La tasa de emprendimiento en España, inferior a la media europea durante la recuperación económica

Así lo pone de manifiesto el estudio titulado ‘Competitiveness and entrepreneurship rate in Europe during the economic recovery phase, 2012’, premiado en el Global Innovation and Knowledge (GIKA)

actividademprendedoradenEn este estudio, llevado a cabo por los profesores Mónica Jiménez Baldazo, Fernando Crecente y M. Teresa del Val, se analiza en 19 países de la Unión Europea la relación existente entre los condicionantes de la competitividad de las regiones europeas con el nivel de emprendimiento durante la fase de recuperación económica, tomando como fuente las bases de datos del ‘Global Entrepreneurship Monitor’ y el ‘World Economic Forum’


En la investigación se pone en evidencia que ‘existe una relación positiva entre competitividad y emprendimiento como oportunidad, aunque cuando se compara norte y sur de Europa existen diferentes patrones. De hecho, en España el nivel de emprendimiento ha descendido durante la recuperación económica. ‘La recuperación del mercado laboral en este periodo ha provocado una disminución de la tasa de actividad emprendedora, pasando de 5,7 emprendimientos por cada cien personas activas en el año 2012 a 5,2 emprendimiento a finales del año 2016’, explica Crecente. No obstante, se ha propiciado un cambio en cuanto al tipo de emprendimiento, ya que han aflorado oportunidades estratégicas que han hecho factible que menos empresarios acudan al emprendimiento como alternativa laboral.

‘El entorno macroeconómico condiciona los emprendimientos por razón de necesidad, mientras que una vez se recupera la situación económica, el factor innovación determina el surgimiento de emprendimientos por oportunidad más que por necesidad’, matiza el investigador de la UAH.

No obstante, a lo largo del período de recuperación, los países de la Unión Europea analizados convergen lentamente hacia los mismos niveles de emprendimientos y competitividad. La situación de España en cuanto a niveles de emprendimiento y competitividad es muy similar a los de países de su entorno, en especial Francia, Grecia e Italia, donde el índice de competitividad apenas ha mejorado en estos años, al igual que ocurre con la actividad emprendedora. ‘En estas regiones deben seguir realizándose reformas estructurales e incentivarse políticas efectivas de sensibilización y apoyo a la actividad emprendedora’.

No ocurre lo mismo en otros puntos de Europa, donde este período se ha aprovechado para fomentar el emprendimiento. Se trata de países como Irlanda, Eslovenia y Estonia, que han basado su crecimiento económico en la actividad emprendedora, convergiendo al final del periodo con los valores medios de la Unión Europea, cifrados en una tasa 6.9% entre 2012 y 2016. ‘En estas regiones las actuaciones públicas en mejora de la educación e innovación han tenido efectos positivos en la generación de nuevos iniciativas emprendedoras’, agrega Crecente.

En opinión los investigadores de la UAH, este estudio ‘puede ayudar a proponer medidas locales para incentivar el emprendimiento y centrarse en la innovación y la sofisticación empresarial para consolidar la supervivencia de las empresas de reciente creación’.

 

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