‘La UAH entre Cisneros y Trento’, gana el Premio Ciudad de Alcalá de Investigación

Gonzalo Gómez García ha ganado el Premio Ciudad de Alcalá de Investigación Histórica ‘Francisco Javier García Gutiérrez’ por el trabajo ‘La UAH entre Cisneros y Trento’, fruto de sus tesis ‘Los caminos del Humanismo en la Universidad de Alcalá (1517-1545)’, dirigida por el catedrático de Historia Moderna de la UAH José Ignacio Ruiz Rodríguez.

Gonzalo es un enamorado de la Historia que se licenció en Empresariales en la UAH en 2003 y ejerció de guía turístico durante sus estudios. Tras una estancia en Viena, decide acceder a los cursos de doctorado y comenzar a investigar. Acaba de leer su tesis doctoral y de abandonar su trabajo en una entidad financiera para dedicarse a la investigación. En esta entrevista habla de esa etapa apasionante que transcurre entre la muerte de Cisneros y el Concilio de Trento.

-¿Por qué elige este período de la historia para realizar su tesis?
- La historia Universidad de Alcalá se ha investigado mucho en otras etapas, pero no este período. El objetivo era hacer un estudio profundo sobre la Universidad de Alcalá como estructura socio-política en este momento crítico. Para ello, hemos analizado las visitas, inspecciones que se hacían para corregir los posibles desvíos en la vida colegial y mantener en activo las Constituciones Fundacionales de la Universidad. Hemos analizado las visitas ordinarias, que se ejecutaban desde la Colegiata de San Justo dos veces al año; las visitas de Cátedra, muy interesantes por la información que aportan, y las visitas reales enviadas por Carlos V. En estas tres estructuras nos basamos para analizar si se cumple su ‘testamento’, las directrices que él deja establecidas en las Constituciones, y cuáles eran las relaciones de la Universidad de Alcalá con su entorno.

-¿Y qué conclusiones sacan?
-Pues lamentablemente, hay Constituciones que no solo no se cumplen sino que se incumplen de manera fragante, por ejemplo: la obligatoria tutela de los Colegios menores por parte del Colegio Mayor indicada en la Constitución 33, llegó a ser de una total dejadez, hasta el punto de caerse paredes, hundirse tejados, dejar sin puertas las cámaras de los prebendados pobres, mirar hacia otro lado cuando estas prebendas se compraban y vendían, no hacer frente a la construcción del colegio hospital y, sin embargo, sí atender la fundación de otros como el de San Eugenio o el de San Jerónimo–Trilingüe…

-En este período también se vislumbra la lucha de poder por hacerse con el control de la Universidad Cisneriana…
-Sí. Se evidencia en las visitas reales la incidencia de la monarquía para controlar la institución y también la relación con los arzobispos de Toledo, que también quieren controlarla, sobre todo Fonseca, a partir de 1524, y Tavera, a partir de 1534. Digamos que se dan en la Universidad que heredamos de Cisneros en este momento todas las ‘miserias’ de una estructura político-social: redes clientelares, intereses creados, y  enfrentamiento entre las facultades principales, que eran la de Teología y la Artes y Filosofía. Las demás, Medicina, Derecho Canónico y Gramática (esta última no otorgaba grados), no tenían tanta capacidad de acceso al poder universitario.

- El Rey intentaba entonces mantener el control, como mecenas y como patrono, pero los colegiales trataban de mantener su independencia.
- El monarca empieza a inmiscuirse en terreno que era del clero. Por las Constituciones, el monarca era el patrono de la Universidad de Alcalá. Sin embargo Carlos V, al quedarse con la herencia del cardenal Cisneros y ser quien la administra, es además el mecenas de la Universidad. Se crean entonces dos grupos entre los colegiales: uno que está a favor del control Rey y otro que está a favor de depender del Papa. Al poco de morir Cisneros había dos grupos en San Ildefonso, los béticos y los castellanos. Los castellanos controlaron la Facultad de Teología hasta 1538, grupo que además fue el de los comuneros y curiosamente, también fueron erasmistas, como demuestro en la tesis. Por otro lado, los del bando bético que controlaron la Facultad de Artes y Filosofía y que en el levantamiento de las Comunidades fueron del bando imperial. Tras la muerte de Cisneros, el visitador venía dos veces al año y cada visita duraba dos meses. Ese visitador tenía poder para suspender a los colegiales de las prebendas. Pero los visitadores estaban a merced del Arzobispo de Toledo, que quería que saliera un rector u otro. Si querían que saliera un rector del bando castellano, suspendía de voto a los del bando bético y al revés. El rector tenía la autoridad, pero no tenía el poder, y esta es de las conclusiones más importante de mi tesis. Tenía autoridad, pero esta le duraba un año. El poder lo tenía o una u otra Facultad. Había tantas tiranteces que más de una vez se planteó trasladar la Universidad a Madrid.

