Investigadores de la UAH descubren que los cambios ambientales fueron clave en el declive del linaje de los elefantes, los mamuts y los mastodontes

El estudio, publicado en la revista Nature Ecology & Evolution por un equipo de expertos del Departamento de Ciencias de la Vida de la Universidad de Alcalá y de Universidades de Finlandia, Reino Unido, Alemania y Argentina, ha descubierto que algunos sucesos como la nueva conexión entre continentes debido al movimiento de las placas tectónicas y los cambios ambientales, como las glaciaciones, son los principales responsables del auge y el declive de los linajes de seres vivos como elefantes, los mamuts y los mastodontes, llamados proboscídeos.

'En el pasado llegó a haber más de 30 especies de estos gigantes viviendo a la vez en el planeta, y muchos ecosistemas eran tan productivos y ecológicamente complejos que no era raro encontrarse tres o más especies de proboscídeos conviviendo en el mismo paisaje', explica Juan López Cantalapiedra, investigador de la Universidad de Alcalá y autor principal del nuevo estudio.

La investigación muestra que, durante los primeros 30 millones de años de historia la evolución de estos animales fue lenta ya que estaban confinados en África y Arabia, juntas formaban un continente aislado que no estaba conectado con Asia. Fue hace aproximadamente unos 22 millones de años cuando Afro-Arabia se conectó con Eurasia, y los proboscídeos se diseminaron por el mundo. En los fósiles analizados aparecen grupos con diferentes morfologías dentales, y colmillos superiores e inferiores con todo tipo de formas, incluyendo los extraños colmillos con forma de pala. 'Esta diversidad ecológica reduce la competencia entre especies, permitiendo que varias de ellas pudieran convivir en un mismo ecosistema al mismo tiempo', puntualiza Oscar Sanisidro, investigador de la UAH e ilustrador científico. Comienza así la época dorada de los proboscídeos. 'Si la conexión entre Afro-Arabia y Eurasia no hubiera sucedido o hubiera tenido lugar en otro momento, la historia evolutiva de los proboscídeos hubiera sido radicalmente diferente', añade Sanisidro. 

El nuevo estudio también revela los factores que hace 7 millones de años, las especies que vivían en zonas boscosas empezaron a desaparecer debido a que los ecosistemas de tipo sabana se extiendieron de manera extraordinaria en todos los continentes pero empezaron a aparecen nuevas formas capaces de alimentarse de materia vegetal menos nutritiva (pasto e incluso madera), que rápidamente se multiplicaron y extendieron por todo el planeta. A estos recién llegados pertenecen los elefantes actuales.

Hace unos 3 millones de años las reglas del juego volvieron a cambiar con la llegada de las glaciaciones. En Eurasia y África la extinción se multiplica por cinco y las especies empiezan a desaparecer muy rápido. De hecho, el estudio muestra que desde hace 160.000 y 75.000 años la extinción de los proboscídeos se vuelve aún más severa en Eurasia y América, respectivamente. 'En este momento los Homo sapiens no se habían dispersado aún en estos continentes. Y no vemos esa extinción en África, donde los sapiens habitaban desde hacía decenas de miles de años”, explica Cantalapiedra.

Los análisis presentados muestran que las diferentes fases de extinción vinieron asociadas con el descenso y la rápida fluctuación de las temperaturas globales debido a los ciclos glaciales. 'El impacto de nuestros antepasados muy probablemente contribuyó algo más tarde a las extinciones de las poquitas especies que sobrevivieron' puntualiza. 

Referencia bibliográfica: Cantalapiedra JL, Sanisidro O, Zhang H, Alberdi MT, Prado JL, Blanco F, Saarinen J (2021) The rise and fall of proboscidean ecological diversity. Nature Ecology & Evolution. doi: 10.1038/s41559-021-01498-w

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