Merichel Plaza del Moral, Premio Joven Investigadora en el área de Ciencias Experimentales: ‘Tenemos que dejarnos llevar por la investigación que nos apasiona’

Merichel Plaza del Moral se dibuja en esta entrevista, tras recibir el Premio Joven Investigadora de este año en la UAH.

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Merichel recibiendo el Premio Joven Investigadora.

Se formó en la Universidad Autónoma de Madrid en Nutrición Humana y Dietética y Ciencia y Tecnología de los Alimentos y realizó un doctorado en el antiguo Instituto de Fermentaciones Industriales del CSIC (actualmente Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL)). Después realizó una estancia posdoctoral de cinco años en la Universidad de Lund, en Suecia y, a punto de tirar la toalla y decidir quedarse en el país nórdico, obtuvo un contrato Juan de la Cierva-Incorporación y eligió como destino el grupo de investigación de Técnicas de (Micro)-separación liderado por la profesora María Luisa Marina Alegre. Merichel finalizó el 2018 con dos grandes noticias: la consecución de este premio y la obtención de una plaza de profesora ayudante doctora en el departamento de Química Analítica, Química Física e Ingeniería Química.

-¿Cómo sientan este tipo de premios, Merichel?
-La verdad es que fue muy emotivo, me dio mucha alegría que la UAH haya valorado mi trabajo. Es cierto que mi compromiso con esta Universidad es total, pero solo puedo decir que me siento reconocida tanto en el ámbito de la docencia como en el de la investigación

-Háblanos de tu campo de investigación
-Yo siempre he trabajado en el ámbito de la química analítica aplicada a los alimentos, fundamentalmente en el desarrollo de tecnologías medioambientalmente limpias para la extracción de compuestos bioactivos a partir de fuentes naturales, como las frutas, las plantas, las algas y los subproductos de la industria agroalimentaria, estos últimos con el fin de revalorizarlos. La finalidad es que los compuestos con actividad beneficiosa para la salud puedan ser incorporados a alimentos funcionales. También desarrollamos metodologías analíticas que permitan caracterizar los extractos. Además, en los últimos años hemos estado trabajando en estrategias metabolómicas dirigidas y no dirigidas que permitan correlacionar determinados compuestos bioactivos de alimentos con su influencia en la salud. En este momento estamos trabajando con los compuestos polifenólicos no extraíbles, que son aquellos que quedan retenidos en los alimentos tras el proceso de extracción y, por tanto, no pueden ser considerados al determinar el contenido total de compuestos fenólicos de un producto. A pesar de la escasa información disponible de este tipo de compuestos sí que se ha descrito que poseen actividades biológicas interesantes (como son antioxidante, antiinflamatoria, antidiabética, quimiopreventiva y hipocolesterolémica) por lo cual su extracción y análisis es un gran desafío.

-La verdad es que la investigación en el ámbito de la calidad y seguridad alimentarias tiene un gran interés en la actualidad, no solo científico sino también social, y en el que la Universidad de Alcalá es un referente…
-Sí, cada vez más los ciudadanos se preocupan por lo que comen y por seguir una dieta saludable, por lo que nuestras investigaciones tienen un gran interés social al ser de aplicación directa al control y a la mejora de la calidad y seguridad alimentarias. La Universidad de Alcalá lidera un Programa financiado por la Comunidad de Madrid y fondos europeos FSE y FEDER para desarrollar estrategias integradas para el control y mejora de la calidad, la seguridad y la funcionalidad de los alimentos: hacia una alimentación saludable (Programa AVANSECAL-II-CM, S2018/BAA-4393)

-¿Con qué sueñas, Merichel?
-Solo aspiro a poder seguir trabajando en lo que me apasiona y dar pasos hacia adelante para mejorar la calidad de vida de las personas. Investigar es aprender cada día y enfrentarte cada día a algo nuevo.

-Ser mujer y ser investigadora ¿es un plus, o no?
- Difícil pregunta. Es cierto que se habla de falta de vocación de las mujeres en la carrera investigadora y nada más lejos de la realidad. Por ejemplo, en el departamento en el que estoy, el número de mujeres es mayor que el de hombres. En cualquier caso, la carrera científica es difícil para todos y cuando eres mujer y tienes familia no es fácil compaginarlo.

-¿Qué recomiendas a los que están empezando un doctorado porque quieren dedicarse a la investigación?
- Siempre hay momentos de crisis, porque la investigación es dura. Pero aquí, como todo en la vida, debemos dejarnos llevar por lo que nos apasiona.

Publicado en: Entrevista