-Usted llega a la conclusión en su tesis de que la facultad de Teología, a pesar de los esfuerzos de Cisneros, no cobra en este período el peso que se le presumía…
-El objetivo de Cisneros al crear la Universidad de Alcalá era promover la transformación de la Teología. Apuesta por un repensamiento de la teología medieval, y por eso crea 33 prebendas para estudiar Teología en Alcalá en un ambiente propicio,  promoviendo una formación sólida y compacta en los estudios (gramática, filosofía, medicina…). Pero no lo consigue y ésta es otra de las conclusiones más importantes de mi tesis: se piensa erróneamente que la Universidad de Alcalá es una Universidad teológica, ya que fue fundada por el cardenal Cisneros, pero no es así. Él planteó que hubiera tres cátedras teológicas, dependiendo de las corrientes que había: Nominales, Santo Tomás y Escoto. En la de Nominales estuvo Juan de Medina, y asistían unos 100 estudiantes. En las otras, no llegaban ni a ocho. La cátedra principal, que era la de Santo Tomás, a veces quedaba desierta: los regentes de cátedra (no eran cátedras en propiedad), estaban unos meses y luego se iban a Salamanca, a Sevilla, a París ya que teológicamente Alcalá ya no era atractiva. Los estudios de Teología no tuvieron éxito en Alcalá hasta 1543, cuando viene Melchor Cano de Salamanca,  potencia la cátedra  de Santo Tomás y consigue aglutinar a 200 estudiantes con él. Pero para entonces, la nueva monarquía había comenzado a modificar la vida en Castilla: ya no es importante formarse durante ocho, diez, quince años como teólogo. Ahora lo importante es conseguir un título rápido, un Bachiller, para ingresar en el sistema burocrático que se estaba creando en España, con los Reyes Católicos y sobre todo, con Carlos V y Felipe II. Cisneros pensó que el Derecho Canónico era algo para que los teólogos no estuvieran ociosos en su tiempo libre, pero de repente esos estudios se convirtieron en los principales de la Universidad de Alcalá: llegaron a igualar e incluso superar a los estudios teológicos el número de oyentes. También es falso que Alcalá aportara muchos teólogos en el Concilio de Trento. De los 100 teólogos españoles que fueron, no llegaron ni a 10 los que estudiaron Teología en Alcalá.  Y sin embargo, 30 habían estudiado Artes y Filosofía en Alcalá, porque la formación era brutal, muy compacta, durante cuatro años, tremenda.  

- Es decir, que el testamento de Cisneros, una vez fallecido Cisneros, fracasó…
- Bueno, fracasa la parte teológica. En Alcalá la Teología triunfa a partir de Trento, y empiezan a crearse aquí colegios-conventos de órdenes religiosas pero ya no se piensa la Teología, sino que se estudia la Teología que se ha creado en el Concilio…Pero el éxito de Cisneros fue saber que tenía que tenerse una formación muy buena en Artes y Filosofía y en Gramática, para triunfar luego en la Teología. Realmente el éxito de la UAH fue la gran formación humanista que propuso Cisneros, y no tanto la teológica. Al menos hasta Trento.

- Suponemos que estás muy contento con el Premio… ¿Cuáles son tus planes a partir de ahora?
- Estoy muy contento de que el Jurado haya valorado mi tesis, porque sé que se han presentado otros trabajos importantes. Durante diez años he estado trabajando en un banco. Pero he leído mi tesis y le he dicho adiós al banco. He pedido una beca postdoctoral. Estoy en el grupo de investigación Grupo de estudio sobre el Protonacionalismo en Europa. Y hemos pedido otro, que saldrá en noviembre, y que se llama Misión y Confesionalización en América. Me apasiona la Historia.

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