El cobre, un mineral valioso para la salud

Un equipo de investigación de la UAH, bajo la batuta de la profesora Victoria Aguilar y en colaboración con el Hospital Príncipe de Asturias, están estudiando el síndrome metabólico. Una dolencia que podría ser la causa de la obesidad o la diabetes y de la que se ha sacado una interesante conclusión: El cobre podría resultar clave a la hora de tratar esta patología.

Profesora Victoria Aguilar, del departamento de Nutrición, Bromatología y Toxicología de la UAH
La obesidad, la diabetes o la hipertensión son enfermedades que pueden tener graves consecuencias para la salud y que pueden estar producidas por lo que se conoce como síndrome metabólico. Una dolencia de la que se sabe muy poco y que la Universidad de Alcalá está estudiando con la colaboración de los médicos del Hospital Príncipe de Asturias.
El equipo liderado por Victoria Aguilar, profesora del departamento de Nutrición, Bromatología y Toxicología de la UAH, ha realizado un estudio para determinar si el síndrome metabólico está vinculado a alteraciones en sangre de diversos elementos minerales -magnesio, cobre, zinc, cromo y níquel-.
La conclusión que se desata de los resultados es que de los elementos analizados, el cobre es el que presenta las diferencias más sustanciales, lo que le coloca en un papel destacado a la hora de tratar esta patología.
El síndrome metabólico es una entidad clínica que alude a un grupo de trastornos tales como diabetes, hipertensión, dislipemia y obesidad, los cuales aumentan la probabilidad de padecer una enfermedad cardiovascular. Esta conjunción de riesgos coronarios también se conoce con el nombre de síndrome de Reaven, en reconocimiento al doctor Gerald Reaven, profesor emérito de Medicina de la Universidad de Stanford y uno de los principales especialistas en esta área.
Los resultados del estudio, publicado en Annals of nutrition and metabolism, sugieren que el conjunto de alteraciones incluidas en el síndrome metabólico están asociadas con variaciones en el contenido plasmático de los minerales objeto de la investigación, si bien sólo son significativas las diferencias detectadas para el cobre. Este elemento se convierte en un parámetro más a considerar a la hora de luchar contra estos trastornos metabólicos.

La UAH en colaboración con el hospital Príncipe de Asturias

Doctor Gerald Reaven, profesor emérito de Medicina de la Universidad de Stanford
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Alcalá y del Hospital Universitario Príncipe de Asturias, sugiere que, consideradas de manera individual cada una de las complicaciones de este síndrome, las alteraciones minerales significativas aumentan, especialmente en el caso de la diabetes mellitus. “El papel del cobre puede ser relevante en el tratamiento, debido a que las alteraciones minerales que se detectan suelen ser deficiencias. Podría introducirse en la dieta de las personas diabéticas o prediabéticas un suplemento tanto de cobre como de magnesio, zinc, cromo y níquel”, afirma la doctora Aguilar.
“Este trastorno clínico tiene una alta incidencia en España, aunque muchas personas que lo padecen no están diagnosticadas. Por ello, sería muy interesante disponer de unos parámetros -niveles de cobre, magnesio, zinc, níquel y cromo- que, en pruebas analíticas rutinarias, indicaran tendencias y que pudieran ser utilizados como marcadores de una o varias de las manifestaciones de este síndrome metabólico”, explica la doctora Victoria Aguilar.
El tratamiento del síndrome metabólico se limita a controlar las enfermedades que aparecen, nunca el síndrome por sí mismo. Si el paciente tiene diabetes, niveles elevados de colesterol o tensión arterial alta, debe estar en tratamiento médico continuado. Por ello, el trabajo de la profesora de la UAH cobra mayor relevancia, dado que conociendo la existencia de posibles deficiencias minerales se podrían establecer estrategias de intervención nutricionales mediante la administración de suplementos. Hacer ejercicio y adelgazar también son medidas útiles para mejorar la sensibilidad a la insulina, reducir la tensión arterial y los niveles elevados de colesterol.