La UAH presenta un estudio comparativo por Comunidades Autónomas sobre las organizaciones privadas sin ánimo de lucro

El Proyecto PECOTSAS (Perspectiva Comparada del Tercer Sector de Acción Social en las Comunidades Autónomas)  tiene como objetivo analizar el encaje institucional y socioeconómico del Tercer Sector de Acción Social (TSASen diferentes regiones españolasCon el proyecto se pretende cubrir un hueco de investigación sobre el TSAS en España pues la mayor parte de los estudios son de ámbito nacional o regional y no comparan el TSAS en diferentes regionesVicente Marbánes el investigador principal del proyecto.

El TSAS es el conjunto de organizaciones privadas de carácter voluntario y sin ánimo de lucro que se orientan al interés general para lograr la cohesión e inclusión social de los colectivos más desfavorecidos. Se trata de un sector relevante que engloba en España a unas 28.000 organizaciones, la mayor parte asociaciones y fundaciones, cuyos ingresos en 2018 representaron el 1,37% del PIB.

‘Nuestro objetivo es investigar si existen distintas lógicas o modelos de Tercer Sector en los diferentes territorios analizados o si tan solo se trata de singularidades territoriales bajo un ‘estilo común de acción’ para el conjunto del TSAS. También analizamos si existen factores diferenciales en el TSAS de las CCAA para lo cual se desgranan factores sociohistóricos, económico-institucionales y los relacionados con el capital social y su influencia en el desarrollo social en el ámbito autonómico del Tercer Sector de Acción Social’ afirma Marbán.

PECOTSAS comenzó en 2018 con un grupo de investigadores de las Universidades de Pablo de Olavide, Jaume I y la UAH con la colaboración de la Plataforma de ONG de Acción Social (POAS). Ha contado con la financiación de los Proyectos de I+D+i de excelencia del Ministerio de Economía Industria y Competitividad.

El importante desarrollo y crecimiento del TSAS se ha producido en paralelo al desarrollo de un sistema de bienestar descentralizado y mixto basado en una estructura triangular en la producción del bienestar (Estado, mercado y Tercer Sector) donde éste último se ha desarrollado como colaborador dependiente de las políticas sociales del Estado de Bienestar. Cabe pensar, por lo tanto, que esa descentralización puede haber tenido cierta influencia en el propio desarrollo diferencial en las Comunidades Autónomas. 

Gracias a la realización de entrevistas en profundidad y grupos focales realizados en Andalucía, Cataluña, País Vasco, Castilla y León, Comunidad de Madrid, Comunidad de Murcia y Comunidad Valenciana entre expertos, responsables de las administraciones públicas autonómicas, directivos y representantes del TSAS, de movimientos sociales y entidades de la Economía Social, se ha podido comprobar que existen singularidades territoriales más que modelos específicos de TSAS regionales que se enraízan en su historia social y en el modo de relacionarse con el Estado de Bienestar aunque existe un 'estilo común de acción' que se caracterizaría por el fortalecimiento institucional de la interlocución social, liderado por las grandes organizaciones y plataformas; reforzamiento del trabajo conjunto mediante la creación de redes del TSAS y formas internas de colaboración; y colaboración con otros actores sociales y económicos (Sector Público, Economía Social, empresas) para garantizar su sostenibilidad.

Además, desde un punto de vista sociohistórico, existen condicionantes políticos y estructurales que explicarían el desarrollo reciente del TSAS en España.  En primer lugar, el reconocimiento de derechos fundamentales y libertades públicas desde la Transición democrática sirvieron de base a la eclosión asociativa y de la movilización social; el desarrollismo y dinamismo económico industrial y el rápido proceso de urbanización de los años 60 y 70 propiciaron la reivindicación, movilización y la formación de entidades para afrontar las necesidades asociadas a esos procesos; y, hay que tener en cuenta el papel protagonista de la Iglesia Católica y de las familias o afectados en movilización social. La iglesia, en unos territorios, ha tenido un importante papel en la generación del movimiento asociativo, mientras que otros su presencia se asocia más a formas tradicionales de asociación y caridad. 

PECOTSAS también nos indica que existe un proceso de mimetización de los avances normativos entre CCAA bien bajo demanda del propio TSAS o por transferencia de prácticas innovadoras entre administraciones; a estos hay que añadir que se están profesionalizando las organizaciones y están adquiriendo prácticas de mercantilización que distorsionan su identidad y suponen la supeditación a la pautas y estilos marcados por las administraciones públicas donde prima la puja a la baja del precio con diferentes ritmos e intensidades en las CCAA dependiendo de los ámbitos y su rentabilidad; También, la descentralización de los fondos 0,7% del IRPF está generando expectativas de adaptación a las prioridades del territorio  y mayor acceso de las entidades pequeñas a los fondos a costa de una menor vertebración interterritorial del TSAS.

En relación con el capital social, se ha analizado la cooperación externa del TSAS con actores sociales y la cooperación interna entre las propias organizaciones. Destaca la institucionalización de la participación del TSAS en los asuntos públicos mediante mesas de diálogo civil u órganos equivalentes. Su desarrollo en las CCAA se ha producido con diferentes ritmos y características y su capacidad de organización en torno a plataformas en dichas regiones. La cooperación con los movimientos sociales se ha establecido mediante conexiones puntuales y en espacios de colaboración táctica en los que se comparte un interés específico (por ejemplo, en el Ingreso Mínimo Vital o la Ley de Dependencia). En la conexión con lo comunitario es donde aparece una posición autocrítica más marcada, ya que la tendencia a la especialización en la prestación de servicios ha supuesto en muchos casos el distanciamiento respecto los ámbitos de proximidad. Con la Economía Social existe una dualidad de percepciones. Por un lado, algunas organizaciones han optado por la definición de un espacio propio y diferenciado mientras que otras han apostado por soluciones de economía social (fomento de empresas de inserción, centros especiales de empleo…). En relación con el mundo empresarial, se observa su potencial como soporte financiador del TSAS pero, de otro lado, se le percibe como una amenaza competitiva en la prestación de servicios sociales. 

La cooperación interna o entre organizaciones se ha construido sobre dinámicas de colaboración y de permeabilidad de experiencias entre regiones y OTSAS. En la mayoría se han creado mesas o plataformas del TSAS ejerciendo una influencia positiva y reactivando la capacidad relacional del sector, sobre todo de interlocución y representación ante la administración, pero también ante otros actores económicos. Existen diferencias territoriales en el desarrollo de las estrategias de colaboración: unas han desarrollado más la cultura cívico-participativa, otras la gobernanza y coordinación abierta con el ámbito público y otras el desarrollo de un tejido relacional denso y la formación de grupos de interés, sin embargo, miradas en su conjunto, no conforman modelos de colaboración diferenciados.

Para concluir, se han identificado una serie de retos de futuro comunes en la mayor parte de los territorios como son profundizar en una cultura de sector, generar más espacios de conocimiento y fortalecer su conexión con lo local y con su base social.

Publicado en: Reportaje