Isabel Iriepa.

La UAH se ha implicado en esta conmemoración y hoy, día 1 de marzo, se celebrará una conferencia titulada ‘El alfabeto del Universo: la Tabla Periódica de los elementos’, impartida por Eduardo J. Fernández Garbayo, catedrático de Química Inorgánica de la Universidad de la Rioja.

- ¿Por qué es tan importante la tabla periódica de los elementos, profesora, que hasta va a tener un año internacional para ella solita?
-La importancia de la tabla periódica de los elementos queda perfectamente reflejada en las palabras de Luis Moreno Martínez en su reseña del libro de E. Eric Scerri, ‘La tabla periódica: una breve introducción’, publicada en  Anales de Química de Alianza Editorial en 2013: ‘Piedra Rosetta de la naturaleza, punto de partida de toda la química, la tabla periódica de los elementos es no solo la compilación de conocimientos más compacta y significativa elaborada hoy por el hombre, sino que refleja el orden natural de las cosas en el mundo y, por lo que sabemos, en todo el universo. Por si esto fuera poco, a diferencia de la mayor parte de los descubrimientos científicos realizados en el siglo XIX, no se ha visto refutada, antes al contrario, por los descubrimientos de la física moderna de los siglos XX y XXI’. En base a esto, la ONU ha querido reconocer el papel clave que juegan los elementos y una ciencia fundamental como la Química en el desarrollo sostenible, al proporcionar importantes soluciones a desafíos globales tales como la energía, la alimentación, la salud o la educación, entre otros. De hecho, la resolución fue adoptada como parte del Programa sobre Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la ONU.

-En el siglo de la cuarta revolución industrial, la era de la inteligencia artificial, etc, etc, ¿qué tiene la tabla periódica que después de 150 años no ha habido ningún otro sistema que la sustituya? Seguimos estudiándola en la escuela, profesora Iriepa…
-Hoy por hoy no hay ningún sistema que la sustituya y es que la tabla periódica de los elementos guarda una gran cantidad de información ordenada. Los elementos están ordenados por número atómico, configuración electrónica y propiedades químicas y muestran tendencias periódicas en las propiedades. Están organizados de tal manera que ha permitido predecir la existencia y las propiedades de diversos elementos que han sido descubiertos posteriormente. Además, el desarrollo de la Tabla Periódica es considerado como uno de los mayores logros de la ciencia y sus características la convierten en una herramienta única, que permite a los científicos predecir la apariencia y las propiedades de la materia en la Tierra y en el Universo. Por otra parte, no solo juega un papel crucial en Química sino que trasciende a otras disciplinas, como la Física y la Biología, y por ello se ha convertido en un icono de la ciencia y de la cultura.

-La tabla inicial de Mendeléiev contenía 63 elementos, ahora dispone de 118… Imaginamos que siempre hay espacio para más
-Hasta ahora se han descubierto o sintetizado todos los elementos de número atómico desde el 1 (hidrógeno) al 118 (oganesón). Los últimos que se han sintetizado han sido los elementos 113, 115, 117 y 118, cuyos nombres y símbolos oficiales se hicieron públicos en noviembre de 2016. Estos han completado los huecos que quedaban en la Tabla Periódica y ahora la investigación continúa para encontrar, por síntesis, nuevos elementos de números atómicos más altos. Japón, Rusia, Estados Unidos y Alemania compiten por ser los primeros en obtener los siguientes elementos: 119 y 120. El elemento 119 tiene ya nombre provisional, Ununennio (Uue), e inaugurará una nueva fila (la octava) en la tabla periódica.

-Los químicos españoles también han ayudado a crecer a la Tabla…
-Sí, de hecho, Correos ha emitido un sello para reconocer la contribución española al desarrollo de la Tabla Periódica. En este sello las letras V, W y Pt, que son los símbolos de los tres elementos que descubrieron españoles, aparecen sobre una tabla periódica de fondo. Los cuatro científicos españoles que han contribuido han sido: Antonio Andrés del Río, descubridor del vanadio (V); los hermanos logroñeses Juan José y Fausto Delhuyar, que aislaron el wolframio (W) en Vergara, y Antonio de Ulloa, que encontró el platino en Ecuador(Pt).

-En realidad, este año internacional es un año para reconocer la importancia de la química como herramienta de investigación e innovación. ¿Cómo está la salud de la investigación química en este momento?
-La química tiene una gran importancia porque está en todo lo que nos rodea. No podemos huir de ella pues nosotros mismos somos química. Los seres vivos estamos compuestos de elementos químicos, nos alimentamos de sustancias que nos proporcionan energía, gracias a la realización de procesos químicos. Nuestro entorno está rodeado de química: en la cocina, donde transformamos y hacemos reaccionar alimentos; en el jardín utilizamos insecticidas y fertilizantes, usamos aparatos con energía, jabones, cosméticos, perfumes... Cuando nos ponemos enfermos, tomamos medicinas y también utilizamos las vacunas o las vitaminas para prevenir enfermedades… todo esto depende de la química. La química lo es todo y no hay nada sin química.
La gran importancia de la química también radica en su papel de ciencia central. Son muchas las disciplinas que interaccionan o se apoyan en ella y que han experimentado un gran auge en los últimos años gracias a ella. Algunas de estas disciplinas son la ciencia de materiales, la biología, la farmacia, la medicina, la geología, la ingeniería, la astronomía, nuevas fuentes de energía, la alimentación, la arqueología y el arte… En todas estas ciencias se usan conceptos y métodos de la química para estudiar fenómenos y/o generar productos.
Las perspectivas en cuanto a la investigación en química son muy buenas. Es la investigación la que permite evolucionar para ir dando respuesta a nuevas demandas sociales y proponer soluciones a los nuevos desafíos y, precisamente ahora, estamos en una época en la que la humanidad debe enfrentarse a grandes retos. Las políticas medioambientales tienden a un desarrollo sostenible, al desarrollo de nuevos modelos energéticos basados en energías renovables no contaminantes y cuyo suministro esté garantizado, a la gestión y valorización de residuos, por ejemplo, la utilización del CO2 como materia prima. En todos estos procesos la innovación química está ya presente y debe seguir estándolo.

Publicado en: Entrevista