El Consejo Social de la UAH premia una investigación sobre la aplicación de la electrónica en las energías renovables

El profesor Francisco Javier Rodríguez, del Grupo de Investigación GEISER, ha recibido el XVII Premio del Consejo Social a la Transferencia de Conocimiento Universidad-Sociedad por el trabajo Ingeniería electrónica para un futuro energético seguro y sostenible en la categoría de Ciencias de la Salud, Experimentales y las Ramas Técnicas.

 - Nos gustaría darle la enhorabuena por el premio, ¿qué significa para usted este galardón? 

- Muchas gracias. Este es un premio compartido con mis compañeros del Grupo de Investigación GEISER. Para nosotros es un reconocimiento a los muchos años que llevamos investigando en la aplicación de la electrónica a las energías renovables. También es un acicate para seguir avanzando, a pesar de las dificultades, en este ámbito tan importante para la sociedad.

- ¿En qué se centran sus investigaciones?

- En facilitar el funcionamiento de los sistemas de generación de energía renovable, mediante el empleo de electrónica, incluyendo comunicaciones avanzadas, para en última instancia, mejorar su control, gestión, optimización y supervisión.

- ¿Cómo la ingeniería electrónica contribuye a una energía sostenible?

- Como ejemplo ilustrativo de la contribución de la ingeniería electrónica a la energía sostenible, hemos desarrollado una plataforma de bajo coste que permite la reconversión de instalaciones comunes, en nuestro caso lo hemos aplicado a estaciones base de comunicaciones móviles, en sistemas de generación distribuida que, además, pueden operar de manera coordinada, dando lugar a plantas virtuales de potencia. De esta forma se consigue un aprovechamiento óptimo de los recursos de generación y almacenamiento disponibles, reduciendo nuestra dependencia de energías fósiles.

- ¿Ahora mismo en qué está trabajando?

- En la actualidad estamos desarrollando varios proyectos. En esta línea podemos destacar dos. Uno de ellos pretende aunar el desarrollo avanzado de electrónica para paneles solares, con los drones, para la supervisión y mantenimiento de instalaciones fotovoltaicas. Estas instalaciones ocupan mucha superficie, sobre 2 hectáreas por MWp instalado y su, supervisión se hace difícil. Es un proyecto sinérgico que realizamos con la Universidad Politécnica de Madrid, que nos aportan el conocimiento en la gestión de flotas de drones y el uso avanzado de técnicas de visión artificial.

En otro proyecto estamos diseñando y desarrollando, en colaboración con la Universidad de Aalborg de Dinamarca, un sistema inteligente de gestión de redes eléctricas de ámbito residencial o comercial (nanoredes) con autoconsumo solar y mini-eólica, incluyendo dispositivos IoT para medir y controlar distintas cargas. Esta nanored puede agruparse con otras para constituir comunidades energéticas, que se gestionan empleando la tecnología blockchain que hace posible el empleo de contratos inteligentes y la inmutabilidad de los registros de intercambios energéticos entre los participantes.

- ¿Cómo estos estudios ayudan a la sociedad?

- En general, el empleo de sistemas electrónicos de medida, comunicaciones y control, capaces de medir casi cualquier cosa, de comunicar estas medidas y de actuar para controlar óptimamente los sistemas de generación, permite a la sociedad abordar el problema de la dependencia energética de los combustibles fósiles, buscar soluciones comunitarias a la pobreza energética y apostar por la eficiencia energética y el despliegue de soluciones de energía renovables. Todo ello basado en tecnologías de bajo coste, además de seguras, con optimización de costes, integración de almacenamiento y predicción de generación y consumo.

En las circunstancias actuales, se ha convertido en un asunto de suma importancia para nuestra sociedad, avanzar en la búsqueda de la soberanía energética y para ello serán claves los avances tecnológicos en distintas áreas, entre ellos los que buscamos conseguir en nuestro grupo de investigación. 

Publicado en: Entrevista