Tres estudiantes de la UAH premiadas por el proyecto de voluntariado ‘Una mano amiga en tu hospital'



Miriam Díez Díez
, de Biología Sanitaria; Nieves López Gil, de Farmacia y Sara Martínez Loureiro, de Enfermería
son las tres estudiantes de la UAH implicadas en este proyecto, galardonado con el Premio al Voluntariado Universitario de la Fundación Mutua Madrileña.

Este proyecto consiste en el acompañamiento y apoyo afectivo a personas que están en soledad, son mayores dependientes o tienen algún tipo de discapacidad o limitación funcional y que, por causa de una enfermedad aguda, crónica o terminal, están ingresadas en un hospital o acuden al servicio de urgencias o a las consultas externas. Los voluntarios también elaboran guías para acompañantes de enfermos en consultas externas y de acompañamiento en

Las premiadas con otros voluntarios del hospital.
urgencia a pacientes y familiares y a pacientes ambulatorios con discapacidad.

En 'Una mano amiga en tu hospital' participan 44 estudiantes de universidades madrileñas en colaboración con la Fundación Desarrollo y Asistencia. Los voluntarios prestan ayuda en 12 hospitales de la Comunidad de Madrid.
En esta entrevista, las estudiantes de la UAH, que se integraron en el proyecto mediante el programa de voluntariado de la Oficina de Cooperación Solidaria de la UAH, hablan de sus motivaciones para implicarse en esta iniciativa, que se desarrolla desde hace 15 años.

-¿Qué tal os ha sentado este reconocimiento de la Fundación Mutua Madrileña?
-Miriam: Este premio ha supuesto un reconocimiento a nuestra labor y eso nos anima y nos motiva a continuar haciendo voluntariado. Además, estamos seguras de que servirá para despertar el espíritu solidario de otros compañeros que compartirán nuestras inquietudes. Los 10.000 euros que hemos recibido ( es la dotación económica del premio) nos ayudará a mejorar los proyectos que tenemos con más medios materiales y a empezar otros nuevos, como un voluntariado en Pediatría.

-¿Qué os animó a participar en este proyecto en concreto? ¿Por qué éste y no otro?
-Sara: A mí personalmente me interesó el ámbito hospitalario porque está relacionado con mi formación y me pareció una forma interesante de conocer el medio. Además pensé en lo difícil y duro que tiene que ser pasar solo por un ingreso hospitalario. La soledad es dura en cualquier momento, pero más durante una enfermedad y en un medio tan hostil como es el hospital.
-Nieves: Lo que me animó fue la necesidad de querer ayudar a otras personas, de darles un poquito de mí. Yo elegí el proyecto en parte por proximidad, porque tenía el hospital justo a la salida de la Facultad, y en parte porque me pareció que era una bonita manera de ayudar.
-Miriam: La ONG Desarrollo y Asistencia también desarrolla otros proyectos en residencias de ancianos, con personas discapacitadas y de ayuda a ancianos en sus casas, pero a nosotras nos llamó la atención este: lo realizamos en el hospital del campus y nos dimos cuenta de que no hace falta irse al extranjero para encontrarse con gente necesitada: los tenemos aquí, muy cerca de nosotros.

-¿En qué consiste vuestro trabajo de voluntarias, dónde lo ejercéis, cuánto tiempo dedicáis a la semana, desde cuándo participáis y qué valoráis de esta experiencia?
-Sara: Consiste en el acompañamiento a los pacientes que requieran un poco de atención, que les apetezca charlar y tratamos de amenizarles la tarde. Dedicamos dos horas a la semana en el Hospital Universitario Príncipe de Asturias. Yo, personalmente, llevo 3 años haciendo voluntariado. Para mí lo más importante de esta experiencia es la capacidad que tenemos para paliar el dolor, el sufrimiento y la soledad de centenares de personas que cada día nos esperan en sus habitaciones. No hay nada que recompense más nuestra tarea que la sonrisa de toda esa gente.

-¿Qué os está enseñando la soledad de los demás? ¿Hay tanta gente sola como parece o, en un país como el nuestro, esto sigue siendo excepcional?
-Nieves: A mí me ha enseñado que nosotros a veces nos podemos sentir solos, pero no se puede comparar con cómo se encuentran otras personas, que no tienen con quién hablar casi nunca. Yo no sabía que había tanta gente sola, hasta ahora pensaba que era algo lógico tener una familia que te apoye en los momentos difíciles. Pero me he dado cuenta de que puedes tener una familia, pero que por diversos motivos esa familia no está en determinados momentos.
-Miriam: Hacer voluntariado de forma continuada nos está ayudando a ser conscientes de que la soledad es un problema muy frecuente en nuestra sociedad, pero sobre todo nos hemos dado cuenta de que tiene solución, y está en nuestras manos: basta compartir una pequeña parte de nuestro tiempo con ellos.
-Sara: Hay muchísima gente sola, más de la que imaginamos y, por supuesto, esto no es una excepción en nuestra comunidad. Cada día vemos a madres, padres, abuelos... completamente solos. Han trabajado toda su vida para sus familias y, llegada cierta edad, su familia los olvida. También hay que reconocer que nuestro ritmo de vida impide estar todas las horas que nos gustaría con nuestros familiares enfermos, y por eso nosotros los voluntarios tratamos de suplir esos huecos, siendo de ayuda al paciente, pero también a la familia, que puede estar más tranquila si sabe que vamos a ir a ver a su madre o su abuelo.

-¿Por qué animaríais a otros estudiantes a ejercer algún tipo de acción de voluntariado?
-Nieves: Yo animaría a otros estudiantes a realizar voluntariado para que descubran nuevas experiencias y formas de ver el mundo diferentes a las que estamos acostumbrados. Y, además, es increíble todo lo que puedes aprender de otras personas. Sobre todo, yo he aprendido a escuchar, que muchas veces es nuestro problema, que no sabemos escuchar lo que nos están diciendo.

-¿Cómo os enterasteis de la existencia de este programa?
-Sara: Yo jamás habría descubierto este programa de voluntariado de no haber sido porque lo leí en la cuenta de Twitter de la UAH.

(Foto de la portada procedente de El País)