La ‘Fiebre del Nilo’ Occidental, otra enfermedad trasmitida por mosquitos que afecta a Europa

Italia, Rumanía, Grecia, Serbia, Hungría… son el principal foco de afección del brote de ‘fiebre del Nilo Occidental’ que ya ha causado en Europa, desde el mes de junio, 85 muertos y más de un millar de personas afectadas, según informaciones del Centro Europeo de Prevención de enfermedades, que investiga la causa de este incremento de casos.

 

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El virus de la Fiebre del Nilo.

La profesora Consuelo Giménez, experta en parasitología sanitaria, explica en esta entrevista qué es la ‘West Nile Occidental’, causada por un virus que, otra vez más, trasmiten los mosquitos.

-¿A qué llamamos fiebre del Nilo, profesora?
-Se trata de una enfermedad causada por un virus, el virus del Nilo Occidental (West Nile) que pertenece al género Flavivirus, familia Flaviviridae, y al complejo antigénico de la encefalitis japonesa. Este organismo utiliza a los mosquitos como vehículos de transmisión y es capaz de infectar a personas, pájaros (gorriones, cuervos, rapaces..), caballos y otros mamíferos, si bien en estos últimos el virus no es capaz de replicarse lo suficiente como para ser transmitido de nuevo por mosquitos. Se trata de una antropozoonosis.
Hay que indicar que, en humanos, el virus se puede transmitir mediante transfusiones o trasplantes de órganos que procedan de personas infectadas, así como por vía intrauterina (de la madre al feto), y lactogénica (a través de la leche materna), si bien son casos poco frecuentes.

-Zika, Dengue y ahora otra enfermedad transmitida por mosquitos...
-Si, pero cada mosquito tiene sus características especiales. En este caso se mantiene en la naturaleza mediante un ciclo de transmisión mosquito-ave-mosquito, principalmente a través de diferentes especies de mosquitos del género Culex, pero no todos los mosquitos transmiten West Nile. Se trata de mosquitos que prefieren condiciones de 15-20°C y una humedad relativa en torno al 60-70%, condiciones que se hallan de forma nocturna al principio del verano. Así, si bien su periodo más activo es junio, el que las hembras puedan poner sus huevos en todo tipo de aguas (cercanas a las casas o en el campo) les hace poner varias generaciones de huevos al año e incluso resistir a los inviernos más fríos.  

-El número de fallecidos en 2018 multiplica por 4 al registrado en 2017 en toda Europa, ¿qué puede estar provocando esta mayor incidencia de los casos y de las muertes?
-Respondiendo a la pregunta, en determinadas circunstancias, el ciclo natural ave-mosquito se ‘desborda’ y alcanza a otras especies como los equinos y los humanos. Esto se produce cuando los mosquitos infectados entran en contacto, pican y transmiten el virus a estas especies; hablamos entonces de hospedadores accidentales que no pueden transmitir el virus a otros mosquitos por lo que indicábamos al inicio. Es en estas especies cuando se producen brotes de enfermedad como consecuencia de la infección.
 
-Este tipo de enfermedad, de fiebre, presenta síntomas diferentes a otras fiebres, ¿a qué señales debemos atender?
-Se trata de una infección, con un periodo de incubación de entre 3 y 14 días, asintomática en el 80 % de las personas infectadas. En el restante 20 % puede dar lugar a un cuadro que se caracteriza por fiebre, dolores de cabeza, cansancio, dolores corporales, náuseas, vómitos y, a veces, erupción cutánea (del tronco) y agrandamiento de ganglios linfáticos.
Cuando se produce afección neuroinvasora, como la encefalitis o meningitis del Nilo Occidental o poliomielitis del Nilo Occidental, cursa con cefalea, fiebre elevada, rigidez de nuca, estupor, desorientación, coma, temblores, convulsiones, debilidad muscular y parálisis.
Este puede presentarse en personas de cualquier edad, si bien los mayores de 50 años y las personas inmunodeprimidas (por ejemplo, los pacientes que han recibido trasplantes) tienen el mayor riesgo.

-Siempre se señalan las mismas causas para el incremento de este tipo de enfermedades: el turismo internacional, la globalización comercial, el cambio climático y lo que provoca en la proliferación de insectos que pueden ser perjudiciales para la salud…Pero es que es muy difícil atajar estas causas, ¿hay forma humana de prevenir?
-Al ser transmitido por un mosquito común de dispersión cosmopolita, la vigilancia epidemiológica parece ser un buen mecanismo de prevención, ya que los brotes epizoóticos en los animales son anteriores a los casos en seres humanos. De ahí la importancia de establecer un sistema activo de vigilancia de sanidad animal, para detectar casos nuevos en aves y caballos y dar la alerta temprana a las autoridades veterinarias y de salud pública. Es importante notificar a las autoridades el hallazgo de aves muertas. Existen vacunas eficaces para evitar la enfermedad en los caballos.
 
-¿Debemos estar preparados para el incremento de este tipo de brotes, sobre todo por el cambio de las condiciones climáticas?
 -Este virus, a pesar de ser un virus tropical, se ha extendido causando brotes en zonas áridas y muy frías. El efecto del calentamiento global sobre las poblaciones de mosquitos que actúan como vectores parece claro, ya que con temperaturas más suaves los insectos son capaces de sobrevivir más tiempo a lo largo del año, aumentando su ciclo de transmisión. Dentro de las especies de ‘West Nile’ hay algunas más patógenas que otras, pero también parece existir un importante componente ambiental relacionado con las especies de aves afectadas o de mosquitos transmisores. Además, la cosa se complica porque de este virus endémico en zonas de Europa circulan varios linajes genéticos, como consecuencia probablemente de varias introducciones independientes en el continente. En América, por ejemplo, circula un solo linaje genético, consecuencia de una única introducción. No se dispone de vacuna para los seres humanos, por tanto, la única manera de reducir la frecuencia de la infección es mediante la concienciación acerca de los factores de riesgo, mecanismos de transmisión y la educación de las personas con respecto a las medidas que se pueden adoptar para reducir la exposición al virus.

 

Publicado en: Entrevista