Nace en la UAH ‘Emotongue’, una aplicación que ayuda a autogestionar las emociones

Es la primera app de ciencias sociales que se diseña en la Universidad de Alcalá.

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Luana Bruno y Alejandro Iborra.

La aplicación ‘Emotongue’ es fruto de las investigaciones llevadas a cabo por la investigadora del departamento de Ciencias de la Educación de la UAH, Luana Bruno, cuya tesis doctoral dirige el profesor Alejandro Iborra. En esta entrevista toman la palabra para explicar en qué consiste la aplicación y cómo funciona.

-¿Qué es ‘Emotongue’ y cómo surge la iniciativa?
-Se trata de una aplicación que puede ayudar al usuario a gestionar sus emociones. La idea surgió en el desarrollo de la investigación llevada a cabo durante la tesis doctoral, dedicada a la autogestión emocional. Estábamos haciendo una investigación sobre bilingüismo y emociones y, en el contexto de las sesiones que estábamos teniendo en el laboratorio, evaluando a personas para conocer sus emociones en distintos momentos, surgió la idea de crear una aplicación, cerrada a nuestro grupo de muestra, que nos permitiera conocer sus emociones en un contexto más real y durante un tiempo más prolongado. Como hubo que registrarla y colgarla en PlayStore, pensamos que era una buena idea que cualquier usuario, de momento de Android, pudiera descargársela, en español o en inglés o en ambos idiomas, y gestionar sus emociones a lo largo del día.

-¿Cómo funciona esta aplicación?
-‘Emotongue’ permite, por un lado, discriminar qué estás sintiendo y poder expresar qué circunstancias o hechos nos generan unas emociones u otras ¿Cómo? El usuario que se ha descargado la app recibe 5 notificaciones al día preguntando qué siente, a través de una ruleta con distintas emociones (enfado, alegría, nerviosismo…). El usuario tiene que responder a la aplicación, en un plazo no superior a las dos horas desde la notificación, qué emoción siente y qué la ha ocasionado. Se convierte en una forma de estar al tanto de cómo nos sentimos a lo largo del día y favorece que reflexionemos sobre las emociones que sentimos según los contextos y las expresemos.

-Es la primera app de estas características que surge del ámbito de las Ciencias Sociales en la UAH…
-Sí, es la primera vez que la OTRI de la UAH ha recibido una propuesta desde áreas de las Ciencias Sociales donde, a veces, resulta difícil visibilizar resultados de investigaciones que tienen, sin embargo, aplicabilidad directa en la mejora de la sociedad en distintos aspectos. Para nosotros ha sido un reto, que hemos llevado a cabo dentro de un proyecto de investigación en el que colaboramos con la neurocientífica Kristen Lindquist, de la Universidad de Carolina del Norte (EEUU) y con la ayuda de la exalumna de la UAH, ingeniera electrónica, Myrlene Felicite Bilo’o, que se ha encargado del desarrollo software.

-¿Por qué recomendáis el uso de esta app?
-Entendemos que vivimos en una sociedad en la que la mayoría de la gente va a contrarreloj y trastornos como la ansiedad o el estrés son comunes. Desde esa perspectiva, pensamos que esta aplicación puede ayudarnos a gestionar las emociones y mejorar nuestra salud emocional o, al menos, ser autoconscientes de que nuestras emociones son cambiantes y tenemos que pararnos, reconocerlas, saber por qué se producen e, incluso, trivializarlas, sobre todo cuando son desagradables.
-¿Cuál será el paso siguiente?
-El objetivo es terminar la investigación de la tesis doctoral y tratar, por un lado, de recabar fondos destinados a seguir profundizando en estos asuntos y, por otro, generar sinergias con otras disciplinas para que el proyecto sea lo más transversal posible.

 

 

Publicado en: Entrevista