Natalia Garcés también ha expuesto en la UAH 'Vida perra: instantáneas de un can feliz'

Los IPPAWARDS seleccionan las mejores fotos entre miles de imágenes enviadas por fotógrafos de iPhone de 140 países de todo el mundo. Los ganadores son elegidos por los miembros del jurado tras varias fases en 18 categorías distintas y Natalia Garcés, con su iPhone 7, se ha hecho con uno de los primeros premios. No es el primer éxito que le granjea su Smartphone, ya que las fotografías que expuso en la muestra ‘Vida perra: instantáneas de un can feliz’, exhibida en el Espacio Fotográfico Basilios de la Universidad de Alcalá, también son fruto de su mirada a través de este dispositivo.

-¿Cómo se siente la artista y qué te motivó a presentarte a estos premios?
-Pues no sé, lo hice casi al final de la convocatoria. Envié varias fotografías realizadas con mi iPhone 7. ‘Mrs Sancheski’ fue la única que presenté a la categoría ‘Lifestyle’. Es una imagen espontánea. Estaba con una amiga tomándome una caña, bajé los ojos y ahí estaba la foto. Los contrastes de colores, el contexto, las texturas, eran originales y me alegra mucho que haya gustado tanto y se haya ajustado a los criterios de creatividad y la visión personal de los autores, que era lo que más se valoraba en esta edición.
La satisfacción personal es muy grande, porque te refuerza, porque eres consciente de que algo que te gusta lo haces bien. Y también sientes mucha responsabilidad, ya que el premio me ha puesto en una pasarela de profesionales, de expertos, de amantes de la fotografía, y eso supone que ya no vale con subir a las redes cualquier imagen, hay que cuidar mucho más lo que haces y cómo lo haces.

-¿Cómo te enteraste del premio?
-Por Instagram. Me enviaron un mensaje desde los IPPAWARDS para que chequeara mi correo. ¡No lo había visto porque estaba en Spam!

-¿Qué te aporta la fotografía, Natalia?
-Llevo más de 15 años en el departamento de exposiciones y diseño gráfico de la FGUA. Siempre trabajando para otros artistas y sin encontrar un medio de expresión propio. La fotografía, primero con el móvil y después con la Nikon DSLR que mi tío me regaló, hace unos 4 años, me ha aportado ese medio de expresión. En la fotografía, como en muchas otras expresiones artísticas, lo más importante se aprende mirando, porque una puede saberse toda la técnica, todas las reglas, pero si no tienes cultura visual es difícil encontrar un estilo propio. Y eso me lo ha dado el trabajo, sin duda; y mis padres también, que siempre nos han motivado en este sentido.

-¿Qué tiene que atraerte del entorno para convertirlo en fotografía?
-Que me guste. No voy más allá. Lo cotidiano puede ser muy hermoso. Hay que dejarse llevar y, con nuestra forma de mirar, plasmar en la fotografía lo que nos llame la atención, sin necesidad de buscar trascendencias. En este momento sigo trabajando con los colores. De hecho, realicé una exposición recientemente titulada ‘Colores. La sencillez de lo cotidiano’, que ya se ha exhibido en Alcalá y Guadalajara y mostraré seguramente en Madrid, y también estoy trabajando con los objetos y haciendo fotografías de calle…

-El Smartphone se ha convertido en una herramienta que llevamos todo el día en nuestras manos y usamos constantemente y, aunque no seamos conscientes, es también una fuente de creatividad sin límites
-Desde luego. Y, además, es importante tener en cuenta este aspecto. Hay millones de imágenes que se suben a las redes cada día, pero no todo lo que se publica son fotografías. Tenemos que investigar y descubrir nuestra personal forma de mirar.

-¿Qué diferencias observas al hacer fotos con el móvil y con la cámara?
-Con el móvil es todo más inmediato y espontáneo. Con la cámara las imágenes están más preparadas, te preocupas más en seleccionar los parámetros, son más elaboradas. Las dos cosas son compatibles.

-¿Nuevos proyectos a la vista?
-De momento, continuar con mis ‘series’ y también impartir un curso de fotografía con móvil dentro de los Talleres de Fotografía del Ayuntamiento de Alcalá de Henares.

Publicado en: Entrevista