Alcalá, ciudad escrita: un recorrido por la historia de la ciudad a través de la escritura expuesta

Una canción de Quintín Cabrera dice ‘las ciudades son libros que se leen con los pies’. Eso es lo que pretende esta exposición organizada por el grupo de investigación SIECE-LEA, titulada ‘Alcalá, ciudad escrita. Del Renacimiento a nuestros días’, invitar a pasear por la ciudad para descubrir esos espacios de escritura que, a veces contemporáneos, a veces históricos, acompañan al viandante en su caminar.

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Verónica Sierra y Antonio Castillo.

Esta exposición, que se inauguró el día 18 en el claustro del Colegio de Málaga, es fruto de un proyecto de investigación que culmina ahora con la celebración del XI Congreso Internacional de Historia de la Cultura Escrita: 'Scripta in itinere'. Discursos, prácticas y apropiaciones del escrito en el espacio público (siglos XVI-XXI), que se está desarrollando hasta el día 20 en la Facultad de Filosofía y Letras, con una amplia participación nacional e internacional de investigadores sobre la cultura escrita, y es un reclamo para conocer más de cerca y de otro modo una ciudad histórica y patrimonial en la que la escritura pública ha tenido una gran importancia a lo largo de toda la historia, aunque esta muestra se extiende cronológicamente por la Edad Moderna.

Una escritura pública con distintas dimensiones y expresiones, pero también con un nexo común: ‘hablamos de lo que Armando Petrucci denomina ‘escritura expuesta’, que está a la vista de todos y se puede ver a lo largo de un recorrido por la ciudad’, explican Antonio Castillo y Verónica Sierra, promotores de la iniciativa.

En la muestra se han seleccionado distintos ‘formatos’ de escritura pública, que están agrupados en secciones: 'Piedras con historia' muestra las inscripciones sobre piedra, como el epígrafe conmemorativo de la fundación cisneriana de un pósito para el trigo, fijado en el exterior de la Catedral-Magistral (1512) –la más antigua de las escrituras expuestas que se exhiben en Alcalá - hasta el memorial erigido delante de la estación de RENFE para recordar a las víctimas alcalaínas de los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004.

También hay un apartado destinado a la 'Memoria de las calles', donde se analizan los rótulos de las calles y las placas conmemorativas que se pueden encontrar. ‘Unas y otras establecen una memoria de la ciudad, que no es indiferente a los regímenes políticos que se han sucedido a lo largo de los tiempos. Y permite reconocer no solo acontecimientos históricos, sino también a personajes que han caracterizado a Alcalá frente a otras ciudades’. La historia de los nombres de las calles tiene su propio sentido, ya que inicialmente las calles se nombran y se enumeran para controlar a la población que residían en ellas por motivos fiscales y demográficos.

La tercera sección de la muestra invita a 'Leer la ciudad' a través de la señalización urbana. ‘La ciudad se construye como un espacio para ser recorrido y en eso Alcalá es muy rica, ya que hay diferentes rutas turísticas y damos una particular relevancia a esos itinerarios, como el 'Paseo por la Ciudad de las Tres Culturas' o las más reciente 'Alcalá de Henares. Ciudad Literaria', creada el año pasado'.

Los rótulos comerciales también tienen un espacio de interés en esta exposición. Se analiza cómo ha evolucionado este ámbito desde el siglo XIX. ‘Reflejamos, en este sentido, el paisaje multicultural de la ciudad, con rótulos escritos en distintos idiomas y dirigidos a distintos públicos’, señalan los investigadores.

La muestra continúa con una sección titulada  ‘Por orden de’, compuesta por edictos, bandos y disposiciones oficiales de las distintas instituciones de la ciudad (Ayuntamiento, Universidad, Iglesia...). Como curiosidad, los más antiguos son edictos manuscritos de los años 30 del siglo XVI emitidos por el rector y consiliarios del Colegio Mayor de San Ildefonso, conservados entre los fondos de esta Universidad y custodiados en el Archivo Histórico Nacional. Los bandos también han ido evolucionando y se ha ido aminorando la dimensión que tenían en el pasado, con la pérdida de la figura del pregonero. ‘Hay bandos muy curiosos, como el que se dio animando a que los vecinos salieran a recibir el brazo incorrupto de Santa Teresa a su paso por Alcalá el 27 de septiembre de 1962, con motivo del IV centenario de la Reforma teresiana,  y otro anunciando el sepelio de las víctimas de la explosión del polvorín que se produjo el 6 de septiembre de 1947'-

Y de las voces de la autoridad a las voces de la calle, de la gente, a la escritura de masas, que se expresa en distintas secciones dedicadas a las escrituras expuestas y distribuidas en la calle por parte de la sociedad civil, desde los libelos y pasquines a los grafitis, continuando por la cartelería festiva, las pancartas reivindicativas o los mensajes escritos con motivo de ciertos acontecimientos, como el atentado del 11-M. En estas secciones también hay una dedicada a las ‘flores de farolas’, es decir, los mensajes que se colocan en las farolas, cañerías y papeleras, entre otros elementos urbanos, con anuncios personales de búsqueda de trabajo o publicitarios en general.

La muestra culmina con una sección dedicada a su vecino más ilustre: Miguel de Cervantes, en las distintas manifestaciones de escritura pública que genera, desde placas conmemorativas hasta el uso de sus obras y personajes como producto comercial.

En definitiva, esta exposición es una invitación a conocer otra faceta de una ciudad con mil caras en la que la escritura se refleja allá por donde uno camina. Los organizadores también invitan a que el paseante vaya a descubrir el mural que, con motivo de esta muestra, se va a inaugurar mañana, día 19, en el parque O’Donnell , obra del artista urbano Eduars, para el que se ha contado con la colaboración del Ayuntamiento.

También instan a participar en alguna de las rutas turísticas por la ciudad escrita que el servicio de Visitas Guiadas de la UAH realizará hasta el cierre de la exposición, el 19 de julio.

Publicado en: Reportaje