En las últimas semanas hemos hablado mucho en España de qué es y qué no es una universidad. Aún más, qué diferencia a un mero centro de educación superior de una universidad de excelencia. Dos preguntas cuya respuesta pasa invariablemente por una idea central: solo una universidad que investiga y que es punta de lanza del conocimiento puede ser considerada una buena universidad.
Porque, efectivamente, un campus universitario es un lugar en el que el conocimiento se transmite de profesores a alumnos, pero no debemos olvidar que el objetivo de esa carrera de relevos de generación en generación es siempre llegar más alto, ver más lejos y ampliar cada vez más las fronteras del conocimiento humano.
La Universidad de Alcalá participa también de esa carrera y nuestro desempeño en ella habla muy a las claras del compromiso de nuestra comunidad universitaria con la excelencia académica. Basta con repasar las grandes cifras del quehacer investigador de la UAH en los últimos años y sus resultados para concluir que esta universidad no se conforma con transmitir conocimiento, sino que ambiciona cada vez más estar en vanguardia.
Solo así se explica que el número de publicaciones científicas en revistas especializadas haya crecido un 40% entre 2019 y 2024. O que el 38,5% de los artículos publicados el año pasado fueran colaboraciones nacionales y el 50% internacionales, como prueba de la creciente internacionalización de nuestra investigación. Otra muy evidente, en ese mismo sentido, es el aumento en el número de proyectos europeos solicitados por nuestros grupos hasta alcanzar las 66 propuestas en 2024 (entre ellos, 11 ERC y 26 MSCA), de las que se nos ha concedido un total de siete.
Pero no sería suficiente publicar mucho y bien si toda esa investigación no sirviera para resolver los problemas de la sociedad: para ofrecer tecnologías innovadoras que nos hagan la vida más fácil, para producir fármacos que nos ayuden a combatir las enfermedades, para desarrollar aplicaciones o protocolos que nos permitan ser más productivos, más sostenibles, más eficaces…
UNA MEJORA DE 200 PUESTOS EN EL RANKING DE SHANGHÁI
Y en ese terreno de la transferencia del conocimiento también podemos estar orgullosos del trabajo realizado en la Universidad de Alcalá. Por ejemplo, solo en 2024 se firmaron siete nuevas cátedras de investigación por un importe total superior a 700.000 euros. Y otro tanto ocurre con la captación de financiación a través de proyectos competitivos o las colaboraciones con empresas que prevé y promueve el artículo 60 de la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), donde mantenemos desde hace seis años una clara tendencia ascendente.
Todas ellas son mejoras palpables en la aportación que hacemos a la sociedad como universidad pública. Son fruto del esfuerzo y del compromiso con la excelencia de quienes formamos parte de la UAH, pero que ya empiezan a percibirse también desde fuera de nuestros muros.
Así, la Universidad de Alcalá escaló más de 200 puestos respecto al año anterior en la edición de 2024 del Ranking de Shanghái. Que el más prestigioso de los escalafones de universidades y el que pone más el foco en la medición de la actividad investigadora nos sitúe entre la élite científica mundial evidencia lo que estamos consiguiendo construir entre todos y nos reta a avanzar por el mismo camino en los próximos años.
Enhorabuena a todos.