22 estudiantes de la UAH realizan un nuevo taller de Sostenibilidad Ambiental y Cooperación en Chebbi, al sur de Marruecos

El grupo DEAR–UAH, que dirige la profesora Eugenia Moya, trabaja en nuevos enfoques educativos y desde el año 2009 desarrolla la asignatura transversal ‘Sostenibilidad Ambiental y Cooperación: Taller en el sur de Marruecos’ (SAC), que se imparte como un taller de aprendizaje-servicio (ApS) en la zona de Chebbi (Marruecos), un área desértica de atracción turística.

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Estudiantes haciendo evaluación a población local.

Un total de 22 estudiantes de la UAH participaron este mes de marzo en el taller que, como señalan los propios alumnos, ‘es una experiencia de crecimiento personal y profesional, un proceso de madurez y sensibilización utilizando como herramientas el compañerismo, el servicio, la adaptación y el respeto’.

Los estudiantes pasaron una semana conviviendo con los jóvenes de las comunidades locales y trabajando mano a mano en proyectos que redunden en la mejora de su calidad de vida.
Chebbi es un área donde se asientan comunidades bereberes desfavorecidas, afectadas por los impactos positivos y negativos de un turismo de aventura sin gestión. La profesora, Eugenia Moya, señala que el taller desarrolla actuaciones relacionadas sobre todo con la gestión de residuos y el consumo de recursos naturales. ‘De esta manera, los participantes (alumnado de la UAH y miembros de las comunidades locales) aprenden mientras trabajan necesidades reales del entorno con la finalidad de mejorarlo. Todo ello con un sentido de colaboración mutua entre los participantes’.
Los estudiantes, como ya se ha señalado, participan de forma voluntaria en el taller y conviven con las comunidades locales. En este sentido, la profesora de la UAH indica que esta asignatura ‘trata de que el estudiante salgan de su zona de confort y se adapte, comprenda y busque soluciones’.

Para ello, utilizan como herramienta el ApS, ‘porque nos sirve para motivar, crear conexiones y, sobre todo, entusiasmar y generar una conciencia que permita a las comunidades locales dar valor a su espacio. En el fondo se trata de aprender a conocer, aprender a hacer y aprender a ser y convivir (ciudadanía global) para solo así identificar vías de solución conjunta a los problemas planteados’, señala la profesora.

La iniciativa funciona, año tras año. Diego Molina, graduado en Ciencias Ambientales y actual Project Manager de la Fundación Promoción Social, recuerda que él vivió la experiencia del taller hace 10 años pero lo recuerda como ‘una oportunidad fantástica de ‘pisar’ terreno, de visualizar con mis propios ojos diferentes medios de vida, sistemas ambientales y aspectos culturales. Es una actividad verdaderamente recomendable para todo estudiante universitario que tenga inquietudes y no se conforme con el componente teórico de la carrera’.

Sara Rodríguez, estudiante de Farmacia, añade que ‘es muy importante estar formado y ser crítico para ser conscientes de ciertas situaciones y el taller me ha ayudado a comprender que las diferentes culturas nunca deben ser un obstáculo que dificulte nuestras relaciones’. Otra graduada en Farmacia, María Serrano, que actualmente realiza un posgrado en Berlín, agrega que ‘el hecho de verse rodeado por la realidad que se estudia, sintiendo tener un papel en ella, hace que el alumno entienda y valore mucho más los conocimientos que adquiere; estos pasan a ser entendidos como herramientas para comprender la realidad que le rodea, en vez de servir tan solo para aprobar exámenes’

 

Publicado en: Reportaje