, van pasando de generación en generación, como préstamo, fluctuando por las distintas épocas, y en ocasiones, variando su significado. Los griegos y los romanos establecieron las bases de este idioma sin palabras en el mundo occidental y ambos, practicaban casi las mismas formas de saludo, entre las cuales destaca el hábito de estrecharse la mano.
UN CLÁSICO
El apretón de mano es un hábito casi inmemorial, prueba de ello son algunos relieves en piedra griegos que datan del Siglo V a.C, o pinturas en las que Hernán Cortés selló, en 1519, su primer encuentro con Moctezuma de esta casi ‘eterna’ manera. El acto de estrecharse la mano se puede encuadrar en expresiones de apaciguamiento y es posible que este hábito sirviera al principio para sellar acuerdos y que luego, se convirtiera en saludo en sociedades donde los comerciantes jugaban un papel destacado.
“La forma de saludo no verbal más universal hoy en día es el estrechamiento de mano” remarca Cestero “por toda la globalización y por los contactos que se tienen a nivel general se utiliza, tanto en culturas de contacto como son las culturas mediterráneas, árabes y africanas, como las de no contacto. Sin embargo la forma y a veces, el significado, es diferente”. También hay que tener en cuenta el contexto de uso ya que no es lo mismo un saludo en un contexto formal entre personas que no se conocen o en una situación de negocio, en la que el saludo más extendido es el apretón de manos que en un contexto informal, con conocidos, con familiares, en el que los saludos van desde los abrazos, hasta otros.
BESOS VS. SALUDOS RESPETUOSOS
Si ha pensado en besos, eso es otro cantar. Su origen es antiguo siendo una demostración de afecto que supone más aproximación física (en el Extremo Oriente lo consideran algo exclusivo del acto sexual) y que posteriormente, se convirtió en ritual de bienvenida sobretodo en culturas de contacto, aunque también se da en regiones donde la cultura no es específica de contacto como en ciertas zonas de Francia. Allí sí se dan besos para recibirse, tres concretamente, pero de un modo más ritualizado que en España donde se dan dos, o en áreas hispanoamericanas donde se dan desde uno hasta tres. Se maneja la hipótesis de que los romanos besaban a sus mujeres en la boca para comprobar que no habían bebido vino, ya que ellas lo tenían prohibido y su ingesta era castigada con pena de muerte.
Pero no sólo estrechando la mano y dando besos se saluda el hombre. Hay otros rituales de acceso en la comunicación no verbal que muestran un respeto hacia el “saludado”. La genuflexión, o la inclinación de la cabeza, común en algunos países orientales, son buenos ejemplos de ello. “Los saludos orientales son de este tipo. Bajan la cabeza y lo hacen en mayor o menor grado, dependiendo del respeto que muestren hacia la persona a la que van a preceder” explica Cestero. Este ritual, como muchos otros saludos contemporáneos, podría ser un vestigio de manifestar acercamiento a un superior en culturas marcadas por diferencias sociales muy rígidas.
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El saludo universal. El apretón de manos es el saludo más extendido en el planeta, en contextos formales |
No todos los saludos tienen que ir acompañados por una comunicación posterior. El saludo es la puerta al acceso pero en ocasiones son de paso y se hacen sin más. “Nosotros como saludo de paso solemos utilizar el alzamiento de mano”. Y es que levantar la mano al prójimo parece de los saludos más universales que hay porque se encuentra en casi todas las culturas. Ya en el mundo grecorromano se imprimió la costumbre de alzar el brazo, una forma de saludo con diversos significados. Uno, el de desear buenos augurios, otro el de permitir a los hombres que se iban a encontrar, comprobar que ninguno de ellos empuñaba armas. Esta última explicación podría respaldar que en casi todos los rincones del planeta se levante la mano hacia arriba, algo que practicamos sin ni siquiera pensar en su significado originario.
¡CHOCA ESOS CINCO!
Que la cultura incide en las formas de saludo es algo patente pero tanto el sexo, como la edad, también son diferenciales a la hora de dar la bienvenida a la otra persona. Hay saludos que hacen más las mujeres y mientras los dos besos entre hombres en España no se estilan, en los países árabes es totalmente normal. Ana María comenta estas diferencias entre sexos y entre los grupos de diferente edad. “Los jóvenes no tienen los mismos saludos que los adultos, o crean saludos que son moda, que se dan durante un tiempo y luego desaparecen". Hay saludos que se convierten en identidad de una fase de la vida de un grupo generacional y "cuando llegas a una edad adulta dejas de utilizarlo”. Podría ser el caso de 'chocar los cinco' y hablando de dedos, enmarcado en los saludos con connotaciones reivindicativas o políticas, destaca el puño alzado de los partidos de izquierda europeos. Cerrar el puño podría significar la unión de los oprimidos simbolizado por los dedos ya que éstos por separado tienen menos fuerza y si se juntan dejan de ser débiles. Cestero explica que son saludos específicos creados para una situación, o por un tipo de personaje determinado, que se quedan en el tiempo como marca de lo que fue y que “se identifican con una ideología, una época o una forma de pensar”.
PARA GUSTOS LOS SALUDOS |
Hay formas de utilizar los saludos cuanto menos curiosas y que pueden resultar incómodas dependiendo de las culturas. En la India, por ejemplo hay que tener un poco de paciencia ya que hay zonas donde se estrechan la mano y no se sueltan hasta que empieza el primer núcleo de la conversación. Aunque si este ritual de acceso tan largo nos puede resultar incómodo, más comprometido es en Brasil, donde los interlocutores están abrazos, mientras hablan. Allí los abrazos duran hasta que ya ha empezado la conversación. En el Cáucaso le cachearán tocando sus caderas con ambas manos para darle la bienvenida, un saludo que responde a épocas pasadas cuando se registraba a los forasteros para buscar armas escondidas. Los tibetanos saludan enseñando la lengua y esquimales y maoríes frotan su nariz contra la nuestra. Si se encuentran un español, un francés y algún italiano (dependiendo de la zona que sea), y van a darse los besos de “el gusto es mío”, tenga en cuenta la dirección ya que los españoles empiezan yendo hacía su izquierda, y dando el primer beso en la mejilla derecha del interlocutor, sin embargo, en Francia es justo por el lado contrario. No es un chiste pero la situación puede resultar algo embarazosa y quizá, despierte alguna sonrisa burlona. |
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