¿Cómo caminamos en verano? Algunas consideraciones a tener en cuenta

En este reportaje, el profesor Miguel Ángel Plasencia, Jefe de Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del hospital Universitario Príncipe de Asturias, realiza algunas aportaciones sobre el calzado más adecuado y el menos recomendable.

 

huesosdolordenVerano y calor son dos palabras muy asociadas a nuestros pies también. Lanzamos al fondo del armario botas y zapatos cerrados y ponemos en primera línea las chanclas y las sandalias. Eso sí, el calzado deportivo, da igual la época que sea, sigue imperando en muchos de nuestros pies. Esa es la realidad pero, ¿la realidad es la más adecuada o estamos ‘castigándonos’ innecesariamente? Las preguntas y las respuestas, a continuación:

¿Chanclas y sandalias son lo más adecuado para nuestras articulaciones y para nuestros pies? El calzado muy plano o muy abierto, tipo chancla o sandalia no es el más adecuado desde un punto de vista traumatológico-ortopédico. Los motivos son varios. ‘Desde el punto de vista traumatológico las lesiones en los dedos del pie son más frecuentes al encontrarse más expuesto. Se producen con frecuencia fracturas de los dedos del pie; desde un punto de vista ortopédico, al ser un calzado menos amortiguado (sin casi suela) y menos recogido o cerrado, el impacto de la marcha repercute negativamente sobre las articulaciones del miembro inferior y la columna’, señala el profesor de la UAH.

¿Caminar descalzo? Cuanto más, mejor. El andar descalzo es bueno en cualquier época del año porque facilita la tonificación de la musculatura del pie y el equilibrio de sus estructuras. Si a esto se le suma la resistencia que impone el caminar por la arena de la playa  el beneficio lógicamente es doble, siempre con las debidas precauciones.

¿El uso de tacones y plataformas es recomendable? El uso de calzado con mucho tacón, ya sea en forma de cuña, plataforma o tacón afilado no es recomendable para las articulaciones de los miembros inferiores y la columna. A nivel del pie el uso continuado de grandes tacones implica un mayor riesgo de desarrollar deformidades severas en el pie y el tobillo, como el hallux valgus, los llamados juanetes. También repercute en una mayor presión para el cartílago articular en articulaciones de carga, como la rodilla y la cadera. A nivel de la columna puede afectar, al cambiar la estática de la misma, desarrollando una hiperlordosis y una sobrecarga sobre las articulaciones facetarias.  ‘Sí es cierto, que muchas mujeres, encuentran el equilibrio del pie con un pequeño tacón de 3-4 cm. Esto se debe a que han desarrollado un pequeño acortamiento del tendón de Aquiles por el uso reiterado de tacones altos y esto se compensa bien con un tacón ancho. En estos casos, es mejor un pequeño tacón, ya que no toleran el calzado plano’.

Entonces, ¿qué nos calzamos en verano? El calzado más adecuado para la época estival, en opinión de Plasencia, es aquel que tiene suela de goma o con cámara de aire, para amortiguar la pisada, que envuelva bien el pie sin apreturas, incluso acordonado y, a ser posible, y lo es gracias a las nuevas tecnologías, muy transpirable. ‘En mi opinión esto lo cumple el calzado deportivo de calidad aunque estéticamente no sea el más adecuado en muchas ocasiones. Como alternativa, los llamados náuticos de suela de goma o similares son bastante adecuados para esta época del año.

 

 

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