La UAH desarrolla un programa de aprendizaje-servicio para concienciar sobre los abusos sexuales mediante sumisión química con más de 600 estudiantes involucrados

Están implicados estudiantes de diferentes cursos de Farmacia, Criminalística, Biología y Derecho y ADE bilingüe. Los proyectos de aprendizaje-servicio son iniciativas del ámbito educativo que pretenden formar a los alumnos combinando su aprendizaje personal y profesional con un servicio a la comunidad.

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Gemma Montalvo.

Los estudiantes diseñarán acciones dirigidas a la comunidad universitaria y al resto de la sociedad con el objetivo de dar a conocer el problema de los abusos sexuales mediante sumisión química y sus efectos, a la vez que actuarán como agentes activos del cambio, formando a otros jóvenes.

La sumisión química no es solo proactiva, es decir, no se produce solo cuando un delincuente suministra a una víctima una sustancia que provoca la pérdida de voluntad. También puede ser oportunista, cuando el delincuente aprovecha que la víctima ha ingerido de forma voluntaria alcohol o/y otro tipo de drogas para cometer abusos de todo tipo contra ella. Pero en ambos casos la víctima no puede resistirse porque se encuentra bajo el efecto de sustancias químicas y no tiene la capacidad para otorgar un consentimiento válido.

Este mensaje es el que tratarán de transmitir a otros jóvenes y a la sociedad en general unos 600 estudiantes de la UAH implicados en el proyecto de aprendizaje-servicio que respalda la Universidad a través del vicerrectorado de Estrategias y Planificación, dentro de las ‘Acciones Innovadoras de Impacto Institucional’ seleccionadas durante el curso.

Los estudiantes, divididos en equipos, y dentro de distintas asignaturas relacionadas con la química, la toxicología, la legislación o la comunicación, diseñarán acciones tendentes a concienciar a sus iguales sobre la necesidad de reconocer qué es en realidad el fenómeno de los abusos sexuales mediante sumisión química y cómo puede producirse sin que exista, de forma previa, un presunto delincuente que busque como objetivo realizar un abuso sexual drogando intencionadamente a la víctima. ‘El curso pasado realizamos una encuesta entre el alumnado y comprobamos que la mayor parte consideraba que los abusos sexuales por sumisión química ocurrían fundamentalmente cuando alguien te añade en la bebida burundanga. Sin embargo, la mayoría no reconocía el riesgo asociado al consumo abusivo de alcohol a la hora de ser víctima de abusos sexuales de tipo oportunista”, señala la coordinadora del proyecto, la profesora Gemma Montalvo, del grupo de investigación Cinquifor de la UAH.

‘Los docentes involucrados nos planteamos la toma de conciencia sobre esta problemática como una necesidad urgente. Los futuros profesionales, ahora estudiantes de la Universidad de Alcalá, deben ser concienciados para la prevención de conductas de riesgo relacionadas con los abusos sexuales facilitados por drogas, lamentablemente frecuentes en el contexto de ocio juvenil’, añade la responsable.

Montalvo afirma que el objetivo del programa es que los jóvenes sean conscientes de que el alcohol y otras drogas pueden conducir a un estado de vulnerabilidad, ‘aún más si se combinan con medicamentos de uso frecuente, como antihistamínicos o antidepresivos; y, por otra parte, vamos a concienciar sobre el consentimiento válido y el respeto a la hora de entablar relaciones interpersonales en el contexto de ocio juvenil’.

El programa ya está en marcha y se desarrollará hasta el mes de febrero con distintas propuestas que, como ocurrió en el curso pasado, se centrarán en acciones formativas e informativas: talleres, conferencias, acciones de divulgación a pie de calle, vídeos, páginas web o encuestas, entre otros. Se trata de un proyecto de largo alcance y se confía en el efecto dinamizador del aprendizaje entre iguales.

 

Publicado en: Reportaje