Los efectos negativos del cambio climático afectan cada vez más a los bosques mediterráneos

Una investigación iniciada en la Universidad de Alcalá, demuestra que, en ambientes mediterráneos, los efectos positivos del calentamiento global no compensan los negativos derivados de un mayor estrés por la frecuencia y magnitud de periodos de sequía. La experta de la UAH, Paloma Ruiz Benito, explica los detalles del estudio.

 - ¿Qué papel ha tenido la UAH en esta investigación?

 - Esta publicación en Ecosphere se inició con un Trabajo Fin de Máster dentro del Máster en Restauración de Ecosistemas, coordinado desde el Área de Ecología de la Universidad de Alcalá. Por tanto la Universidad de Alcalá ha estado involucrada desde el diseño del estudio y trabajo de campo hasta la publicación del mismo.

- El cambio climático, ¿puede tener algún efecto positivo en los bosques mediterráneos?

- El cambio climático ha tenido en las últimas décadas efectos positivos en bosques del hemisferio norte, en parte por el aumento de temperaturas y la fertilización de carbono. Sin embargo, en bosques mediterráneos más limitados por la disponibilidad de agua y por el efecto negativo de eventos climáticos extremos, los efectos negativos pueden ser mayores que los positivos afectando al crecimiento de las especies.

- ¿En qué ha consistido la investigación? ¿qué papel ha tenido la dendrocronología en la misma?

- Evaluamos el papel del clima en el crecimiento de los árboles desde los años 50 hasta la actualidad. En concreto, nos hemos centrado en entender cómo la interacción entre el efecto de la temperatura y la disponibilidad de agua en el crecimiento ha cambiado a lo largo del tiempo. La dendrocronología (el estudio de los anillos de crecimiento que además permite estimar la edad de los árboles) ha tenido un papel fundamental ya que nos ha permitido reconstruir el crecimiento de los árboles desde los años 50 en tres especies de pino en Castilla y León con diferentes tolerancias a la sequía (Pinus pinaster, P. nigra y P. sylvestris).

- ¿Cuáles son las conclusiones del estudio? ¿se puede revertir de alguna forma los efectos negativos?

- Hemos observado aumentando la sensibilidad de los individuos al clima a lo largo del tiempo, donde el efecto negativo de la temperatura de verano y la precipitación de primavera es clave en el crecimiento de las tres especies estudiadas. La sincronización de las respuestas y los menores crecimientos sugieren un aumento de la vulnerabilidad de las especies al cambio climático.

DOI: 10.1002/ecs2.4380 

Publicado en: Entrevista