Un alumno de la Universidad de Mayores presenta su nuevo libro

Paulino Aparicio Ortega es alcarreño de nacimiento, alumno de tercer curso de Humanidades de la Universidad para Mayores y en esta etapa de su vida, lleva ya a sus espaldas dos libros escritos y un tercero que presenta hoy en Guadalajara Los alcaldes republicanos de Guadalajara. Es curioso escucharle la frase: “nunca digo que soy escritor, sino que escribo” cuando con sus 60 años, piensa seguir devorando libros y “sacándolos hacia fuera” porque no se los puede guardar dentro.

- Universidad para Mayores

Paulino Aparicio Ortega
- ¿Había estudiado usted anteriormente?
Yo anteriormente estudié la primaria del franquismo que era una primaria absolutamente primaria. Los poetas que salían no pasaban de Fray Luís de León y no vimos la generación del 28, ni la del 27, tampoco a Miguel Hernández, ni a García Lorca. Cuando yo llegué a Guadalajara alguien me dijo “García Lorca es un poeta gitano” y así lo entendí, lo que pasa es que García Lorca había hecho un romancero maravilloso que era “El romancero gitano”.
- ¿De dónde le viene esto de ser escritor?
Yo aprendí el oficio de mi padre, sastre y luego llegó Adolfo Domínguez con aquello de que la arruga es bella y me fastidió. Durante 20 años tuve una empresa pero desde siempre he escrito. También leo desde siempre y es que yo creo que de una forma de leer, sale una forma de escribir. Aún así yo nunca digo que soy escritor, sino que escribo.
- Es usted autor de tres libros ya ¿Puede hablarnos de los dos primeros?
Mi primer libro se llama “Caminos borrados por la hierba” y habla de esos primeros quince años que pasé en Elche, donde nací. En este libro traté de imitar a “Platero y yo” de Juan Ramón Jiménez, que es el primer libro que leí. En el momento que encuentro “Platero y yo”, encuentro el disfrute de la literatura. El primer libro eran capítulos cortos. No creo que haya llegado a imitar a Juan Ramón Jiménez pero sí tiene ese tono poético. Fue un libro muy festejado en Guadalajara.
Luego escribí “Cerro pimiento. Memoria de un vacío” que hablaba sobre un barrio orillero de la ciudad y que fue sacrificado al ensanche de la misma. Me junté con la gente del barrio y ellos me lo contaban y como más o menos la historia era parecida a la mía, todos habíamos sufrido la postguerra, no me costó mucho trabajo escribirlo y así salió mi segundo libro.
- ¿Y este tercero?
Una de las voces de ese segundo libro me enseñó la fotografía que sale en la portada de mi tercer libro “Alcaldes republicanos de Guadalajara”. Es una fotografía del grupo republicano socialista que ganó las selecciones del 12 de abril de 1931. Dos días después se proclamaba en toda España la II república. Esa persona señaló en la foto a Facundo Abad y me preguntó si sabía quien era, acto seguido me sugirió escribir sobre ello. Esa persona es la sobrina de Abad, Pilar Roche.
- ¿Fue entonces cuando se decidió a escribirlo?
No, realmente quise escribirlo cuando escuche por primera vez el término Memoria Histórica en un acto que era una ofrenda floral a un monolito por los “Muertos por la democracia”. Al día siguiente bajé yo solo e hice una visita hacia dentro y me fijé en las tumbas que no tenían ni siquiera nombres, que eran como un barco que está tan alejado de la costa que nadie puede ver. Esa sensación primera de lo que se aleja, es la primera del libro y quizá la más tranquilizadora. Yo me dije entonces, si todo se aleja, también se aleja la guerra y dentro de unos años todos estaremos muertos y justo en este instante pensé que iba a escribirlo.
- ¿Tiene alguna intención “Los alcaldes republicanos…”?
Es un libro que no tiene cuentas pendientes, ni las quiere. Dice los hechos pero no quiere venganza. Lo peor que le ha pasado a este país es un siglo XIX de pronunciamientos y de guerras civiles y el reducto del siglo XX. A mí me chocó mucho que los militares se hubieran levantado contra la Constitución del 31, dejando 40 años al país mudo y que luego viniera una Constitución incluso más progresiva. Yo le dedico mi libro a todos los demócratas. He intentado ponerme en la piel de los dos bandos. En el libro no se va a encontrar ninguna expresión salida de tono, es todo lo contrario. Siempre se ha dicho de la memoria histórica que es mejor no hablar y creo que es todo lo contrario, hablar siempre es bueno.
- ¿Qué piensa su familia sobre esta nueva publicación?
Mi hijo también escribe y está encantado y a mi mujer no le gustaba el tema por aquello de los enfrentamientos pero, lo ha leído y opina que es muy poético y que como consecuencia lo puede leer cualquiera.
- ¿Cuáles son sus influencias literarias?
Yo soy “celiano” (risas) y a quien más me parezco es a Cela pero Antonio Machado me encanta y en el primer libro que escribí todos me llamaban el Azorín alcarreño.
- ¿Puede recomendarnos un libro?
¿Sólo uno? “Cien años de soledad”, “El Quijote”, “La Regenta”, “Rayuela”, me dejo muchos por decir.

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