Nos encontramos ya en la recta final del periodo 2022-2026, y desde el Vicerrectorado de Gestión de la Calidad queremos compartir con vosotros algunos de los avances más significativos que hemos logrado juntos en estos años.
Sabemos que la calidad es el pilar fundamental de una universidad moderna, eficiente y comprometida con la mejora continua. Por eso, hemos trabajado intensamente en la Certificación SISCAL del SIGC y la Acreditación Institucional de ocho centros de la UAH. Ello nos sitúa entre las universidades públicas con mayor número de centros acreditados institucionalmente, lo que no solo refleja nuestro compromiso con la mejora continua, sino que también ha permitido simplificar la gestión de numerosas titulaciones, reduciendo la carga burocrática y optimizando recursos.
Con el objetivo de extender este modelo de calidad a toda la institución hemos dejado preparado el proceso para el resto de los centros, así como los seguimientos y auditorías que deberán realizar, garantizando la continuidad del sistema para que nuestra universidad pueda adaptarse con solvencia a los nuevos requisitos normativos y continuar avanzando en la excelencia institucional.
En el ámbito de la calidad de nuestras titulaciones, hemos reforzado nuestro compromiso con la excelencia académica, realizando un acompañamiento continuo y cercano a los responsables de las titulaciones en todos los procesos de calidad. Este apoyo ha sido clave en la implementación de planes de mejora, asegurando que cada paso se dé con confianza, rigor y orientación especializada.  hemos obtenido el reconocimiento del Grado en Medicina por la World Federation for Medical Education (WFME). Este sello internacional abre nuevas puertas a nuestros egresados y egresadas, permitiéndoles el acceso al ejercicio de su profesión en mayor número de países.
También hemos reformado el Plan de Formación del Profesorado, haciéndolo más integral y adaptado a los retos actuales de la universidad española. Su objetivo es potenciar las capacidades del Personal Docente e Investigador no solo en el ámbito docente, sino también en el desarrollo de competencias investigadoras y de gestión académica. Para ello, se ha constituido la Comisión de Formación del PDI, diseñando un Plan Anual dinámico y flexible, alineado con las necesidades reales del profesorado y con los estándares de calidad que definen nuestra institución.
En cumplimiento de la LOSU, hemos puesto en marcha el Curso de Formación Docente Inicial dirigido al Profesorado Ayudante Doctor, una iniciativa clave para facilitar su incorporación al sistema universitario. Este curso no solo responde a los requisitos normativos, sino que se integra plenamente en el Marco de Desarrollo Profesional Docente, que hemos diseñado como una guía progresiva para acompañar al profesorado novel en su trayectoria académica. Gracias a esta articulación, podemos evaluar y apoyar el crecimiento del PDI desde sus primeros pasos, promoviendo una mejora continua en la calidad docente.
Hemos consolidado el Programa de Evaluación de la Actividad Docente, haciéndolo más inclusivo y eficiente, incorporando un Modelo de Excelencia que nos ayuda a identificar y compartir buenas prácticas, reconociendo el esfuerzo y la innovación del profesorado. Todo ello nos ha permitido adaptar nuestro modelo actual a los requisitos necesarios para asegurar la renovación de la certificación del DOCENTIA.
Todos estos avances han sido posibles gracias al trabajo conjunto y al compromiso de toda la comunidad universitaria, pero permitid que termine esta carta con una mención especial a la labor realizada por el PTGAS de la Unidad Técnica de Calidad y por el equipo de directoras/es que me han acompañado en este camino.