Antonio Castillo: ‘He procurado mantener una línea coherente de investigación en torno a los usos y prácticas de la cultura escrita’

La UAH convoca anualmente los Premios de Investigación y Transferencia. El año pasado, en la categoría de Excelencia Investigadora 2020, en el ámbito de las Ciencias Humanas y Sociales, fue premiado Antonio Castillo Gómez, Doctor en Historia y Catedrático de Ciencias y Técnicas Historiográficas en la UAH, por sus investigaciones en el ámbito de la escritura, quien no pudo recoger el premio presencialmente por circunstancias personales.

- ¿Qué supuso para usted recibir este galardón?

Un honor por varias razones. Primero, por tratarse de un reconocimiento de nuestra Universidad, a la que estoy vinculado desde que comencé mis estudios de Historia en el curso académico 1981-1982. Segundo, porque implica un aval al trabajo que desarrollo en el ámbito de la Historia social de la cultura escrita y, como consecuencia, a la labor colectiva de nuestro Grupo de Investigación de Alto Rendimiento ‘Lectura, Escritura, Alfabetización’ (LEA) y de nuestro Seminario Interdisciplinar de Estudios sobre Cultura Escrita (SIECE), que fundé en 2004 y en el que se han formado y se siguen formando numerosos estudiantes de distintas titulaciones de nuestra Universidad y de otras universidades españolas y extranjeras. Y tercero, y no menos significativo, porque la concesión del premio se produjo en 2020, un año muy difícil para todos/as a causa de la Covid-19. Al estar confinado, cuidando de mi madre, no pude asistir a la ceremonia de entrega, pues no quise ponerla en peligro, de manera que ambos la vimos en la televisión desde casa. Desgraciadamente ella ha fallecido hace poco, por lo que quiero que estas palabras sean en su recuerdo.

- De todas las investigaciones en las que ha participado, ¿cuál considera más importante?

Es difícil destacar una en concreto, pues a lo largo de mi trayectoria he procurado mantener una línea coherente de investigación en torno a los usos y prácticas de la cultura escrita, principalmente en la sociedad hispana de los siglos XV al XVII, aunque también he realizado algunos estudios referidos a la Baja Edad Media y a la Época Contemporánea. En la medida de mis posibilidades intento seguir las enseñanzas de uno de mis referentes, el paleógrafo italiano Armando Petrucci, quien nos enseñó a estudiar la escritura como un producto social desde un enfoque global y diacrónico, buscando siempre el diálogo entre el pasado y el presente. Otro de los estudiosos que ha inspirado mi trabajo es el historiador francés Roger Chartier, sin duda el máximo especialista en la cultura escrita de la Edad Moderna.

La consideración de que la escritura no puede estudiarse al margen de las sociedades donde se produce, usa, circula y conserva, siempre con desiguales por razones de clase, género, sexo o etnia, tuve ocasión de ponerla en práctica por vez primera en mi tesis doctoral, publicada con el título de Escrituras y escribientes. Prácticas de la cultura escrita en una ciudad del Renacimiento (1997) y con la que obtuve el Premio Internacional ‘Agustín Millares Carlo’ de Investigación en Humanidades. La ciudad renacentista que estudié fue Alcalá de Henares y lo que hice entonces fue un ejercicio de microhistoria de la cultura escrita en el paso de la Edad Media a la Moderna.

A partir de ahí mi trabajo se extendió al conjunto de los territorios de la Monarquía hispánica entre finales del siglo XV y el mismo período del XVII. Me ha interesado siempre conocer el uso que los hombres y las mujeres dieron a la escritura en aquellos tiempos, siendo una muestra de ello el libro Entre la pluma y la pared. Una historia social de la escritura en los Siglos de Oro (2006), traducido al italiano. Con objeto de comprender lo que una determinada sociedad escribe y lee, como diría el profesor Roger Chartier, otro de los ejes que he rastreado concierne a los discursos, prácticas y representaciones de la lectura, tanto la realizada por los lectores y lectoras eruditos como la propia de los lectores y lectoras populares. Esto se ha materializado en libros como Leer y oír leer. Ensayos sobre la lectura en los Siglos de Oro (2016), que también se ha publicado con algunas variantes en portugués e italiano, y El placer de los libros inútiles y otras lecturas en los Siglos de Oro (2018). Antes de que termine este año espero que aparezca en Brasil el volumen Grafias no cotidiano: escrita e sociedade na história (séculos XVI-XX), que recoge una selección de mis estudios sobre la escritura como práctica social, principalmente enfocada a las clases populares, los escritos personales, las cárceles como espacio de actividad escrita y las escrituras públicas, esto es, inscripciones, grafitis, libelos y otras formas de ocupación gráfica del espacio público.

