Una alumni de la UAH, Adriana Jaime, idea una app, ‘Voze’, destinada a mejorar la comunicación con los inmigrantes en distintos ámbitos asistenciales

En esta entrevista habla de su paso por la Universidad y sobre el proyecto Voze que se ha convertido en su medio de vida y en el de muchos otros estudiantes del Máster en comunicación intercultural, Interpretación y Traducción en los Servicios Públicos de la UAH.

vozedendef-Adriana, ¿qué estudiaste en la UAH y qué recuerdos tienes de tu paso por la Universidad?
-En la Universidad de Alcalá realicé el Máster en comunicación intercultural, interpretación y traducción en los servicios públicos. Después del máster, estuve colaborando en el departamento que lo gestionaba dentro de varios proyectos de investigación. Además, formé parte del equipo de mediadores de un proyecto I +d+ i en mediación intercultural. Para mí la Universidad de Alcalá fue clave, ya que me abrió las puertas al mundo de la interpretación profesional y me aportó mucha experiencia profesional y un gran número de oportunidades. Aprendí mucho, incluso en tareas que en ese momento creía sin importancia y que ahora han resultado muy útiles en mi trabajo como empresaria y como coordinadora de un equipo de más de 150 intérpretes.

-Fue en la Universidad donde entraste en contacto con el mundo de la traducción para inmigrantes…
- Sí, tanto en las prácticas del máster como en los proyectos de investigación trabajé como intérprete en el ámbito de los servicios públicos. De hecho, tras la finalización de uno de estos proyectos me surgió al idea de crear Voze.

-Pues cuéntanos cómo surge Voze…
- Cuando terminamos el proyecto Intermed los centros de salud en los que prestábamos el servicio de mediación se quedaron sin intérpretes para atender a toda la población extranjera de la zona. En ese momento pensé en crear una app que permitiera a estos pacientes acceder al servicio de interpretación telefónica sin depender de un servicio público que había sufrido muchos recortes con la crisis. En ese momento las apps estaban empezando a surgir y, pocos meses después, lanzamos la primera versión de la aplicación de Voze. Fue probada durante dos meses, de forma gratuita, en esos mismos centros de salud y ahí empezó todo.

-Se habla mucho de que la traducción es un sector en vías de extinción gracias a las TIC, pero en determinados ámbitos, como el sanitario, es imprescindible ponerse en la piel del otro a la hora de expresar qué y cómo se siente…
-Aunque no podemos negarnos al progreso, las máquinas nunca podrán reemplazar el complejo mecanismo de procesamiento del lenguaje del cerebro humano y, más aún, cuando intervienen dialectos y aspectos culturales. En Voze prestamos servicio telefónico y presenciales para varias ONG a nivel nacional y nuestros intérpretes son muy necesarios para garantizar el éxito en el proceso de acogida de refugiados. Es muy complicado que un ordenador pueda reemplazar la figura del intérprete en este ámbito.

-¿Cuál es la circunstancia más especial en la que te has encontrado en un centro hospitalario, traduciendo a un inmigrante?
-Tengo muchos recuerdos, pero en general, me quedo con el agradecimiento que muestran estas personas, el alivio que sienten al poder comunicarse en su idioma. Una vez, estuvimos interpretando a una mujer embarazada mientras escuchaba, por primera vez, el latido del corazón de su bebé. Fue muy emocionante.

-La traducción puede salvar vidas…
-Por supuesto, en especial en el ámbito sanitario. Por ejemplo, una mala adherencia al tratamiento por no haber comprendido correctamente las pautas indicadas por el médico puede causar graves consecuencias en la salud de un paciente, una alergia grave o un diagnóstico erróneo.

-El proyecto sigue creciendo…
-Sí, lo montamos una colega de profesión, Gloria, y yo estamos muy contentas porque Voze ha ido creciendo, con mucho esfuerzo y muchas horas de trabajo y ahora es un proyecto sólido y asentado, con un equipo de más de 150 intérpretes en 14 idiomas, de los cuales, el 70% son mujeres. Además, he diseñado una formación online en interpretación telefónica para preparar a los futuros intérpretes que pasan a formar parte de nuestro equipo y poner nuestro granito de arena en la lucha por el reconocimiento de la figura del intérprete en servicios públicos como profesionales formados y preparados para prestar este servicio tan necesario en nuestra sociedad actual. Muchos de los antiguos alumnos y alumnas del máster de Alcalá ahora trabajan con nosotras así que, en cierta forma, la Universidad de Alcalá sigue contribuyendo al éxito de Voze

 

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