El humano, como ser trascendental, podría regresar al Pleistoceno superior

Un investigación del Instituto de la Evolución en África (IDEA) de la Universidad de Alcalá demuestra que lo agentes naturales pueden haber sido los responsables de las acumulaciones de restos humanos en las cuevas de los yacimientos de la Sima de los Huesos (España) y la Cámara Dinaledi (Sudáfrica), lo que pone en jaque la tesis barajada hasta ahora: que la acumulación de ambos lugares era fruto de la intervención del hombre.

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Manuel Domínguez-Rodrigo.

Hasta la fecha, se pensaba que hace casi medio millón de años, en los yacimientos de la  Sima de los Huesos y algo más tarde en la Cámara Dinaledi, existía una disposición deliberada de cadáveres humanos. Ahora, esta investigación, que se ha publicado en la revista científica PNAS y ha tenido una gran repercusión en medios científicos y de comunicación social, señala que los restos homínidos encontrados en las cuevas profundas en estos dos yacimientos del Pleistoceno medio podrían haberse acumulado ahí por causa de agentes naturales.

En ambos casos, el estudio del Instituto de la Evolución en África (IDEA) de la Universidad de Alcalá demuestra que no existen pruebas concluyentes de que las acumulaciones óseas en la Sima de los Huesos y la Cámara Dinaledi se hayan formado por deposición intencionada de cadáveres por parte de otros seres humanos y devuelve la evidencia incontestable más antigua de la existencia de comportamiento trascendental humano al Pleistoceno superior, a los últimos 100.000 años.

El estudio del IDEA ha empleado herramientas de inteligencia artificial (algoritmos de máquina de aprendizaje), ha  investigado las partes esqueléticas de los homínidos de los yacimientos citados, comparándolos con una amplia muestra de conjuntos donde los seres humanos fueron enterrados por otros seres humanos con y sin intervención de carnívoros, y ha llegado a la conclusión de que estas acumulaciones óseas podrían ser fruto de procesos naturales en los que no interviene el ser humano. ‘Por ejemplo, que hayan sido animales carnívoros los que hayan llevado a cabo la acumulación de huesos o que ésta se deba a procesos físicos, como el desplazamiento de materiales por acción del agua, o que un movimiento del sedimento acumule restos de un lugar de la cueva a otro lugar’, señala el investigador de IDEA, Manuel Domínguez-Rodrigo.

La investigación no descarta los análisis anteriores ni la interpretación de un origen humano de alguna de estas dos acumulaciones, pero sí pone encima de la mesa otras alternativas: ‘procesos naturales como los indicados tienen tanta probabilidad de haber participado en la acumulación, como procesos realizados por otros seres humanos. Esto es fundamentalmente más evidente en Dinaledi que en la Sima de los Huesos’, agrega Domínguez-Rodrigo.

Esta interpretación contrasta con la defendida para ambos yacimientos hasta el momento. En concreto, en la Sima de los Huesos los investigadores indicaban un impacto de la actividad carnívora muy pequeño en su formación, mientras que este estudio sugiere que o bien se debe a procesos naturales sin ninguna contribución antrópica en su formación o, si hubo contribución antrópica, el impacto de los carnívoros tuvo que ser mucho más importante.

 

 

Publicado en: Reportaje