Roberto Goycoolea y Paz Núñez, en el claustro de la Escuela Técnica de Arquitectura de la UAH

Angola es un país del suroeste de África cuya capital es Luanda. Con una situación política y social peculiar, Angola ha estado prácticamente 40 años en guerra hasta que en 2002 se firmó la paz. La población de las zonas rurales se trasladó hacia Luanda y se estima que, actualmente, podrían alcanzar los siete millones de habitantes. De los cuales, el 80% lleva viviendo 15 años en tugurios o en zonas donde no hay ningún tipo de servicios como agua corriente, luz, ni alcantarillado. Fue en 2002 cuando el primer grupo de voluntarios de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la UAH llegó a Angola, comenzando así un proyecto de cooperación al desarrollo del país africano.
Hasta el 2005 se hizo hincapié en temas referentes a la habitabilidad básica, llevando a cabo proyectos con comunidades locales como el mejoramiento barrial, de infraestructuras o la construcción de centros de acogida y bibliotecas. A partir de entonces, a esta labor de desarrollo se le ha sumado, de forma paralela, una nueva vía de cooperación, la académica que coordinan Roberto Goycoolea y Paz Núñez, profesores de la Escuela.
Aunados con la escuela de Arquitectura de Luanda se está firmado un convenio específico, entre ambas universidades, para poder actuar en varios frentes. Determinar cuáles son las estrategias de cooperación conjunta que fortalezca a la Universidad de Luanda para adecuarla a las necesidades de la sociedad angoleña y que se disipe el déficit en la formación del arquitecto; La posibilidad de que haya un intercambio de alumnos voluntarios y profesores; y un proyecto de planes de estudio, donde existe un interés por ambas partes, de incluir cuestiones como son la habitabilidad básica. Éste es un tema que en las escuelas de Arquitectura españolas no se toca más allá de un postgrado o cursos esporádicos. “Nosotros para paliar esto, que tampoco se va a incluir en el nuevo plan de estudios y creemos, es una asignatura pendiente de la Universidad, vamos a montar en febrero un curso teórico-práctico de Intervención en Habitabilidad Básica: arquitectura a bajo coste, adecuación de los medios y construcción, involucrar mediante una acción participativa a las comunidades locales, etcétera. Siempre con la colaboración de los alumnos de la Escuela, de los que estamos muy orgullosos por su alto grado de implicación en nuestro departamento” comenta el profesor Goycoolea.

Imágenes de Luanda tomadas por el grupo de cooperantes de la Escuela de Arquitectura, este verano

Cooperación Universitaria
La preocupación por parte de la Universidad Española sobre los problemas del mundo no es nueva, pero sí es cierto que la realidad del Tercer Mundo, es una realidad que a nivel de percepción, es minoritaria. Mientras en otras Universidades hay un Vicerrectorado de Cooperación, el Vicerrectorado de Relaciones Exteriores de la UAH está haciendo un esfuerzo colosal. El problema es que todavía es una Universidad joven en temas de cooperación y aunque, existe un número significativo de gente con voluntad, los estatutos no contemplan esta figura del cooperante que coordine actividades de fortalecimiento universitario, clases, investigación conjunta, formación o asesorías técnicas. “La Escuela de Arquitectura no es todavía madura para dar el paso de concebir la cooperación, como algo profesional, equiparable a cualquier otra investigación, o importante como puede ser un Postgrado de Cálculo de estructura o de Patrimonio. La Universidad debe implicarse y valorar el trabajo. Hasta que no seamos capaces de ver que la formación en cooperación está al mismo nivel que cualquier otra especialización en Arquitectura, no va haber posibilidad de implementarlo y tiene que serlo” expone Paz.
El aspecto de cooperación se trabaja de una manera trasversal y multidisciplinaria y es un tema ligado a la implicación personal. “El motor por el cual tú empiezas a trabajar en cooperación” explica entusiasta Paz “es porque ves unas situaciones de injusticia, de degradación humana y de falta de dignidad. Te implicas humanamente. Pero nunca hay que perder la perspectiva de que cooperación significa trabajar con otro, de manera conjunta. No es un nuevo colonialismo, ni es paternalismo. Hace falta una formación para cooperar, una ética y hace falta que el cooperante se implique y trabaje de igual a igual. La mayor riqueza del tema de cooperación es entrar en contacto con una realidad distinta que te aporta mucho más de lo que uno se cree”

Desde España, el primer paso es concienciar
Para dar a conocer la realidad de la cooperación y potenciar su trabajo, el departamento de Paz y Roberto ha organizado, dentro del convenio entre las Escuelas de Arquitectura, una exposición divulgativa sobre la arquitectura moderna de Luanda, de los años 50 y 60 del siglo pasado. Por otro lado, la intención por parte del Vicerrectorado de Relaciones Internacionales de organizar las actividades de cooperación, de manera más completa, es un gran paso para una Escuela de Arquitectura que sigue empeñada en hacer de este mundo un lugar mejor para todos.

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