Un profesor de la UAH realiza un estudio sobre ‘Turismo en espacios de conflicto'

La Comunidad de Madrid tiene un extraordinario patrimonio arquitectónico militar procedente de la Guerra Civil. Existen cerca de 500 obras de hormigón, prácticamente intactas, y varios miles más en diferentes estados de conservación, unos 200 kilómetros de trincheras transitables y una gran cantidad de elementos como refugios, observatorios o búnkeres y caminos militares. Ese rico patrimonio, que se ha puesto en valor en algunas localidades, ha sido analizado en un estudio titulado ‘Turismo en espacios de conflicto’ realizado por el profesor de la UAH, Óscar Navajas, del Departamento de Historia y Filosofía, en colaboración con la Asociación Espacios para la Memoria, que investiga y analiza los bienes patrimoniales relacionadas con la Guerra Civil en la Comunidad de Madrid.

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El profesor de la UAH en una trinchera.

El Museo de la Batalla del Jarama, en Morata de Tajuña, los frentes de Somosierra, Rivas-Vaciamadrid, Pinto o el denominado ‘frente del agua’, en Puentes Viejas, el Blockhaus de Colmenar de Arroyo o el cerro Melero, en Arganda del Rey, entre otros, guardan pedazos de la historia cotidiana y la historia inhumana que supuso la Guerra Civil española que, ahora, con el paso de las décadas -80 años han pasado ya- empiezan a convertirse, no sin cierto recelo y con mucha prudencia, en puntos de interés turístico en la Comunidad de Madrid.

Y esta incipiente veta para el turismo regional la ha registrado en un estudio el profesor de la UAH, experto en puesta en valor de Patrimonio, quien señala que ‘este ámbito está viviendo un momento dulce, tanto a nivel institucional como profesional’. En este momento, trincheras, fortines, búnkeres, caminos militares o refugios salen de la maleza y cobran un nuevo valor patrimonial para mostrar al gran público los elementos materiales que persisten de la Guerra Civil sin tabúes, contextualizándolo en su momento histórico.

‘Empieza a haber un interés profesional y turístico que es consciente de que se trata de vestigios de interés para el gran público gracias a un cambio de mentalidad de la sociedad. Hay generaciones que quieren conocerlos, alejados ya de una relación directa y emotiva con la contienda civil’, señala Óscar.

Ya existían distintos catálogos de los puntos existentes en la Comunidad de Madrid donde están localizados ‘yacimientos’ de la Guerra Civil con valor patrimonial. El nuevo estudio que lidera el profesor de la UAH da un paso más y cataloga los puntos visitables y qué mensaje se transmite en la visita. ‘Visitamos todos esos lugares y hemos analizado qué tipos de propuestas se hacen, cuánto se tarda en realizar los recorridos, qué yacimientos se han intervenido mediante recuperación o dónde se han hecho recreaciones, entre otros análisis’.

La propia Comunidad de Madrid, en su página web, ya promociona 4 puntos como yacimientos visitables relacionados con la Guerra Civil: el Blockhaus de Colmenar de Arroyo, el frente de Pinto, la ruta de la Guerra Civil en Paredes de Buitrago, el refugio del Parque del Capricho y las trincheras de Arganda del Rey. ‘De hecho, también se ha dado un paso importante mediante la creación, por parte de la Dirección General de Patrimonio, de una comisión de expertos para presentar un plan regional de fortificaciones, tratando de poner consenso en la terminología y en los modos de intervención de un patrimonio que no había sido tratado hasta ahora’. Queda pendiente realizar un estudio pormenorizado de la tipología del visitante y sus puntos de interés a la hora de realizar una ruta o visita de estas características. ‘Es muy difícil de controlar, sobre todo en el caso de los yacimientos que están integrados en zonas naturales como el Parque Regional del Sureste o el Parque Nacional de Guadarrama’.

En el caso de la Comunidad de Madrid queda mucho camino por recorrer en este ámbito de recuperación de la memoria, a pesar de la gran riqueza patrimonial existente. La pregunta que queda en el aire es si la sociedad española está preparada para que la Guerra Civil española se convierta en un producto turístico. El profesor de la UAH tiene sus dudas, ‘porque quedan aún muchas heridas por cerrar, pero debemos hacer el esfuerzo, sobre todo a nivel educativo, por asumir qué fue y qué supuso esta contienda y tratar de ponerlo en valor, como ya se hace desde el exterior’. Y es que, según Óscar Navajas, a nivel internacional la Guerra Civil española, alejada de sentimientos y emociones, se estudia como un elemento fundamental en el devenir de la historia europea en diferentes aspectos: el desarrollo del anarquismo, el auge de los totalitarismos, la innovación en la maquinaria y la construcción bélica, el significado de la colaboración internacional en las contiendas (con la intervención de las brigadas internacionales) …’y España tiene ya un nivel de madurez en la recuperación del patrimonio suficiente como para entender que cualquier etapa de nuestra historia hay que desnudarla, releerla e investigarla para comprobar si merece la pena su conservación, porque al fin y al cabo forma parte de nuestra identidad’.

 

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