Expertos de la UAH han participado en la elaboración de un informe de Crue y el JRC sobre competencias digitales del profesorado universitario en España

Este documento pionero en España y en la Unión Europea, en el que han participado más de 5.000 profesores y profesoras de 51 universidades españolas, cuyos resultados preliminares se dieron a conocer hace un año, será clave para definir las políticas a desarrollar por estas instituciones para la mejora de las habilidades digitales del personal docente.

El presidente de Crue-TIC y rector de la Universidad de Jaén, Juan Gómez, presentaron en el Paraninfo de la Universidad de Sevilla, acompañado por su rector, Miguel Ángel Castro, las conclusiones del informe 'Competencias digitales del profesorado universitario en España', realizado por las comisiones sectoriales de Crue-TIC y Crue-Docencia, en colaboración con el Joint Research Centre de la Comisión Europea (JRC), cuyo director en Sevilla, Mikel Landabaso, también ha estado presente en este acto retransmitido en directo

Pedro M. Ruiz, Secretario Ejecutivo de Crue–TIC y Vicerrector de Estrategia y Universidad Digital de la Universidad de Murcia y Andreia Inamorato dos Santos, investigadora senior del JRC, han explicado los principales resultados. Ambos han elaborado este trabajo junto a seis expertos y expertas: Marçal Mora-Castallops (Universidad de Alcalá), Cristina Villalonga-Gómez (Universidad de Nebrija), Juan Ramón Lacalle Remigio (Universidad de Sevilla), Juan Camarillo Casado (Universidad de Sevilla), José Manuel Sota Eguzábal (Universidad de La Rioja) y Juan Ramón Velasco (Universidad de Alcalá).

El informe pone el foco en la importancia de que el profesorado universitario posea competencias digitales adecuadas para formar a su estudiantado con las habilidades digitales necesarias para que se desenvuelvan eficazmente en el nuevo escenario cultural y laboral.  En este sentido, el secretario ejecutivo de Crue-TIC, Pedro M. Ruiz ha explicado que en la encuesta se aprecia que el profesorado español considera que tiene un nivel de competencia de 'líder' (por encima del de «experto») en las categorías de 'Uso Profesional' y 'Creación de Contenidos'. Por el contrario, ha apuntado que el profesorado cree que tiene que seguir mejorando en la categoría de «Educación Abierta», en la que se incluyen el uso de licencias abiertas en recursos educativos, prácticas educativas abiertas para una docencia más inclusiva, publicación de investigación como Ciencia Abierta y disponibilidad de datos de investigación abiertos.

También ha destacado que el estudio señala que la edad –la barrera diferencial la marcan los 50 años– es la variable que muestra mayores diferencias en los niveles de autopercepción, mientras que no observa diferencias significativas en función de la categoría profesional, la dedicación o el género. Por ramas de conocimiento, el nivel de autopercepción más elevado está en el profesorado de Ciencias Sociales y de Artes y Humanidades, seguido de la rama de Ingeniería y Arquitectura y del profesorado de Ciencias y Ciencias de la Salud.

Avanzar en los modelos híbridos de Educación 

Otro de los aspectos importantes que se destacan en el informe es que la pandemia ha acelerado los proyectos de transformación digital que muchas universidades habían iniciado, como la digitalización de las aulas o el impulso de los escenarios digitales. Ahora, aseguran los autores, es necesario continuar avanzando en la integración de los nuevos modelos de enseñanza y aprendizaje puestos en práctica (educación híbrida) con el fin de aprovechar todas sus ventajas.

La investigadora senior del JRC Andreia Inamorato dos Santos ha explicado que además de la encuesta propiamente dicha, en torno a este estudio se han desarrollado debates en formato de focus groups para profundizar sobre los resultados e identificar necesidades y próximos pasos para la mejora de la competencia digital docente. En ellos han participado 32 expertos y expertas de 26 universidades españolas que han identificado con sus discusiones de trabajo retos a superar, como la excesiva rigidez en las normativas académicas; la necesidad de que el estudiantado tenga una mejor competencia digital al entrar en la Universidad y que esta se siga desarrollando en los campus; la importancia de impulsar la formación personalizada para seguir mejorando la competencia digital del personal docente y que dicha competencia sea certificada con criterios homogéneos y uniformes a nivel nacional y, también, europeo.

En cuanto a la participación del JRC, Mikel Landabaso, ha resaltado la buena colaboración con Crue en este proyecto y ha señalado que el esfuerzo realizado debe tener su impacto a nivel europeo: 'Este estudio pionero queremos que sea un referente en Europa y que se replique y amplifique en otros países», ha aseverado. Según ha recordado, existen informes que indican que el 22% de los empleos actuales van a ser automatizados en 2030 y que, por tanto, esto requiere una transformación a nivel de competencias digitales para «dar futuro a las nuevas generaciones'.

Con carácter general, en el estudio se reclama a los diferentes grupos de interés del ámbito de la Educación Superior una financiación suficiente para impulsar políticas que potencien y reconozcan la competencia digital docente de forma homogénea y coherente, así como iniciativas que vayan más allá de los proyectos individuales.

A las universidades, el informe les indica que, para implicar al profesorado en su formación, se necesitan convocatorias específicas de proyectos de innovación que hagan uso de estas competencias y que son necesarios más recursos tecnológicos y acompañamiento tecno-pedagógico, además de tiempo en la carga horaria oficial, para desarrollar esas competencias. También, propone que las universidades fomenten el reconocimiento de las competencias digitales de sus docentes en sus trayectorias profesionales.

Más fondos para formación de profesorado 

A las Comunidades Autónomas, se les pide que garanticen los fondos necesarios para que el profesorado pueda formarse en las competencias digitales. Para ello, se les recuerda que, además de utilizar fondos propios, deberían de dar seguimiento a las diferentes posibilidades de cofinanciación por la Comisión Europea, como por ejemplo las líneas específicas adicionales en los sistemas de financiación de las universidades para la transformación digital.

Al Ministerio de Universidades, se le insiste en que las agencias de evaluación deberían tener en cuenta las competencias digitales acreditadas como un mérito adicional para acceder a las diferentes figuras de profesorado, tanto laboral como funcionario.

Por último, a la Comisión Europea se le sugiere que explore la posibilidad de que esta certificación de competencias digitales en el profesorado se realice a nivel europeo, de un modo similar al marco de competencias digitales para la ciudadanía DigComp, y recuerda que la Estrategia Europea para las Universidades y el Plan de Educación Digital 2020-2027 señalan la transformación digital como uno de los retos que marcará con más fuerza el bienestar de las futuras generaciones europeas.

En la clausura del acto, el rector Miguel Ángel Castro, ha agradecido el esfuerzo realizado por todas las personas que han hecho posible este informe pionero y ha subrayado que 'abordar las incertidumbres de toda índole, y hacerse las preguntas pertinentes, significa avanzar en el siglo XXI'.  El también presidente de Crue-Internacionalización y Cooperación ha incidido en que este estudio no quede en el 'ámbito doméstico del SUE', sino que debe llegar al 'máximo número de destinatarios' a nivel europeo. 

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