El proyecto Eco-stop, en el que participa la estudiante de la UAH junto a otros cuatro estudiantes españoles y americanos, propone aprovechar los espacios urbanos inutilizados, en este caso las marquesinas de los autobuses.
Las marquesinas podrían tener múltiples usos, según el equipo de Rachel Boracci. Proponen incorporar musgo en el techo, que funcionaría como aislante térmico, o colocar pedales debajo de los asientos, de forma que el usuario pueda generar energía cinética para, por ejemplo, cargar el móvil, conectarse a WiFi o calentar el asiento. Otra idea sería la incorporación en el asiento un lector NFC para que cada usuario registre su propia actividad y pueda conseguir descuentos para sus próximos desplazamientos en el transporte público.

La UAH, otra vez en la final
Boracci no es la primera estudiante de la UAH que llega a la final de este certamen. De hecho, el año pasado, cinco estudiantes del Grado en Ingeniería en Electrónica y Automática Industrial fueron los ganadores en la categoría ‘Tech’ del concurso BLUE BBVA Impact Challenge con el proyecto ‘Pop-up forest’, destinado a la reforestación mediante drones (robots) colaborativos.

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