- ¿En qué investigaciones trabaja actualmente?

Hace poco más de un mes he terminado un trabajo sobre textos, lecturas y lectores/as en Europa durante los siglos XVI a XVIII, que formará parte de una Historia cultural de los medios de comunicación que publicará Bloomsbury en inglés en 2022. Con destino también a otro volumen colectivo en esta misma lengua sobre escritores/as y escrituras corrientes estoy preparando una síntesis en torno a los usos, espacios y significados del grafiti en España y en la América hispana durante la Edad Moderna. Al tiempo, estoy dando los últimos retoques a un libro colectivo en homenaje al profesor Armando Petrucci, del que soy editor, que se publicará en Italia y donde también se incluye un artículo mío a propósito de sus trabajos acerca de la producción escrita de las clases subalternas o la dirigida a estas. Junto a estos compromisos tengo pendiente una nueva edición de Escrituras y escribientes. Prácticas de la cultura escrita en una ciudad del Renacimiento, que publicará la editorial Trea, y espero retomar una monografía en torno a la cultura escrita y el espacio público en las ciudades hispanas de la temprana Edad Moderna, en la que vengo trabajando desde hace algunos años y en la que se inspiró la última exposición que he comisariado, Alcalá, ciudad escrita. Del Renacimiento a nuestros días (2019).

- ¿Cuáles son sus proyectos de futuro?

En primer lugar, junto a mi compañera Verónica Sierra Blas, quisiera volcarme más en la coordinación del proyecto de investigación que nos ha concedido el Ministerio de Ciencia e Innovación, Vox populi. Espacios, prácticas y estrategias de visibilidad de las escrituras del margen en las épocas moderna y contemporánea, cuyo plazo de ejecución se extiende hasta mayo de 2024, pues hasta la fecha no hemos podido dedicarle el tiempo que nos hubiera gustado, tanto por las circunstancias personales de cada uno como por el trabajo extra que todo el profesorado hemos tenido que afrontar en los dos últimos cursos. A título personal, en dicho proyecto quiero ocuparme de las producciones escritas de tipo subalterno, ora porque sus autores/as pertenecen a las clases populares, ora porque se trata de textos que a menudo han sido marginados en los estudios históricos y/o literarios. De forma más específica quisiera profundizar en las formas de transmisión de la actividad escrita de las clases subalternas, su visibilidad e invisibilidad y la incidencia que en ello tienen las distintas políticas de la memoria, por lo común mucho más atentas a los documentos y otros textos emanados de las élites. En esa dirección retomaré algunas investigaciones sobre la cultura escrita y las mujeres, y quisiera abrir otro frente sobre cultura escrita e infancia, siempre en el marco cronológico de la Edad Moderna. Como desarrollo de algunos trabajos mencionados en las respuestas anteriores me gustaría también preparar una monografía sobre el grafiti en la Edad Moderna y otra sobre las lecturas corrientes, es decir, las que no suelen incluirse en el canon, desde la Edad Moderna hasta nuestros días. Por último, otra de las ideas que quisiera acometer es escribir un ensayo en torno a distintos usos de la escritura como forma de violencia, para el que he comenzado a reunir testimonios y noticias. A todo esto se suma, claro, la dirección del trabajo colectivo que realizo dentro de nuestro Grupo de Investigación y de nuestro Seminario, tanto la publicación de obras colectivas como la organización de actividades de distinta índole (congresos, seminarios, cursos, exposiciones, etc.), pues unas y otras nos han convertido en un referente internacional en los estudios sobre Historia social de la cultura escrita, contribuyendo, gracias a ello a difundir el nombre de nuestra Universidad en todos aquellos foros donde se nos invita a participar. 

Publicado en: Entrevista