De la huerta al supermercado, los productores del Campo de Cartagena se han convertido en empresarios que controlan todo el proceso

La UAH ha analizado el caso de esta zona desde el punto de vista económico. Y es que este alimenta a más de la tercera parte de la economía en el Campo de Cartagena.

La Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena tenía la necesidad de analizar cuál era el impacto de su actividad desde el punto de vista social, medioambiental y económico en la región. Y de esta última parte se encargó el profesor del Departamento de Economía y Dirección de Empresas Alberto del Villar García en el trabajo titulado 'Valoración Económica de las actividades agrarias en el Campo de Cartagena'.

Los resultaron fueron sorprendentes ya que los datos analizados pusieron de manifiesto que el regadío del Campo de Cartagena genera un Valor Añadido Bruto de casi 2.800 millones de euros anuales, el 37% del PIB de la comarca, y emplea a 47.400 trabajadores a tiempo completo. ‘El dominio de su actividad influye tanto en las compras como en las ventas, lo que supone un caso de monocultivo económico en España, generando una dependencia regional o local’ afirma el profesor. Es parecido a los que pasa en Baleares o Canarias, donde el turismo supone un 35 o 40% de la actividad económica.

Alberto del Garcia del Villar
El profesor Alberto del Villar, autor del informe

‘Detectamos que en el Campo de Cartagena existían muchas actividades que estaban relacionadas con la agricultura, ya que se había producido una transformación estructural. Los agricultores habían adoptado un modelo de integración vertical, construyendo empresas que directamente realizaban el cultivo, las manufacturas agroalimentarias, transportaban los productos e incluso los comercializaban ellos mismos en mercados de destino como Alemania y Reino Unido, es decir, se habían integrado en todo el canal. La idea de un agricultor en un tractor se había transformado en un empresario con negocios internacionales’.

La verdad es que estas compañías han apostado por la innovación, y por ejemplo, empresas que habían partido como talleres, en 3 o 4 décadas, ahora son centros de I+D y se dedican a exportar tecnología al resto del mundo. Además, la pandemia no ha afectado a este sector, más bien todo lo contrario, ya que ha sido estratégico para alimentar a la población europea incluso durante el cierre de fronteras.

Publicado en: Reportaje