Como ya sabes, el próximo 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, la jornada con la que todos los años se visibiliza el trabajo por la plena equiparación de la mujer al hombre y su derecho a un desarrollo integral en nuestra sociedad. Una labor compartida con muchas otras instituciones pero que la Universidad de Alcalá asumió como propia desde mucho antes de que se establecieran obligaciones legales al respecto.
El próximo viernes, como cada año, leeremos nuestro comunicado institucional frente a la fachada del Colegio de San Ildefonso e iluminaremos esta última de violeta. Con ambas cosas le estaremos diciendo al mundo que no aceptamos nada que no sea la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Lo decimos en 2025, pero es algo que la Universidad de Alcalá viene repitiendo, de una forma u otra, desde hace siglos. Nuestro compromiso con la igualdad es, sin duda, un rasgo clave de eso que hemos querido denominar el Sello UAH. Nuestro sello.
Solo así puede entenderse que un rector de esta universidad, Álvaro de Ayala, dictara una de las primeras, más ejemplares y singulares sentencias del siglo XVII en materia de violencia de género. O que, ya en el siglo XVIII, se convirtiera en la primera universidad española en otorgar el título de doctor a una mujer: María Isidra de Guzmán.
Esa larga trayectoria y ese profundo compromiso nos traen, de hito en hito, hasta el II Plan de Igualdad de Oportunidades para el Personal de la UAH, presentado hace ahora un año y en el que nos comprometimos a “establecer un entorno propicio para que la igualdad por razón de sexo deje de ser un reto o, incluso, un hándicap”; y a “construir un marco de relaciones laborales y académicas democrático e igualitario”.
La Universidad de Alcalá no dará nunca por logrado el objetivo de la igualdad mientras queden techos de cristal que romper, brechas salariales que reducir o violencia de género que erradicar. Tanto dentro como fuera de sus muros.
Sólo aceptamos una sociedad en la que la igualdad de género sea una realidad consolidada e incuestionable. Un mundo en el que no haya mujeres silenciadas y en el que se devuelvan la voz y el reconocimiento a las que lo fueron en el pasado. Un mundo en el que la ciencia, el derecho, el periodismo… queden libres de sesgos y omisiones discriminatorios.
A todo ello dedicaremos buena parte de la actividad institucional de la Universidad de Alcalá en los próximos días: a subrayar la importancia de la investigación con perspectiva de género, a denunciar las barreras que aún quedan en materia de igualdad o a reflexionar sobre cuáles deben ser los próximos avances dentro y fuera del mundo universitario.
Será una agenda intensa y productiva en la que, como presidente de la Comisión de Igualdad de la UAH, me gustaría contar con tu presencia y participación.