Nanomedicina y dendrímeros: un reto de presente, un sueño de futuro

Recientemente se ha celebrado en la Universidad de Alcalá la IV Escuela de nanomedicina, un foro de encuentro para analizar las últimas novedades en este sector, que tantos y buenos resultados está generando.

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Sandra García y Paula Ortega.

En esta entrevista, toman la palabra las investigadoras de la UAH Paula Ortega y Sandra García Gallego, promotoras de esta iniciativa junto al profesor Rafael Gómez.

-¿Cómo surge esta Escuela, que ya ha cumplido su cuarta edición?
-Nuestro grupo de investigación, Bioinden, entró a formar parte del consorcio NANODENDMED-II, dentro de una red de excelencia de la Comunidad de Madrid que tiene como objetivo principal la validación de nuevas herramientas terapéuticas basadas en nanotecnología, frente a tres patologías humanas de gran necesidad social: el melanoma maligno, el VIH y la resistencia a los antibióticos. En este consorcio participan varios grupos de investigación de instituciones universitarias y hospitalarias y también otro grupo de la UAH, Comicden. Uno de los cometidos de este consorcio es la divulgación científica y es ahí donde surge la Escuela.

-¿De qué se ha hablado en la IV Escuela?
-Hemos hablado sobre nanomedicina centrada en distintos aspectos, tanto en terapia, con distintos tipos de materiales; sistemas de prevención y sistemas de diagnóstico. Han participado expertos del consorcio y expertos externos que han aportado resultados de su investigación.

-¿En qué líneas están trabajando la UAH en el ámbito de la nanomedicina?
-En Bioinden realizamos la síntesis, caracterización y evaluación biológica preliminar de los compuestos que luego el resto del consorcio utiliza en terapia frente a enfermedades bacterianas, cáncer de melanoma, sida…Diseñamos a medida los sistemas que el resto de los grupos nos demandan y eso nos permite multiplicar las aplicaciones de nuestro sistema. Somos una referencia nacional en el ámbito de la investigación de los sistemas dendríticos.

-La nanomedicina es un ámbito en auge…
-Lo cierto es que lo ‘nano’ está de moda. Todos los proyectos que llevan ‘nano’ están bien vistos y son reconocidos. En realidad, la nanotecnología aporta unas herramientas que permiten acercarnos a las enfermedades de una forma completamente diferente a lo que se ha hecho hasta ahora, porque tiene unas propiedades muy particulares, empezando por el tamaño. Eso logra que interactúen con otras dianas biológicas a las que otro tipo de fármacos no pueden acceder. Lo fantástico es que nos permite diseñar a medida, intenta evitar efectos secundarios que tienen los fármacos… y, aunque el futuro es prometedor, aún nos queda mucho camino por delante. Hay muchísima variedad de materiales que se están considerando, cada uno de ellos con propiedades diferentes, y hay que esperar los efectos a medio y largo plazo, apostar por los que sean óptimos y rechazar los que no lo sean. Estamos al inicio de la carrera.

-¿En qué tipo de compuestos estáis trabajando en este momento?
-Tenemos muchos campos abiertos: compuestos metálicos para el tratamiento del cáncer, compuestos polifenólicos como agentes antioxidantes para biomedicina y cosmética, compuestos con ácidos grasos funcionalizados para hacer micelas que permitan el transporte de fármacos, materiales modificados e hidrogeles… Estamos trabajando en compuestos que puedan tener potencial aplicación como agentes contra la acumulación de proteínas: eso implica alzheimer, diabetes, parkinson…También trabajamos en el ámbito de compuestos antimicrobianos…Y colaboramos con otros grupos de la UAH en el ámbito de la microbiología, química analítica y la bioquímica, entre otros, porque la interacción con otros grupos es fundamental para nosotros, porque sin su apoyo nuestro trabajo no tendría la misma repercusión. Esa es la riqueza del conocimiento, generar sinergias.

 

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