Un ex estudiante de la UAH, Premio Nacional de Fotografía 2015, redescubre ‘Cespedosa’

Cespedosa de Tormes es un pequeño pueblo de la provincia de Salamanca, ligado a la biografía vital y sentimental de Juan Manuel Castro Prieto, un estudiante de la primera promoción de la Facultad de Económicas en la UAH que decidió pronto centrar su vida en la fotografía. Ahora, parte de la exposición antológica ‘Cespedosa’ se exhibe en la Sala San José de Caracciolos. Además Juan Manuel Castro Prieto participa hoy 15 de noviembre en un coloquio con otro fotógrafo, Chema Conesa, que tendrá lugar a las 19:00 horas en el Colegio San José de Caracciolos.

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En el acto inaugural.

Juan Manuel Castro Prieto ha regresado a su Universidad para presentar una de sus grandes exposiciones: ‘Cespedosa’, un puñado de fotografías que muestran la evolución del Premio Nacional de Fotografía 2015 a lo largo de toda su vida. Castro habla de su vuelta a Alcalá como una vuelta a los recuerdos de su juventud, un período que califica como ‘agradable y muy interesante’, porque en esos finales de la década de 1970 España vivía un proceso de transformación democrática y él crecía como ser humano y como artista. Este fotógrafo afortunado, que tiene una ciudad en la que nació, Madrid, y un pueblo refugio de sus afectos, Cespedosa, dice que la fotografía es una forma de vivir y de mirar.

La exposición permanecerá abierta en la sala San José de Caracciolos hasta el 15 de diciembre, de lunes a viernes, de 11:00 a 14:00 h y de 16:00 a 18:00 h. Sábados, domingos y festivos, cerrado.

-Vuelve usted a su Universidad, 40 años después, para presentar uno de sus grandes trabajos como fotógrafo…
-Sí, es como regresar al pasado de mi juventud más temprana. Hace ilusión, la verdad.

-¿Cómo recuerda usted esos años?
-Yo era muy muy joven, y tengo un recuerdo muy agradable de esa etapa. Los de mi generación tuvimos la suerte de vivir en la Universidad un período de la historia de España muy interesante, con una alta politización, Viví en la Universidad las primeras elecciones democráticas, el proceso de construcción de la España contemporánea…era joven y veía toda la vida por delante. Cuando acabé Económicas yo ya sabía que lo que me interesaba era la fotografía. Nunca ejercí como economista.

-La fotografía le atrapó…
-La clave está en que la fotografía es una forma de vida y cuando se te cruza todo lo demás deja de ser  prioritario. No soy el primer economista que abandona su carrera por la fotografía. Hay grandes de esta profesión que también lo hicieron.

-Cespedosa también le ha atrapado a lo largo de toda su vida
-Cespedosa es mi pueblo. Mis padres y mis hermanos nacieron y vivieron allí y es un lugar al que vuelvo una y otra vez, forma parte fundamental de mi vida y de mi trayectoria como fotógrafo. Esta exposición es mucho más que una antología…Yo comienzo a ser fotógrafo porque quería recoger los sentimientos, las sensaciones que yo tenía en Cespedosa. He viajado por medio mundo haciendo fotografías, pero siempre regreso, es el epicentro de mi alma y allí es donde surge la estética, la plástica, las ideas. Es mi laboratorio de ideas.

-¿Qué significa para usted ser fotógrafo?
-Ser fotógrafo es una forma de mirar y de vivir la vida. Cuando uno hace fotografías no mira la realidad como cuando visita los países como turista. Tienes que establecer comunicación, relación, la fotografía te obliga a crearte un compromiso con el entorno que rodea a tus fotografías. Ahora, sin ir más lejos, estoy haciendo un trabajo sobre los mineros bolivianos y eso me permite y me obliga a relacionarme con ellos y a implicarme en la vida que ellos están viviendo.

-¿Sueña con hacer alguna fotografía?
-No tengo una foto con la que sueño. Una fotografía aislada es un verso suelto, que puede ser muy hermoso, pero queda desnudo fuera de un poema. Para mí lo importante es la narración, una serie de fotografías que muestren el conjunto.

 

Publicado en: Entrevista