¿Qué es el ‘Anisakis de la carne’? Una profesora de la UAH nos lo cuenta

Es un gran desconocido, porque es ‘joven’ a nivel de literatura científica, pero ya se empieza a hablar de él en los medios de comunicación ¿Qué es y cómo afecta el mal llamado ‘Anisakis de la carne’?

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Consuelo Giménez.

La profesora Consuelo Giménez, experta en enfermedades tropicales y salud global en medicina, explica en esta entrevista en qué consiste el Síndrome alfa-gal, que produce alergia a la ingesta de carne roja en quien lo padece.

-¿A qué se llama ‘Anisakis de la carne’ o Síndrome de alfa-gal y por qué se lo denomina así cuando el mecanismo no tiene nada que ver con el de Anisakis propiamente dicho?
-Bueno, esto forma parte del juego mediático que, utilizando algo conocido, en este caso un parásito que afecta al ser humano (Anisakis simplex), que se transmite a través de la ingesta de pescado, hacen un símil con lo que ocurre mediante la ingesta de determinado tipo de carne. Es desafortunado, porque genera confusión entre la población y creo que precisamente lo que se pretendía es que la población entendiera la importancia del tema a través de una comparación.

-¿En qué consiste este Síndrome alfa-gal?
-Se refiere a un síndrome que aparece en 2009 en la literatura científica con casos localizados en el sur de USA y norte de Australia en el que se implica a garrapatas de los géneros Ixodes (xodes holocyclus) y Amblyomma (Amblyomma. americanus) y lo de alfa-gal se corresponde con la abreviatura de galactosa-alfa-1,3-galactosa, un carbohidrato que es transportado a través de la picadura de garrapatas y que produce alergia a la ingesta posterior de carne roja.

-Pero, ¿cómo ocurre esto? ¿Qué síntomas se producen?
-En líneas muy generales: las garrapatas se alimentan previamente de un mamífero (cordero, canguro, venado, búfalo, vaca…) y captan de los animales sangre con ese carbohidrato. Posteriormente, las garrapatas se alimentan de un ser humano y le inoculan este carbohidrato directamente, ya que ‘alfa-gal’ no pasa por el tracto digestivo de las garrapatas, sino que se queda en las glándulas salivares de estos organismos. Este carbohidrato es alérgeno y provoca una respuesta inmunitaria retardada en los seres humanos, lo que implica un diagnostico complicado, porque  es más difícil relacionar causa-efecto. Los síntomas de las personas afectadas son los típicos de una reacción alérgica: urticaria, labios, lengua, garganta hinchados, síntomas respiratorios, vómitos, diarrea, taquicardia….

-¿Es novedoso, la garrapata ha surgido así de pronto... por qué se empieza a hablar ahora de ello? ¿Nos tenemos que alarmar?
-Lo cierto es que todo lo que tiene que ver con alimentos y salud genera un gran interés mediático. Sin embargo, yo estaría más atenta, no tanto a las garrapatas, que también, sino a ser conscientes de que este carbohidrato se encuentra presente en las gominolas, en algunas vacunas fabricadas con suero bovino, en medicamentos como Cetuximab (anticuerpo monoclonal usado en algunos tipos de cáncer), en expansores plasmáticos o en la gelatina que se utiliza en los excipientes de algunos fármacos, entre otros. Esto lo consumimos de manera habitual. La exposición a picadura de garrapatas es menor y ni a todo el que le pica una garrapata le ocurre esto, ni es, como vemos, la única manera de desarrollar el síndrome alfa-gal.

-Los casos de ‘alfa-gal’ son escasos en España…
-En nuestro país los casos de ‘alfa-gal’ descritos, si no me equivoco, son cuatro, y están localizados en Galicia, Cantabria y La Rioja. En España y en el resto de Europa no tenemos las garrapatas australiana o estadounidense, pero tenemos ‘Ixodes ricinus’, por lo que seguro que habrá más casos en el futuro, ya que el cambio climático hace que estas garrapatas se encuentren en expansión.

-¿Qué otro tipo de enfermedades pueden causarnos las garrapatas?
-Algunas garrapatas producen lo que se llama parálisis por picadura de garrapata. Y esto es porque garrapatas, como por ejemplo ‘Ixodes holocyclus’, de la que hablamos en esta entrevista, presentan una neurotoxina en sus glándulas salivares que, en pequeña cantidad, en 2-7 días, según la salud del hospedador y del grado de infestación, puede complicar mucho las cosas hasta llegar a provocar una insuficiencia respiratoria y la muerte de una persona. Además, las garrapatas pueden albergar varios tipos de organismos que, a su vez, se pueden transmitir por picadura al ser humano. Las enfermedades transmitidas por garrapatas más frecuentes son las de origen bacteriano, como la enfermedad de Lyme, la anaplasmosis o la rickettsiosis; las parasitarias, como la babesiosis, o las de origen vírico, como la encefalitis o la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, cuyo riesgo en nuestro país sigue siendo bajo. El problema es que no siempre provocan síntomas: los pacientes no saben que les ha picado una garrapata y cuando hay síntomas se producen cuadros clínicos inespecíficos, lo que dificulta su diagnóstico y tratamiento.

-Y por último, ¿qué mecanismos de prevención hay?
-Frente a las garrapatas debemos aplicar los mecanismos normales que utilizamos para evitar las picaduras: evitar áreas boscosas sin ir preparados con vestimenta adecuada que cubra las extremidades, si se hace deporte utilizar repelentes…lLas personas diagnosticadas con ‘alfa-gal’ tendrán que cambiar su dieta a la ingesta de carne de pollo y/o pavo, pularda…con el fin  de continuar aportando proteínas de la carne en su dieta y, en relación al tema medicamentos, debemos consultar siempre con el médico ante cualquier tratamiento y, más que nunca, evitar la automedicación.

(En la imagen principal, ejemplar de ricinus)

 

Publicado en: Entrevista