Marisol Maldonado: ‘La supervivencia de niños con cáncer es mucho más alta en los últimos años’

Marisol Maldonado nos cuenta que ‘lleva 32 años luchando en esta guerra’. Se refiere al cáncer infantil, una enfermedad que, según la Organización Mundial de la Salud, es una de las principales causas de mortalidad entre niños y adolescentes en todo el mundo. Cada 15 de febrero se celebra el Día Internacional del Cáncer Infantil instituido en 2001 en Luxemburgo por la Organización Internacional de Cáncer Infantil (Childhood Cancer International).

La doctora Maldonado trabaja en el Hospital Universitario Ramón y Cajal como pediatra dedicada a niños y adolescentes con cáncer, además está vinculada a la UAH, en donde ha sido muchos años profesora asociada en la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud. Para ella, la celebración del Día Internacional del Cáncer Infantil es necesaria: ‘Necesitamos concienciar a la sociedad de que existe esta enfermedad y debemos tratar de que todos los niños del mundo tengan un acceso similar al diagnóstico y a su tratamiento’. Como explica la especialista, el cáncer infantil está considerado en la actualidad como una enfermedad rara. ‘Se diagnostican en torno a 1.400 ó 1.500 niños y adolescentes afectados en España, lo que significa un 0,5 % de la totalidad de los enfermos’. Sin embargo, señala que ‘es la principal causa de mortalidad infantil, después de las muertes por accidentes, ya sean domésticos o de tráfico’.

En los últimos años se han conseguido muchos avances en la supervivencia de los menores enfermos de cáncer. Según el Registro Español de Tumores Infantiles de la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátricas, desde 1980 hasta 2004 la supervivencia de los niños oncológicos en España ha aumentado un 43 %, mientras que el riesgo de fracaso ha disminuido un 50 %. Marisol Maldonado considera que ‘hemos avanzado mucho, pues la supervivencia de niños con cáncer es mucho más alta en los últimos años. Sin embargo, es muy importante que la investigación centrada en la pediatría nos conduzca a ensayos clínicos en niños para avanzar en el tratamiento y mejorar la supervivencia’.

Los casos de cáncer más habituales en niños y jóvenes son los hematológicos, como las leucemias y los linfomas, seguido de los tumores del sistema nervioso en general. Su tratamiento puede durar de uno a dos años, mientras que el tratamiento libre hospitalario suele ser de seis meses. En el tratamiento de la enfermedad el principal problema al que se enfrentan los pacientes y sus familiares es el aislamiento social. Por eso, como advierte la doctora Maldonado, ‘es importante que el profesional pediatra cree una atmósfera de empatía para que los padres confíen y transmita esperanza por esos datos tan llamativos de la supervivencia’. Desde su experiencia, recomienda a los padres: ‘Nunca mentir, ni tampoco sobreproteger. El niño está enfermo, pero no es tonto ni inútil. No debe estar en una urna de cristal. Hay que intentar que la vida sea lo más normalizada posible’. Desde su experiencia, ‘los niños no son débiles, los podemos hacer débiles nosotros’.

Si se le pregunta por los efectos de los niños que viven la experiencia de la enfermedad, contesta segura: ‘Maduran mucho. Los padres son los que sufren, no los niños. Esta experiencia les hace valorar cada minuto de la vida. Por eso, que no olviden los padres que, cuando se diagnostica un niño con cáncer, se emprende un duro camino, pero en la mayoría de las veces tiene un final positivo’.

En este camino es muy importante la labor de los médicos, como Marisol Maldonado. Ellos también aprenden de los niños y sus padres. ‘Tengo muchas más satisfacciones, porque me han ayudado a valorar lo que realmente merece la pena: vivir sanos’.

Falsos mitos sobre el cáncer
En torno al cáncer se ha desarrollado toda una literatura de falsos mitos que no corresponde con la realidad. Si la alimentación actual ha multiplicado los casos de enfermos de cáncer. Si los aparatos electrónicos, cada vez más utilizados en el día a día, son factores de riesgos de la enfermedad. Pero, como resume Marisol Maldonado, ‘no es hereditario, no es contagioso y no han hecho nada que haya influido para que aparezca el cáncer en su hijo’.

 

Publicado en: Reportaje