‘De la Guerra fría al calentamiento global. Estados Unidos, España y el nuevo orden científico mundial’, un libro que habla de las relaciones entre investigación y política internacional

El profesor de la UAH, Francisco Sáez de Adana, es uno de los 3 editores de este libro, publicado gracias a la colaboración del Centro de Historia de la Ciencia de la Universidad Autónoma de Barcelona y el Instituto Franklin de la UAH, que trata de contestar a esta pregunta: ‘¿cómo influyó la hegemonía militar y económica estadounidense en las nuevas formas de investigación científica y técnica durante la segunda mitad del siglo XX?’.

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Francisco Sáez de Adana.

En este libro se recopilan artículos de expertos que tratan de conjugar políticas de investigación y relaciones internacionales para explicar cómo el nuevo mapa político que se dibuja después de la II Guerra Mundial cambió los modos de hacer ciencia en diferentes países. Editado por la editorial Catarata, trata de relacionar ese nuevo ‘orden mundial’ con el trabajo de los científicos, ya que estos últimos influyen en las relaciones políticas igual que las relaciones políticas tienen mucha influencia en los ámbitos en los que se investiga.
Y es que, como señala el profesor de la UAH, ‘la ciencia fue fundamental en el desarrollo de la II Guerra Mundial. Todos conocemos las repercusiones de la bomba atómica, pero hay muchos otros avances científicos que influyeron en el devenir de los acontecimientos. Antes, durante la guerra y después de la contienda, la ciencia se convirtió en un arma para establecer primacías entre los distintos países’.

Sin duda, la labor de Estados Unidos en ese nuevo orden mundial es fundamental, pero en el libro también se habla del bloque soviético y de otros países, como México en Latinoamérica o la India en Asia. ‘De hecho, uno de los artículos más llamativos del libro es el escrito por Giulia Rispoli, que habla de un científico ruso desaparecido en España en 1985, Vladimir Alexandrov -portavoz soviético de la teoría del invierno nuclear-‘, señala Sáez de Adana.

Y, por supuesto, el libro se centra en España. El asunto se aborda desde distintos puntos de vista: se habla sobre cómo EE.UU. influía en la formación científica que se ofrecía en España, a través de bibliotecas específicas y la donación de libros; se habla del incidente de Palomares y cuál fue su cobertura mediática y las políticas de marketing americanas utilizadas para apaciguar los ánimos, similares a las de empresas como Pepsi Cola; se habla de las relaciones de intercambio de conocimientos entre científicos estadounidenses y españoles a través de programas como el Fulbright y también de cómo se introdujo tecnología americana en España, por ejemplo en el caso del radar o la energía nuclear. ‘Todo este tipo de asuntos no afectaron solo a España, pero nosotros lo focalizamos en nuestro país que, por supuesto, mantuvo y mantiene una relación de desigualdad en el ámbito de la investigación con respecto a EE.UU.’.

Lo cierto es que España llegó tarde también en este caso y es solo a partir de los Pactos de Madrid de 1953 con Estados Unidos cuando empieza a fluir una relación que también implica el intercambio tecnológico, ‘aunque solo sea por el establecimiento de las bases militares y el desarrollo de las centrales nucleares’, explica el profesor de la UAH.

Es precisamente después de esos Pactos de Madrid cuando España se alinea claramente con el bloque occidental y, en cierta forma, su sistema científico se ‘somete’ a las influencias procedentes de Estados Unidos, lo que ha sido clave en el desarrollo de las líneas de investigación predominante en España en las siguientes décadas, ‘porque se trata de unas investigaciones muy condicionadas a esas relaciones bilaterales y gran parte de la tecnología que adquiere nuestro país procede de Estados Unidos’.

El análisis del libro llega hasta la década de 1980 e incluye también la inclusión de España en el CERN, el Laboratorio Europeo de Física de Partículas Elementales, creado en 1954 y del que nuestro país es socio fundador.

Y sí, en las últimas décadas España ha mirado más hacia la Unión Europea y las políticas de I+D+i que emanan de las distintas instituciones y organismos comunitarios pero, según el editor, ‘la influencia de EE.UU. sigue vigente porque continúa siendo una gran potencia en la generación de conocimiento tecnológico y científico a nivel global’.
Historia del radar en España

Sáez de Adana también es autor de uno de los artículos publicados en este libro que aborda el descubrimiento de los primeros prototipos radar fabricados en España para la navegación marítima, a principios de los años 50. La necesidad de la fabricación de estos prototipos surge por la prohibición por parte de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos (con anterioridad a los Pactos del 53) de suministrar equipos radares a la industria y el gobierno español para evitar su aplicación militar. Para subsanar este problema, el gobierno español contrató un grupo de investigadores alemanes que, junto con un grupo de ingenieros españoles, fabricó unos prototipos de radar para la navegación marítima que se presentan con detalle en este capítulo.

El profesor recomienda el libro a cualquier persona que tenga interés en las relaciones internacionales y la historia de la ciencia, ‘porque les va a dar una visión de la importancia que ha tenido el desarrollo de la ciencia en las relaciones de política internacional’. Además, se trata de un libro divulgativo que puede generar interés en cualquier lector.

 

Publicado en: Reportaje